¿Te han mandado ‘nudes’ sin pedirlas? Puedes denunciarlo, es ciberflashing

¿Qué pasa cuando llega contenido íntimo o sexual no solicitado? A esto se le llama ciberacoso o cyberflashing y se puede denunciar ante autoridades

Las redes sociales y sus vías de comunicación e interacción representan un océano de posibilidades, con la ida y vuelta de la información podemos crear una línea directa para vender, conversar, enviar archivos, y al mismo tiempo crear relaciones digitales tanto de amistad, de negocios, de amor, entre otras.

Justamente es por este tránsito de datos, contenidos y su mal uso, que se ha aprovechado para la exposición de fotos o videos de contenido sexual explícito, tanto de hombres como de mujeres, pero en muchos de los casos no hay consentimiento de la persona que recibe el material.

¿Qué pasa cuando se cruza la barrera invisible de la privacidad y el respeto y nos llega contenido íntimo o sexual no solicitado? A esto se le llama ciberacoso o cyberflashing; te preguntarás por qué, pongamos un ejemplo:

Digamos que va caminando de día por la banqueta del Centro de la ciudad, pensando en la fila del banco que tendrá que hacer, que podrá llegar temprano a su cita para cerrar ese trato importante, que no sabe por dónde empezar con la montaña de ropa que le espera para lavar el fin de semana.

En fin, usted tiene su mente ocupada con sus pensamientos y sus pendientes, y de la nada se aparece frente a usted una persona que le muestra sus partes íntimas; usted no lo conoce, invade su libre tránsito y además literalmente lo está obligando a ver, aunque sea por un mínimo instante, eso es acoso de un exhibicionista, pero acoso al fin y al cabo.

Bueno, ahora imagínate con tu celular en mano, estás con tu familia rodeada de tus hijos, tal vez está tomando un café con tus amigas o en una reunión del trabajo y le llega la notificación de un mensaje con un archivo adjunto, lo abres y a simple vista es un mensaje normal, pero al darle clic o descargar el contenido se trata de una “nude” o un foto/video explícito sexual.

Al menos los primeros segundos o milésimas de segundo ves cómo el emisor del mensaje juguetea con sus partes íntimas, o está en alguna posición exhibicionista, y además acompaña el dato adjunto de algún mensaje escrito que dice algo así: “¿Qué opinas?”, “¿Jugamos?” “Estaba pensando en ti”, “¿Te gustaría probar?”.

Estas, entre muchas otras frases que incluso pudieran ir dirigidas con lenguaje soez, fueron enviadas a ti, que indirectamente fuiste obligada u obligado a ver y leer un mensaje con contenido sexual que no solicitaste; esto entra dentro del ciberacoso.

Los especialistas en el tema indican que tanto mujeres como hombres pueden ser víctimas de lo que se conoce como ciberacoso, y que el mismo puede provenir de usuarios que no están en la lista de contactos, pero incluso hasta de amigos o conocidos, que aparentemente tienen una necesidad muy elevada de atención.

Dicho estudio especifica que las víctimas por ciberacoso aumentaron en un 21,7%, siendo las mujeres las más afectadas.

Ante esto, el fundador de la Asociación Civil Sonora Ciberseguro, José Manuel Acosta, explicó que el hecho de que una persona envíe contenido de sí mismo a otra persona sin su consentimiento no está tipificado como un delito, en cambio, sí está tipificado como delito probatorio la violación a la intimidad, es decir, cuando otra persona distribuye y/o comercializa imágenes o videos sin el consentimiento de la víctima, y puede ser castigado de seis a diez años de cárcel.

“En Sonora, durante los tres años, desde que iniciamos Sonora Cibersegura hemos recibido dos reportes de casos de hombres que dijeron ser víctimas de ciberacoso, contra 300 casos de mujeres que han sido acosadas vía redes sociales, ya sea con mensajes insistentes o datos adjuntos con contenido sexual”, comentó.

Aunque estas conductas, el ciberacoso o el ciberflashing no sean perseguidas de oficio por la Ley, sí pueden ser reportadas y monitoreadas.

Jesús Mario Gastélum Rochín, director de análisis de información de la Unidad Cibernética de la Secretaría de Seguridad Pública, describió que de los reportes que reciben, los que más se generan son por ciberbullying; casos en los que los quejosos reportan haber sido exhibidos en las llamadas “páginas de quemazón” de las redes sociales.

Este tipo de acoso tiene como modo de operar la publicación de una fotografía que incluye comentarios ofensivos, situación que en el último trimestre han tenido 15 casos, pero en lo que va del año contabilizan 36.

El funcionario estatal indicó que la Unidad Cibernética es una herramienta de prevención que brinda apoyo a los ciudadanos a través de la Fiscalía del Estado, una vez que la víctima realizó su denuncia, y en estas pueden entrar también los casos de ciberacoso por mensajes recibidos con contenido sexual no solicitado.

En cualquiera de las denuncias que requieran su participación, su papel es investigar y recabar datos que sirvan como pruebas, que van desde definir el perfil del agresor, historiales de navegación, incluso recuperar conversaciones que fueron borradas.

Como autoridad gubernamental solicitan la retención de datos de las cuentas que señalen la víctima, directamente con Meta (en el caso de Facebook, WhatsApp e Instagram), para recabar toda la información, misma que se comparte únicamente con la Fiscalía, en caso de que la dependencia haya solicitado esto, y así puedan dar con el responsable de los actos de acoso.

Recalcó que estas acciones de investigación se efectúan únicamente cuando hay una presunción de que se cometió un delito de algún tipo y existe una investigación en marcha que haya sido solicitada por la Fiscalía del Estado, que al final será la instancia que determine el tipo de medidas a tomar para dictar cualquier tipo de sentencia contra el presunto responsable por acoso, daño patrimonial, daño psicológico o lo que pudiera resultar.

