El número de meretrices en la ciudad disminuyó tras la pandemia de Covid-19, señala el inspector de Sanidad
Meretrices abandonan Parral debido a la falta de trabajo; los nuevos destinos de estas mujeres son en la Sierra, Ciudad Juárez, Cuauhtémoc y Chihuahua, en donde arriban para buscar mejores oportunidades económicas.
De igual forma, existen quienes deciden permanecer en los mismos sitios a la espera de que clientes soliciten sus servicios, siendo registradas por semana, únicamente 20 meretrices.
La falta de ingresos económicos, a raíz de la pandemia por el Covid-19, ha afectado a gran parte de la sociedad, alcanzado de igual forma a las mujeres dedicadas a ser meretrices, oficio que ha sido catalogado como el más antiguo del mundo.
Ante esta situación, han optado por emprender nuevos destinos en busca de mejores oportunidades, debido a que señalan, que en Parral el trabajo disminuyó en gran medida, situación que ha provocado una crisis en sus ingresos.
El inspector de Sanidad, Román Rangel, manifestó que anteriormente se tenía un registro de 30 mujeres que ofrecían sus servicios sexuales en la ciudad; sin embargo, este número disminuyó a 20 personas, quienes acuden semanalmente a realizar sus revisiones de salud.
Explicó que los nuevos destinos de quienes emigran de Parral, son en partes de la Sierra, Chihuahua, Cuauhtémoc y Juárez, lugares en donde ellas consideran que tendrán una mejor oportunidad de trabajo, al ser lugares con mayor población.
De igual forma, existen quienes aún permanecen en sus mismos sitios a la espera de que arriben clientes solicitando sus servicios; “Hemos visto que la economía de ellas se ha visto afectada, por ello, han decidido irse de aquí, las cantinas lucen vacías, sólo en la calle Flores Magón permanecen las mismas mujeres”.
Explicó que cada semana, se registran de 15 a 20 mujeres, quienes acuden a su control de salud, a fin de prevenir, detectar y protegerse de enfermedades de transmisión sexual.
Detalló que a través de las revisiones semanales, lograron detectar dos casos de cáncer de cuello uterino, apoyando a las mujeres mediante la canalización a hospitales, a fin de que lleven a cabo el tratamiento adecuado.
“La enfermera que las revisa tiene más de 30 años trabajando con ellas, ya existe confianza, ella las ha apoyado mucho, como en estos casos recientes, en los que lamentablemente se les detectó cáncer a dos mujeres; sin embargo, debido a la revisión oportuna, se logró detectar esta situación para apoyarlas en su salud”.
Meretrices abandonan Parral debido a la falta de trabajo; los nuevos destinos de estas mujeres son en la Sierra, Ciudad Juárez, Cuauhtémoc y Chihuahua, en donde arriban para buscar mejores oportunidades económicas.
De igual forma, existen quienes deciden permanecer en los mismos sitios a la espera de que clientes soliciten sus servicios, siendo registradas por semana, únicamente 20 meretrices.
La falta de ingresos económicos, a raíz de la pandemia por el Covid-19, ha afectado a gran parte de la sociedad, alcanzado de igual forma a las mujeres dedicadas a ser meretrices, oficio que ha sido catalogado como el más antiguo del mundo.
Ante esta situación, han optado por emprender nuevos destinos en busca de mejores oportunidades, debido a que señalan, que en Parral el trabajo disminuyó en gran medida, situación que ha provocado una crisis en sus ingresos.
El inspector de Sanidad, Román Rangel, manifestó que anteriormente se tenía un registro de 30 mujeres que ofrecían sus servicios sexuales en la ciudad; sin embargo, este número disminuyó a 20 personas, quienes acuden semanalmente a realizar sus revisiones de salud.
Explicó que los nuevos destinos de quienes emigran de Parral, son en partes de la Sierra, Chihuahua, Cuauhtémoc y Juárez, lugares en donde ellas consideran que tendrán una mejor oportunidad de trabajo, al ser lugares con mayor población.
De igual forma, existen quienes aún permanecen en sus mismos sitios a la espera de que arriben clientes solicitando sus servicios; “Hemos visto que la economía de ellas se ha visto afectada, por ello, han decidido irse de aquí, las cantinas lucen vacías, sólo en la calle Flores Magón permanecen las mismas mujeres”.
Explicó que cada semana, se registran de 15 a 20 mujeres, quienes acuden a su control de salud, a fin de prevenir, detectar y protegerse de enfermedades de transmisión sexual.
Detalló que a través de las revisiones semanales, lograron detectar dos casos de cáncer de cuello uterino, apoyando a las mujeres mediante la canalización a hospitales, a fin de que lleven a cabo el tratamiento adecuado.
“La enfermera que las revisa tiene más de 30 años trabajando con ellas, ya existe confianza, ella las ha apoyado mucho, como en estos casos recientes, en los que lamentablemente se les detectó cáncer a dos mujeres; sin embargo, debido a la revisión oportuna, se logró detectar esta situación para apoyarlas en su salud”.
