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Por: José Luis Jáquez Balderrama
En un entorno altamente violento y de polarización política se organizan las elecciones del domingo 2 de junio de 2024, consideradas las más importantes en la época moderna en nuestro país.
El tema que sea confronta a los grupos que se disputan el poder.
Hoy son los libros de texto gratuitos, ayer fue el tren Maya y mañana, quizá sea un problema de seguridad nacional.
No hay un punto de acuerdo o consenso en bien de la democracia y por consecuencia de la sociedad mexicana.
Recuerdo una entrevista que hice al exgobernador Manuel Bernardo Aguirre, para El Heraldo de Chihuahua, en la que me dijo: “En política, lo más difícil es ponerse de acuerdo; pero cuando se logra, se beneficia a todo el pueblo, sobre todo con paz social”.
Esta reflexión del zorro de la política mexicana, así era llamado don Manuel, está lejos de alcanzarse, pero no es imposible.
Falta voluntad y amor a la patria.
Los delincuentes (organizados y no), dictadores y populistas no deben imponer su “ley” como está sucediendo, tristemente, en Ecuador y Guatemala.
Un mal ejemplo para la democracia.
En las próximas elecciones, unos 95 millones de mexicanos podrán ir a las urnas a elegir al que será el presidente número 66.
El 2 de junio participarán, de forma individual o coaligada (Frente Amplio por México), los partidos Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI), de la Revolución Democrática (PRD), Morena, Movimiento Ciudadano (MC), Verde Ecologista de México (PVEM) y del Trabajo (PT).
Se elegirán 128 senadores y 500 diputados federales, en tanto que se renovarán ocho gubernaturas y la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México: cinco de ellas gobernadas por Morena; dos por el PAN, una por MC y PES, respectivamente.
Además, en la capital también se elegirán a nuevos representantes de las 16 alcaldías; las gubernaturas de la Ciudad de México, Tabasco, Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Veracruz y Yucatán.
Con excepción de Coahuila (PRI), en donde además de la gubernatura se eligieron diputados locales en el presente año, los restantes congresos locales también deberán renovarse.
Y se incluyen mil 500 alcaldías.
Un proceso electoral complejo y peligroso, sobre todo por la polarización de los grupos de poder político y la influencia real de la delincuencia organizada.
México necesita el acuerdo o pacto de los grupos políticos, para llevar un proceso electoral en paz, sustentado en el respeto a las instituciones y cumplimiento del Estado de derecho.
Por: José Luis Jáquez Balderrama
En un entorno altamente violento y de polarización política se organizan las elecciones del domingo 2 de junio de 2024, consideradas las más importantes en la época moderna en nuestro país.
El tema que sea confronta a los grupos que se disputan el poder.
Hoy son los libros de texto gratuitos, ayer fue el tren Maya y mañana, quizá sea un problema de seguridad nacional.
No hay un punto de acuerdo o consenso en bien de la democracia y por consecuencia de la sociedad mexicana.
Recuerdo una entrevista que hice al exgobernador Manuel Bernardo Aguirre, para El Heraldo de Chihuahua, en la que me dijo: “En política, lo más difícil es ponerse de acuerdo; pero cuando se logra, se beneficia a todo el pueblo, sobre todo con paz social”.
Esta reflexión del zorro de la política mexicana, así era llamado don Manuel, está lejos de alcanzarse, pero no es imposible.
Falta voluntad y amor a la patria.
Los delincuentes (organizados y no), dictadores y populistas no deben imponer su “ley” como está sucediendo, tristemente, en Ecuador y Guatemala.
Un mal ejemplo para la democracia.
En las próximas elecciones, unos 95 millones de mexicanos podrán ir a las urnas a elegir al que será el presidente número 66.
El 2 de junio participarán, de forma individual o coaligada (Frente Amplio por México), los partidos Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI), de la Revolución Democrática (PRD), Morena, Movimiento Ciudadano (MC), Verde Ecologista de México (PVEM) y del Trabajo (PT).
Se elegirán 128 senadores y 500 diputados federales, en tanto que se renovarán ocho gubernaturas y la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México: cinco de ellas gobernadas por Morena; dos por el PAN, una por MC y PES, respectivamente.
Además, en la capital también se elegirán a nuevos representantes de las 16 alcaldías; las gubernaturas de la Ciudad de México, Tabasco, Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Veracruz y Yucatán.
Con excepción de Coahuila (PRI), en donde además de la gubernatura se eligieron diputados locales en el presente año, los restantes congresos locales también deberán renovarse.
Y se incluyen mil 500 alcaldías.
Un proceso electoral complejo y peligroso, sobre todo por la polarización de los grupos de poder político y la influencia real de la delincuencia organizada.
México necesita el acuerdo o pacto de los grupos políticos, para llevar un proceso electoral en paz, sustentado en el respeto a las instituciones y cumplimiento del Estado de derecho.
