Las paletas Germania de Santa Isabel, que son simplemente una delicia y lo mejor es que son muy económicas
No cabe duda que la gastronomía de Chihuahua es una de las más deliciosas de todo el país, sin embargo, el estado no sólo resalta por los sabores salados que ofrece a los habitantes y a los turistas que vienen a conocer, sino también por sus deliciosos dulces, postres y panadería.
Que si los dulces de leche con nuez, las rayadas, los panes que elaboran los menonitas en Cuauhtémoc y un infaltable para quienes visiten el estado, las paletas Germania de Santa Isabel, que son simplemente una delicia y lo mejor es que son muy económicas.
Las paletas Germania se encuentran en el municipio de Santa Isabel, sin embargo, al tener mucha cercanía con Chihuahua capital, es muy común que la gente vaya y venga sin mucho problema.
El municipio de Santa Isabel se encuentra ubicado a sólo 51.
9 kilómetros de Chihuahua capital, por lo que se puede llegar fácilmente en cuestión de 45 minutos o menos, depende del tráfico que haya y la velocidad del vehículo.
Esos 90 minutos de viaje de ida y vuelta, valen totalmente la pena, pues te aseguramos que probarás un manjar dulce que te hará querer regresar una y otra vez.
La paletería actualmente lleva más de 60 años funcionando de manera ininterrumpida y lo que los ha llevado a tener tal éxito, es que utilizan productos 100% naturales que ayudan a realzar el sabor de las paletas.
Durante el verano se venden más de 3 mil paletas diarias, 2 mil en otoño y debido a la baja demanda, cierran de enero a febrero.
El menú de las paletas Germania consta de más de 20 deliciosos sabores que se dividen en agua y crema, acá te decimos cuáles son:
Paletas de agua:
Limón, melón, sandía, piña, jamaica, tamarindo y naranja.
Paletas de crema:
Aguacate, nuez, mango, chocolate, vainilla, coco, plátano, fresa, café, guayaba, melón, cacahuate, durazno y cereza.
Las paletas de agua tienen un costo de entre 8 y 10 pesos y las de crema cuestan aproximadamente entre 14 y 16 pesos.
La historia de las paletas Germania empieza desde hace más de 60 años, cuando el señor Hans Fischer y esposa Guadalupe Díaz, junto con su hija Xóchitl Fischer Díaz llegaron a Santa Isabel en 1958 en busca de nuevas oportunidades laborales, debido a que Hans tenía una lesión en la pierna, lo que le imposibilitaba continuar trabajando en la mina donde estaba.
Al comienzo, intentaron echar a andar una refaccionaria, sin embargo, no funcionó como la familia esperaba, por lo que decidieron aprovechar el calor de la región para vender refrescos.
Poco a poco y gracias a la idea de algunos vecinos, comenzaron a vender paletas para ayudar a la gente a refrescarse y de paso ganarse un dinerito.
La señora Guadalupe Díaz fue quien empezó a elaborar aproximadamente 20 paletas diarias de diferentes sabores que con el tiempo fueron incrementando hasta las más de 3 mil que se venden a diario actualmente.
En 1960 fue cuando entraron de lleno al negocio de las paletas y su éxito fue tal que incluso a la fecha, hay personas de todo el país y de todo el mundo que van hasta Santa Isabel sólo para deleitarse con su delicioso sabor.
La heredera de las paletas Germania, Xóchitl Fischer, en una entrevista, comentó que a su madre no le gustaba utilizar ningún tipo de maquinaria para la fabricación de las paletas y prefería hacerlas de forma artesanal aunque fuera más tardado.
De igual forma, al inicio este negocio fue complicado puesto que no tenían electricidad y la hielera que tenían era de gas, por lo que tenían que pararse durante la madrugada para poder ponerle diesel, lo que resultaba algo pesado, sobretodo para Hans Fischer, quien tenía una lesión en la pierna.
Al morir el señor Hans Fischer y la señora Guadalupe Díaz, su hija, Xóchitl Fischer se quedó a cargo de la paletería, y aunque le hicieron muchas ofertas para comprársela, ella nunca aceptó ninguna y estuvo al frente de Paletas Germania hasta el 2020, cuando lamentablemente falleció.
Pese a que los dueños originales fallecieron, las paletas Germania mantienen el delicioso sabor que las distingue desde hace más de 60 años.
