El estratega ha sabido implementar un estilo de juego efectivo con el que ya hizo historia
Los resultados ya eran sorprendentes para el cuadro comandado por Walid Regragui, entrenador que le ha dado un rostro distinto a la selección marroquíe, que en octavos de final dio la primer campanada, al echar a España (3-0) en la tanda de penaltis, tras igualar sin goles en el tiempo regular y extras.
Se pensó que el tope de Marruecos había llegado y que ante Portugal en los cuartos de final, sería su despedida; sin embargo, de nueva cuenta demostraron una disciplina pocas veces vista y eliminó a Cristiano Ronaldo y compañía por la mínima diferencia.
Walid Regragui, de 47 años de edad, nacido en Francia pero de nacionalidad marroquíe, ha logrado imprimir un estilo duro y de mucha disciplina en sus comandados, que se han puesto el cuchillo entre los dientes y así han sacado los partidos, pero no sólo metiendo el camión atrás, sino también animándose a atacar con velocidad.
De hecho, hoy ante Portugal tuvo el mismo número de disparos a puerta que los lusitanos.
El equipo de Walid Regragui celebrando su victoria.
Foto: Reuters
Regragui, jugador profesional de 1998 a 2011, en equipos como el Racing París, Ajaccio, Toulouse o Racing de Santander, se ha convertido en uno de los mejores entrenadores del Mundial.
Con la Selección de Marruecos jugó 45 partidos entre 2001 y 2009, pero nunca pudo jugar la Copa del Mundo y tras retirarse, su primer equipo dirigido fue el FUS Rabat de Marruecos, donde estuvo de 2014 a 2020 y logró campeonar en la Liga en 2016.
Después del Rabat comandó al Al-Duhail qatarí, al que proclamó campeón de la liga.
En 2021 arribó al Wydad Casablanca, uno de los clubes más importantes de Marruecos, y en su primer año salió campeón de la Champions League de África y de la Liga marroquíe 2021-2022.
Tras esa conquista fue nombrado seleccionador de Marruecos, en lugar del bosnio Valil Halilhodzic.
Los resultados ahí están, ha puesto a su selección en semifinal, primera ocasión que un africano juega esa instancia en un Mundial, pues el máximo logro eran los cuartos de final: Camerún en Italia 1990; Senegal en Corea-Japón 2002 y Ghana en Sudáfrica 2010.
Los resultados ya eran sorprendentes para el cuadro comandado por Walid Regragui, entrenador que le ha dado un rostro distinto a la selección marroquíe, que en octavos de final dio la primer campanada, al echar a España (3-0) en la tanda de penaltis, tras igualar sin goles en el tiempo regular y extras.
Se pensó que el tope de Marruecos había llegado y que ante Portugal en los cuartos de final, sería su despedida; sin embargo, de nueva cuenta demostraron una disciplina pocas veces vista y eliminó a Cristiano Ronaldo y compañía por la mínima diferencia.
Walid Regragui, de 47 años de edad, nacido en Francia pero de nacionalidad marroquíe, ha logrado imprimir un estilo duro y de mucha disciplina en sus comandados, que se han puesto el cuchillo entre los dientes y así han sacado los partidos, pero no sólo metiendo el camión atrás, sino también animándose a atacar con velocidad.
De hecho, hoy ante Portugal tuvo el mismo número de disparos a puerta que los lusitanos.
El equipo de Walid Regragui celebrando su victoria.
Foto: Reuters
Regragui, jugador profesional de 1998 a 2011, en equipos como el Racing París, Ajaccio, Toulouse o Racing de Santander, se ha convertido en uno de los mejores entrenadores del Mundial.
Con la Selección de Marruecos jugó 45 partidos entre 2001 y 2009, pero nunca pudo jugar la Copa del Mundo y tras retirarse, su primer equipo dirigido fue el FUS Rabat de Marruecos, donde estuvo de 2014 a 2020 y logró campeonar en la Liga en 2016.
Después del Rabat comandó al Al-Duhail qatarí, al que proclamó campeón de la liga.
En 2021 arribó al Wydad Casablanca, uno de los clubes más importantes de Marruecos, y en su primer año salió campeón de la Champions League de África y de la Liga marroquíe 2021-2022.
Tras esa conquista fue nombrado seleccionador de Marruecos, en lugar del bosnio Valil Halilhodzic.
Los resultados ahí están, ha puesto a su selección en semifinal, primera ocasión que un africano juega esa instancia en un Mundial, pues el máximo logro eran los cuartos de final: Camerún en Italia 1990; Senegal en Corea-Japón 2002 y Ghana en Sudáfrica 2010.
