Techo de la deuda de EU y sus posibles riesgos en el corto plazo

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El 1º de junio es la fecha límite para que el gobierno de los Estados Unidos pague sus obligaciones de deuda.
Las proyecciones financieras indican que, si no se eleva el techo de la capacidad de endeudamiento, el Ejecutivo estadounidense no podrá cumplir con los pagos.

El techo de la deuda se estableció por primera vez en 1917, con lo cual ya no era necesario que solicitara aprobación a los legisladores mientras el total de la deuda se encontrara bajo el techo de endeudamiento.

A partir de ahí, este límite se ha elevado 78 veces y actualmente se encuentra en un nivel de 31.
4 mil millones de dólares, límite aprobado el 16 de diciembre de 2021.
Han sido ya varias las crisis que se han dado cuando las negociaciones políticas se han complicado.
En 1985 se dio la primera crisis cuando el Congreso desaprobó el aumento del techo de la deuda.
En los años 1995 y 1996, las complicadas negociaciones entre el presidente Clinton y el Congreso llevaron a dos cierres parciales del gobierno federal.
En 2011, durante el mandato de Obama, la crisis de negociación de la deuda ocasionó que por primera vez la calificación crediticia de Standard & Poor's pasara de AAA a AA+.
Otra crisis durante la presidencia de Obama, ocasionada por la desaprobación del financiamiento del programa de salud Obamacare mediante el aumento del techo, ocasionó el cierre del gobierno por un par de semanas.
Caso contrario a una crisis, durante 2019, el Congreso acordó quitar el techo de endeudamiento hasta julio de 2021, precisamente para evitar una crisis.

Son varios los efectos que puede tener la imposibilidad de tener acceso a más deuda.
El gobierno seguramente priorizará cumplir con sus obligaciones de deuda, por lo cual se podrían retrasar los pagos a empleados y de seguridad social.
Los asesores de la Casa Blanca consideran que, si se llegara al punto de incumplimiento de deuda, se podría tener una reducción en el PIB del 6% y una pérdida de medio millón de empleos, y de prolongarse, la cifra podría llegar a la pérdida de más de ocho millones de empleos.
Esto muy posiblemente terminaría en una recesión, con lo cual se tendría una disminución en la inversión y el gasto.

También el incumplimiento del pago de la deuda afectaría la calificación crediticia e igualmente podría llegar a tener una fuerte afectación en los mercados financieros globales, por lo cual los inversionistas buscarían resguardar sus capitales en inversiones más seguras, afectando a los mercados emergentes.

Como ya ha sucedido anteriormente, el gobierno podría considerar cerrar algunos de sus servicios y despedir temporalmente a miles de empleados.
Esta medida también se utiliza como una acción de presión a los legisladores para que suavicen sus posiciones de negociación.

Los puntos de conflicto entre el Congreso, particularmente con el republicano Kevin McCarthy, y el presidente Biden son las dos condiciones que el republicano propone: que el Senado apruebe la iniciativa a favor de recortes por 4.
8 mil millones de dólares mediante la eliminación de exenciones fiscales a inversiones de energía limpia y el perdón de la deuda a préstamos estudiantiles.
Biden se niega y solicita que primero se apruebe el techo y después se negocien los recortes.

Esperamos que estas negociaciones se logren concretar.
Ya sabemos que un leve resfriado en Estados Unidos, en México se convierte en neumonía.

El 1º de junio es la fecha límite para que el gobierno de los Estados Unidos pague sus obligaciones de deuda.
Las proyecciones financieras indican que, si no se eleva el techo de la capacidad de endeudamiento, el Ejecutivo estadounidense no podrá cumplir con los pagos.

El techo de la deuda se estableció por primera vez en 1917, con lo cual ya no era necesario que solicitara aprobación a los legisladores mientras el total de la deuda se encontrara bajo el techo de endeudamiento.

A partir de ahí, este límite se ha elevado 78 veces y actualmente se encuentra en un nivel de 31.
4 mil millones de dólares, límite aprobado el 16 de diciembre de 2021.
Han sido ya varias las crisis que se han dado cuando las negociaciones políticas se han complicado.
En 1985 se dio la primera crisis cuando el Congreso desaprobó el aumento del techo de la deuda.
En los años 1995 y 1996, las complicadas negociaciones entre el presidente Clinton y el Congreso llevaron a dos cierres parciales del gobierno federal.
En 2011, durante el mandato de Obama, la crisis de negociación de la deuda ocasionó que por primera vez la calificación crediticia de Standard & Poor's pasara de AAA a AA+.
Otra crisis durante la presidencia de Obama, ocasionada por la desaprobación del financiamiento del programa de salud Obamacare mediante el aumento del techo, ocasionó el cierre del gobierno por un par de semanas.
Caso contrario a una crisis, durante 2019, el Congreso acordó quitar el techo de endeudamiento hasta julio de 2021, precisamente para evitar una crisis.

Son varios los efectos que puede tener la imposibilidad de tener acceso a más deuda.
El gobierno seguramente priorizará cumplir con sus obligaciones de deuda, por lo cual se podrían retrasar los pagos a empleados y de seguridad social.
Los asesores de la Casa Blanca consideran que, si se llegara al punto de incumplimiento de deuda, se podría tener una reducción en el PIB del 6% y una pérdida de medio millón de empleos, y de prolongarse, la cifra podría llegar a la pérdida de más de ocho millones de empleos.
Esto muy posiblemente terminaría en una recesión, con lo cual se tendría una disminución en la inversión y el gasto.

También el incumplimiento del pago de la deuda afectaría la calificación crediticia e igualmente podría llegar a tener una fuerte afectación en los mercados financieros globales, por lo cual los inversionistas buscarían resguardar sus capitales en inversiones más seguras, afectando a los mercados emergentes.

Como ya ha sucedido anteriormente, el gobierno podría considerar cerrar algunos de sus servicios y despedir temporalmente a miles de empleados.
Esta medida también se utiliza como una acción de presión a los legisladores para que suavicen sus posiciones de negociación.

Los puntos de conflicto entre el Congreso, particularmente con el republicano Kevin McCarthy, y el presidente Biden son las dos condiciones que el republicano propone: que el Senado apruebe la iniciativa a favor de recortes por 4.
8 mil millones de dólares mediante la eliminación de exenciones fiscales a inversiones de energía limpia y el perdón de la deuda a préstamos estudiantiles.
Biden se niega y solicita que primero se apruebe el techo y después se negocien los recortes.

Esperamos que estas negociaciones se logren concretar.
Ya sabemos que un leve resfriado en Estados Unidos, en México se convierte en neumonía.

Osvaldo

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