No cabe duda que la gastronomía de Chihuahua es una de las más deliciosas de todo el país, sin embargo, el estado no sólo resalta por los sabores salados que ofrece a los habitantes y a los turistas que vienen a conocer, sino también por sus deliciosos dulces, postres y panadería.
Que si los dulces de leche con nuez, las rayadas, los panes que elaboran los menonitas en Cuauhtémoc y un infaltable para quienes visiten el estado, las paletas Germania de Santa Isabel, que son simplemente una delicia y lo mejor es que son muy económicas.
Las paletas Germania se encuentran en el municipio de Santa Isabel, sin embargo, al tener mucha cercanía con Chihuahua capital, es muy común que la gente vaya y venga sin mucho problema.
El municipio de Santa Isabel se encuentra ubicado a sólo 51.
9 kilómetros de Chihuahua capital, por lo que se puede llegar fácilmente en cuestión de 45 minutos o menos, depende del tráfico que haya y la velocidad del vehículo.
Esos 90 minutos de viaje de ida y vuelta, valen totalmente la pena, pues te aseguramos que probarás un manjar dulce que te hará querer regresar una y otra vez.
La paletería actualmente lleva más de 60 años funcionando de manera ininterrumpida y lo que los ha llevado a tener tal éxito, es que utilizan productos 100% naturales que ayudan a realzar el sabor de las paletas.
Durante el verano se venden más de 3 mil paletas diarias, 2 mil en otoño y debido a la baja demanda, cierran de enero a febrero.
El menú de las paletas Germania consta de más de 20 deliciosos sabores que se dividen en agua y crema, acá te decimos cuáles son:
Paletas de agua:
Limón, melón, sandía, piña, jamaica, tamarindo y naranja.
Paletas de crema:
Aguacate, nuez, mango, chocolate, vainilla, coco, plátano, fresa, café, guayaba, melón, cacahuate, durazno y cereza.
Las paletas de agua tienen un costo de entre 8 y 10 pesos y las de crema cuestan aproximadamente entre 14 y 16 pesos.
La historia de las paletas Germania empieza desde hace más de 60 años, cuando el señor Hans Fischer y esposa Guadalupe Díaz, junto con su hija Xóchitl Fischer Díaz llegaron a Santa Isabel en 1958 en busca de nuevas oportunidades laborales, debido a que Hans tenía una lesión en la pierna, lo que le imposibilitaba continuar trabajando en la mina donde estaba.
Al comienzo, intentaron echar a andar una refaccionaria, sin embargo, no funcionó como la familia esperaba, por lo que decidieron aprovechar el calor de la región para vender refrescos.
Poco a poco y gracias a la idea de algunos vecinos, comenzaron a vender paletas para ayudar a la gente a refrescarse y de paso ganarse un dinerito.
La señora Guadalupe Díaz fue quien empezó a elaborar aproximadamente 20 paletas diarias de diferentes sabores que con el tiempo fueron incrementando hasta las más de 3 mil que se venden a diario actualmente.
En 1960 fue cuando entraron de lleno al negocio de las paletas y su éxito fue tal que incluso a la fecha, hay personas de todo el país y de todo el mundo que van hasta Santa Isabel sólo para deleitarse con su delicioso sabor.
La heredera de las paletas Germania, Xóchitl Fischer, en una entrevista, comentó que a su madre no le gustaba utilizar ningún tipo de maquinaria para la fabricación de las paletas y prefería hacerlas de forma artesanal aunque fuera más tardado.
De igual forma, al inicio este negocio fue complicado puesto que no tenían electricidad y la hielera que tenían era de gas, por lo que tenían que pararse durante la madrugada para poder ponerle diesel, lo que resultaba algo pesado, sobretodo para Hans Fischer, quien tenía una lesión en la pierna.
Al morir el señor Hans Fischer y la señora Guadalupe Díaz, su hija, Xóchitl Fischer se quedó a cargo de la paletería, y aunque le hicieron muchas ofertas para comprársela, ella nunca aceptó ninguna y estuvo al frente de Paletas Germania hasta el 2020, cuando lamentablemente falleció.
Pese a que los dueños originales fallecieron, las paletas Germania mantienen el delicioso sabor que las distingue desde hace más de 60 años.
