Voraz incendio forestal en Bocoyna consume tres viviendas de familias rarámuri; no hay heridos

Cerca de 200 brigadistas trabajan sin parar para controlar el fuego, mismo que ha consumido una importante cantidad de bosque

Un voraz incendio que se registra en el municipio de Bocoyna, ha consumido hasta el momento cientos de hectáreas de bosque, así como un total de 3 casas de familias indígenas, entre estas la casa del maestro en las cercanías al Ejido Baburiachi, por lo que lo que por momentos hubo amenazas de llegar a comunidades con mayor población.

Fuentes al interior de la Coordinación Estatal de Protección Civil (CEPC), indicaron que hasta el momento no se han registrado pérdidas humanas o lesionados, sin embargo, alrededor de 200 brigadistas trabajan arduamente para extinguir el fuego que se ha propagada a un mayor sector al comenzar desde el pasado sábado 1 de junio.

Se precisó que el primer reporte del incendio forestal se dio en el predio de Nichupiachi, en donde existen comunidades cercanas en donde habitan de manera aislada una pequeña cantidad de familias Rarámuris, por lo cual, el paso del fuego consumió dos casas de madera y la casa del maestro, sin que hubiera heridos.

Los informantes indicaron que por momentos el fuego amenazó con extenderse a comunidades de mayor población como lo es el seccional de Sisoguichi, pero gracias a la participación de los brigadistas, se logró minimizar el peligro a través de “brechas cortafuego”, que permitieron aislar las llamas a zonas ya quemadas.

Asimismo, resaltaron que la idiosincrasia de los habitantes de Pueblos Indígenas impide llevar a cabo la evacuación de las familias que habitan en pequeñas rancherías, quienes se niegan a abandonar sus hogares, por lo cual los hombres se involucran en las acciones para sofocar el fuego, mientras que las mujeres permanecen en las viviendas, en las cuales realizan actividades como humedecer los inmuebles, y guardar sus pertenencias en caso de que el peligro aumente.

Los cerca de 200 brigadistas corresponden a la CEPC, así como de la cabecera municipal de Bocoyna, San Juanito, Ejido Arroyo de la Cabeza, Agujas y la Laguna por mencionar algunos, quienes desde el pasado sábado trabajan sin parar para controlar el fuego, mismo que ha consumido una importante cantidad de bosque, sin que se tenga el dato exacto de los daños.

Incluso, habitantes del seccional de Creel trascendieron en redes sociales la preocupación por la falta de visibilidad en el tramo carretero de Creel a San Rafael, esto por el humo existente en la zona por incendios que se extendieron a los bordes de la carretera, lo que provocó que funcionarios de casilla ubicados en Pitorreal, quedarán varados por la falta de visibilidad.

Ante los esfuerzos que realizan los brigadistas, se reactivaron los centros de acopio den diferentes puntos del estado, los cuales corresponden al Departamento de Bomberos de Cuauhtémoc, Comisión Nacional Forestal (CONAGO) establecida en San Juanito, San Rafael y Chihuahua, así como en Protección Civil Estatal, en donde se reciben alimentos no perecederos, agua y diversa herramienta.

Un voraz incendio que se registra en el municipio de Bocoyna, ha consumido hasta el momento cientos de hectáreas de bosque, así como un total de 3 casas de familias indígenas, entre estas la casa del maestro en las cercanías al Ejido Baburiachi, por lo que lo que por momentos hubo amenazas de llegar a comunidades con mayor población.

Fuentes al interior de la Coordinación Estatal de Protección Civil (CEPC), indicaron que hasta el momento no se han registrado pérdidas humanas o lesionados, sin embargo, alrededor de 200 brigadistas trabajan arduamente para extinguir el fuego que se ha propagada a un mayor sector al comenzar desde el pasado sábado 1 de junio.

Se precisó que el primer reporte del incendio forestal se dio en el predio de Nichupiachi, en donde existen comunidades cercanas en donde habitan de manera aislada una pequeña cantidad de familias Rarámuris, por lo cual, el paso del fuego consumió dos casas de madera y la casa del maestro, sin que hubiera heridos.

Los informantes indicaron que por momentos el fuego amenazó con extenderse a comunidades de mayor población como lo es el seccional de Sisoguichi, pero gracias a la participación de los brigadistas, se logró minimizar el peligro a través de “brechas cortafuego”, que permitieron aislar las llamas a zonas ya quemadas.

Asimismo, resaltaron que la idiosincrasia de los habitantes de Pueblos Indígenas impide llevar a cabo la evacuación de las familias que habitan en pequeñas rancherías, quienes se niegan a abandonar sus hogares, por lo cual los hombres se involucran en las acciones para sofocar el fuego, mientras que las mujeres permanecen en las viviendas, en las cuales realizan actividades como humedecer los inmuebles, y guardar sus pertenencias en caso de que el peligro aumente.

Los cerca de 200 brigadistas corresponden a la CEPC, así como de la cabecera municipal de Bocoyna, San Juanito, Ejido Arroyo de la Cabeza, Agujas y la Laguna por mencionar algunos, quienes desde el pasado sábado trabajan sin parar para controlar el fuego, mismo que ha consumido una importante cantidad de bosque, sin que se tenga el dato exacto de los daños.

Incluso, habitantes del seccional de Creel trascendieron en redes sociales la preocupación por la falta de visibilidad en el tramo carretero de Creel a San Rafael, esto por el humo existente en la zona por incendios que se extendieron a los bordes de la carretera, lo que provocó que funcionarios de casilla ubicados en Pitorreal, quedarán varados por la falta de visibilidad.

Ante los esfuerzos que realizan los brigadistas, se reactivaron los centros de acopio den diferentes puntos del estado, los cuales corresponden al Departamento de Bomberos de Cuauhtémoc, Comisión Nacional Forestal (CONAGO) establecida en San Juanito, San Rafael y Chihuahua, así como en Protección Civil Estatal, en donde se reciben alimentos no perecederos, agua y diversa herramienta.

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