Integrantes del “El Barzón” afirmaron que existen elementos que muestran la responsabilidad de las estafas desde el interior de los bancos
Clientes de la institución bancaria Santander de la ciudad de Cuauhtémoc informaron sobre presuntas estafas, en las que señalan a empleados de dicho banco como los responsables de ello, esto, al asegurar que al realizar algunos trámites vía telefónica, se utilizaron aplicaciones y correos de Santander.
Entre las denuncias que se hicieron públicas, destacan por los menos tres casos en los que clientes fueron notificados de intentos de hackeo, esto, a través del número telefónico 55 5169 43 04, que, de acuerdo a los quejosos, es del conmutador de Santander.
Señalan que una mujer dijo ser trabajadora de dicho banco, para lo cual compartir su nombre completo y número de empleada, además de conocer a detalle los movimientos hechos por el cuentahabiente, mismos que le hicieron llegar al momento a su correo electrónico.
Al establecer que en verdad se trataba de personal de banco, los denunciantes indicaron que fueron asesorados para realizar algunos movimientos para evitar ser hackeados y con ello, no perder su dinero, afirmando por parte de los clientes que en ningún momento otorgaron información de sus tarjetas a la interlocutora.
Pese a ello, recibieron algunos folios para realizar retiros en cajeros automáticos sin la necesidad del uso de sus tarjetas, sin embargo, al tratar de hacerlo, se dieron cuenta del robo de su capital, cantidades que van de los 3 mil a los 10 mil pesos.
Al pedir asesoría a los ejecutivos del banco, estos aseguraron que se trataba de una estafa, por lo que apoyaron a los afectados llamando a la Ciudad de México para la aclaración correspondiente, detectando que la llamada fue al mismo número de donde provino la estafa.
Previo a ello, los afectados afirmaron haber intentado comunicarse al número telefónico asignado en sus aplicaciones, sin embargo, fueron notificados que su número fue bloqueado, mientras que al salir la llamada de una sucursal del banco fueron atendidos por una operadora y no por una grabadora, como sucedió en el primer intento.
Al no ser la primera vez que ocurren este tipo de fraudes, integrantes del “El Barzón”, afirmaron que existen elementos que muestran la responsabilidad de las estafas del interior de los bancos, ya que con ello obligan a los clientes a pagar seguros de “blindaje” de sus tarjetas por cantidades indeterminadas de dinero, lo que afecta la economía de los cuentahabientes.
Clientes de la institución bancaria Santander de la ciudad de Cuauhtémoc informaron sobre presuntas estafas, en las que señalan a empleados de dicho banco como los responsables de ello, esto, al asegurar que al realizar algunos trámites vía telefónica, se utilizaron aplicaciones y correos de Santander.
Entre las denuncias que se hicieron públicas, destacan por los menos tres casos en los que clientes fueron notificados de intentos de hackeo, esto, a través del número telefónico 55 5169 43 04, que, de acuerdo a los quejosos, es del conmutador de Santander.
Señalan que una mujer dijo ser trabajadora de dicho banco, para lo cual compartir su nombre completo y número de empleada, además de conocer a detalle los movimientos hechos por el cuentahabiente, mismos que le hicieron llegar al momento a su correo electrónico.
Al establecer que en verdad se trataba de personal de banco, los denunciantes indicaron que fueron asesorados para realizar algunos movimientos para evitar ser hackeados y con ello, no perder su dinero, afirmando por parte de los clientes que en ningún momento otorgaron información de sus tarjetas a la interlocutora.
Pese a ello, recibieron algunos folios para realizar retiros en cajeros automáticos sin la necesidad del uso de sus tarjetas, sin embargo, al tratar de hacerlo, se dieron cuenta del robo de su capital, cantidades que van de los 3 mil a los 10 mil pesos.
Al pedir asesoría a los ejecutivos del banco, estos aseguraron que se trataba de una estafa, por lo que apoyaron a los afectados llamando a la Ciudad de México para la aclaración correspondiente, detectando que la llamada fue al mismo número de donde provino la estafa.
Previo a ello, los afectados afirmaron haber intentado comunicarse al número telefónico asignado en sus aplicaciones, sin embargo, fueron notificados que su número fue bloqueado, mientras que al salir la llamada de una sucursal del banco fueron atendidos por una operadora y no por una grabadora, como sucedió en el primer intento.
Al no ser la primera vez que ocurren este tipo de fraudes, integrantes del “El Barzón”, afirmaron que existen elementos que muestran la responsabilidad de las estafas del interior de los bancos, ya que con ello obligan a los clientes a pagar seguros de “blindaje” de sus tarjetas por cantidades indeterminadas de dinero, lo que afecta la economía de los cuentahabientes.
