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Por Cruz Pérez Cuéllar
La transformación de Ciudad Juárez no es sólo un discurso, trabajamos literalmente día y noche para que sea palpable, a pesar del rezago, del siempre escaso presupuesto, a pesar de los pesares, y lo estamos logrando con hechos sustanciales y perceptibles, pero también con obras y servicios que están destinados a mejorar la vida de los ciudadanos.
Los cambios deben ser de fondo, lo entiendo con claridad, pero como decía un amigo filósofo que en paz descanse: “No sólo hay que ser, también hay que parecer”, y en términos de existencialismo político y social, podemos decir que no basta con sentar las bases de la transformación, también hay que hacer notar en la superficie el cambio con actitud y de imagen.
No basta entonces con instrumentar medidas radicales que fomenten el cambio requerido, como las políticas de austeridad que implementamos desde el inicio de nuestra gestión, en la que se eliminaron gastos superfluos como viáticos y gastos de representación, autos nuevos para los funcionarios recién llegados o la adquisición de inmuebles y lujos de oficina, todo eso fue reemplazado con más servicios y más presupuesto para obras.
Con este principio, no basta eficientar los recursos por área, eliminar las direcciones innecesarias; como tampoco doblar las horas de trabajo, crear jornadas nocturnas, contratar a más personal y hacer más con el que ya tenemos.
No es suficiente.
Tenemos también que mejorar la imagen, y desde las primeras horas de nuestro encargo comenzamos con la limpieza de la ciudad, desde la entrada sur, en las colonias, y avenidas principales.
Ahora lo estamos haciendo con ahínco en el Centro Histórico que tenían acaparado cientos de vendedores ambulantes, pero que generaba muy mala imagen y un despropósito perfecto, porque inhibía la compra a los vendedores formales que ahí se asientan, o simplemente la visita de más juarenses a los lugares turísticos con que cuenta la zona.
Y como bien se dice: “el sol nace para todos”, no estamos tratando de bloquear a nadie, alrededor de 500 vendedores desalojados fueron reubicados en zonas aledañas, muchos de ellos a un costado del Gimnasio Municipal Josué Neri Santos y también en la plaza Guadalupe, que está junto al Instituto Municipal de las Mujeres.
Otros ambulantes podrán ser reubicados en otros puntos del centro.
No fue una acción repentina lo estuvimos platicando con ellos con mucha anticipación, incluso les dijimos el día que iríamos a desalojar.
El trabajo fue limpio, y el resultado monumental, mejoró sustancialmente la imagen de las principales avenidas del Centro Histórico, sobre todo después de una buena limpieza, mantenimiento de bancas, alumbrado, entre otros.
Agradezco a los comerciantes organizados que estuvieron siempre de acuerdo con el operativo y han colaborado sustancialmente con las distintas áreas del municipio para que el cambio de imagen sea radical, que se note.
Se habló inclusive de unificar el diseño de fachadas de los negocios en varias calles.
En el caso de los integrantes de los pueblos originarios se busca reubicarlos en la Plaza Juan Gabriel, donde se les condonará los pagos y les daremos otras facilidades para que no tengan mayor problema en su reubicación.
En próximas fechas estaremos trabajando también en otras calles del centro, para ampliar la zona de convivencia familiar, donde se pretende instalar una serie de amenidades para que sean más familias las que disfruten de ese lugar.
Además mantendremos la presencia de elementos de la Policía Municipal diariamente, para evitar el intento de reinstalarse a los anteriores ambulantes o recién llegados.
La buena imagen ayuda mucho a generar una percepción positiva de lo que hacemos en conjunto, el gobierno municipal y sectores sociales, para lograr el bienestar general, pero que a veces permanece oculto: hay mucho trabajo, mucho esfuerzo y recursos empleados, y con ello nos damos cuenta que no basta con hacer las cosas bien, también hay que hacerlas notar.