Las redes sociales y sus vías de comunicación e interacción representan un océano de posibilidades, con la ida y vuelta de la información podemos crear una línea directa para vender, conversar, enviar archivos, y al mismo tiempo crear relaciones digitales tanto de amistad, de negocios, de amor, entre otras.

Justamente es por este tránsito de datos, contenidos y su mal uso, que se ha aprovechado para la exposición de fotos o videos de contenido sexual explícito, tanto de hombres como de mujeres, pero en muchos de los casos no hay consentimiento de la persona que recibe el material.

¿Qué pasa cuando se cruza la barrera invisible de la privacidad y el respeto y nos llega contenido íntimo o sexual no solicitado? A esto se le llama ciberacoso o cyberflashing; te preguntarás por qué, pongamos un ejemplo:

Digamos que va caminando de día por la banqueta del Centro de la ciudad, pensando en la fila del banco que tendrá que hacer, que podrá llegar temprano a su cita para cerrar ese trato importante, que no sabe por dónde empezar con la montaña de ropa que le espera para lavar el fin de semana.

En fin, usted tiene su mente ocupada con sus pensamientos y sus pendientes, y de la nada se aparece frente a usted una persona que le muestra sus partes íntimas; usted no lo conoce, invade su libre tránsito y además literalmente lo está obligando a ver, aunque sea por un mínimo instante, eso es acoso de un exhibicionista, pero acoso al fin y al cabo.

Bueno, ahora imagínate con tu celular en mano, estás con tu familia rodeada de tus hijos, tal vez está tomando un café con tus amigas o en una reunión del trabajo y le llega la notificación de un mensaje con un archivo adjunto, lo abres y a simple vista es un mensaje normal, pero al darle clic o descargar el contenido se trata de una “nude” o un foto/video explícito sexual.

Al menos los primeros segundos o milésimas de segundo ves cómo el emisor del mensaje juguetea con sus partes íntimas, o está en alguna posición exhibicionista, y además acompaña el dato adjunto de algún mensaje escrito que dice algo así: “¿Qué opinas?”, “¿Jugamos?” “Estaba pensando en ti”, “¿Te gustaría probar?”.

Estas, entre muchas otras frases que incluso pudieran ir dirigidas con lenguaje soez, fueron enviadas a ti, que indirectamente fuiste obligada u obligado a ver y leer un mensaje con contenido sexual que no solicitaste; esto entra dentro del ciberacoso.

Los especialistas en el tema indican que tanto mujeres como hombres pueden ser víctimas de lo que se conoce como ciberacoso, y que el mismo puede provenir de usuarios que no están en la lista de contactos, pero incluso hasta de amigos o conocidos, que aparentemente tienen una necesidad muy elevada de atención.

Dicho estudio especifica que las víctimas por ciberacoso aumentaron en un 21,7%, siendo las mujeres las más afectadas.

Ante esto, el fundador de la Asociación Civil Sonora Ciberseguro, José Manuel Acosta, explicó que el hecho de que una persona envíe contenido de sí mismo a otra persona sin su consentimiento no está tipificado como un delito, en cambio, sí está tipificado como delito probatorio la violación a la intimidad, es decir, cuando otra persona distribuye y/o comercializa imágenes o videos sin el consentimiento de la víctima, y puede ser castigado de seis a diez años de cárcel.

“En Sonora, durante los tres años, desde que iniciamos Sonora Cibersegura hemos recibido dos reportes de casos de hombres que dijeron ser víctimas de ciberacoso, contra 300 casos de mujeres que han sido acosadas vía redes sociales, ya sea con mensajes insistentes o datos adjuntos con contenido sexual”, comentó.

Aunque estas conductas, el ciberacoso o el ciberflashing no sean perseguidas de oficio por la Ley, sí pueden ser reportadas y monitoreadas.

Jesús Mario Gastélum Rochín, director de análisis de información de la Unidad Cibernética de la Secretaría de Seguridad Pública, describió que de los reportes que reciben, los que más se generan son por ciberbullying; casos en los que los quejosos reportan haber sido exhibidos en las llamadas “páginas de quemazón” de las redes sociales.

Este tipo de acoso tiene como modo de operar la publicación de una fotografía que incluye comentarios ofensivos, situación que en el último trimestre han tenido 15 casos, pero en lo que va del año contabilizan 36.

El funcionario estatal indicó que la Unidad Cibernética es una herramienta de prevención que brinda apoyo a los ciudadanos a través de la Fiscalía del Estado, una vez que la víctima realizó su denuncia, y en estas pueden entrar también los casos de ciberacoso por mensajes recibidos con contenido sexual no solicitado.

En cualquiera de las denuncias que requieran su participación, su papel es investigar y recabar datos que sirvan como pruebas, que van desde definir el perfil del agresor, historiales de navegación, incluso recuperar conversaciones que fueron borradas.

Como autoridad gubernamental solicitan la retención de datos de las cuentas que señalen la víctima, directamente con Meta (en el caso de Facebook, WhatsApp e Instagram), para recabar toda la información, misma que se comparte únicamente con la Fiscalía, en caso de que la dependencia haya solicitado esto, y así puedan dar con el responsable de los actos de acoso.

Recalcó que estas acciones de investigación se efectúan únicamente cuando hay una presunción de que se cometió un delito de algún tipo y existe una investigación en marcha que haya sido solicitada por la Fiscalía del Estado, que al final será la instancia que determine el tipo de medidas a tomar para dictar cualquier tipo de sentencia contra el presunto responsable por acoso, daño patrimonial, daño psicológico o lo que pudiera resultar.

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