Por Cruz Pérez Cuéllar
La transformación de Ciudad Juárez no es sólo un discurso, trabajamos literalmente día y noche para que sea palpable, a pesar del rezago, del siempre escaso presupuesto, a pesar de los pesares, y lo estamos logrando con hechos sustanciales y perceptibles, pero también con obras y servicios que están destinados a mejorar la vida de los ciudadanos.
Los cambios deben ser de fondo, lo entiendo con claridad, pero como decía un amigo filósofo que en paz descanse: “No sólo hay que ser, también hay que parecer”, y en términos de existencialismo político y social, podemos decir que no basta con sentar las bases de la transformación, también hay que hacer notar en la superficie el cambio con actitud y de imagen.
No basta entonces con instrumentar medidas radicales que fomenten el cambio requerido, como las políticas de austeridad que implementamos desde el inicio de nuestra gestión, en la que se eliminaron gastos superfluos como viáticos y gastos de representación, autos nuevos para los funcionarios recién llegados o la adquisición de inmuebles y lujos de oficina, todo eso fue reemplazado con más servicios y más presupuesto para obras.
Con este principio, no basta eficientar los recursos por área, eliminar las direcciones innecesarias; como tampoco doblar las horas de trabajo, crear jornadas nocturnas, contratar a más personal y hacer más con el que ya tenemos.
No es suficiente.
Tenemos también que mejorar la imagen, y desde las primeras horas de nuestro encargo comenzamos con la limpieza de la ciudad, desde la entrada sur, en las colonias, y avenidas principales.
Ahora lo estamos haciendo con ahínco en el Centro Histórico que tenían acaparado cientos de vendedores ambulantes, pero que generaba muy mala imagen y un despropósito perfecto, porque inhibía la compra a los vendedores formales que ahí se asientan, o simplemente la visita de más juarenses a los lugares turísticos con que cuenta la zona.
Y como bien se dice: “el sol nace para todos”, no estamos tratando de bloquear a nadie, alrededor de 500 vendedores desalojados fueron reubicados en zonas aledañas, muchos de ellos a un costado del Gimnasio Municipal Josué Neri Santos y también en la plaza Guadalupe, que está junto al Instituto Municipal de las Mujeres.
Otros ambulantes podrán ser reubicados en otros puntos del centro.
No fue una acción repentina lo estuvimos platicando con ellos con mucha anticipación, incluso les dijimos el día que iríamos a desalojar.
El trabajo fue limpio, y el resultado monumental, mejoró sustancialmente la imagen de las principales avenidas del Centro Histórico, sobre todo después de una buena limpieza, mantenimiento de bancas, alumbrado, entre otros.
Agradezco a los comerciantes organizados que estuvieron siempre de acuerdo con el operativo y han colaborado sustancialmente con las distintas áreas del municipio para que el cambio de imagen sea radical, que se note.
Se habló inclusive de unificar el diseño de fachadas de los negocios en varias calles.
En el caso de los integrantes de los pueblos originarios se busca reubicarlos en la Plaza Juan Gabriel, donde se les condonará los pagos y les daremos otras facilidades para que no tengan mayor problema en su reubicación.
En próximas fechas estaremos trabajando también en otras calles del centro, para ampliar la zona de convivencia familiar, donde se pretende instalar una serie de amenidades para que sean más familias las que disfruten de ese lugar.
Además mantendremos la presencia de elementos de la Policía Municipal diariamente, para evitar el intento de reinstalarse a los anteriores ambulantes o recién llegados.
La buena imagen ayuda mucho a generar una percepción positiva de lo que hacemos en conjunto, el gobierno municipal y sectores sociales, para lograr el bienestar general, pero que a veces permanece oculto: hay mucho trabajo, mucho esfuerzo y recursos empleados, y con ello nos damos cuenta que no basta con hacer las cosas bien, también hay que hacerlas notar.
Osvaldo
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