Según el especialista en derecho inmobiliario, Miguel Antonio Saucedo, la reforma en materia de propiedad privada en la Ciudad de México fue “cosmética” y no extingue la propiedad privada, pese a los expresiones del Jefe de Gobierno, Martí Batres
Según el especialista en derecho inmobiliario, Miguel Antonio Saucedo, la reforma en materia de propiedad privada en la Ciudad de México fue "cosmética" y no extingue la propiedad privada, pese a los expresiones del Jefe de Gobierno, Martí Batres
Sobre la reciente reforma constitucional en la Ciudad de México, en materia de propiedad privada, el Director General de Saucedo Abogados Foreign Legal Consultant y experto en derecho inmobiliario, Miguel Antonio Saucedo Ramírez, aclaró que la reforma no representa un riesgo para la propiedad privada.
“No existe ningún riesgo a la propiedad privada” dijo.
Agregó que se trata de una adición a la Constitución de la Ciudad de México para alinearla con la Constitución Federal del país, pero que fue acompañada de desinformación por una publicación “polarizante” del Jefe de Gobierno capitalino, Martí Batres
El abogado señaló que la constitución local, reconocía previamente el derecho irrestricto a la propiedad privada, al igual que lo hace la Constitución mexicana, en la cual se señala que “toda la tierra pertenece originariamente al Estado” y que la misma puede ser transferida a particulares para convertirse en propiedad privada.
Saucedo Ramírez destacó que este sistema de propiedad privada, que reconoce al Estado como titular supremo, no implica que México sea un Estado socialista ni que haya una amenaza para la propiedad privada.
Esto no implica ningún Estado socialista y tampoco implica ninguna afectación a la propiedad privada
El especialista señaló que la confusión y el miedo generados por la reforma se deben en parte a la desinformación publicada en sus redes sociales por el jefe de gobierno, Martí Batres, quien promovió la reforma como “un avance en los principios de la 4T”, con una mala redacción y un tono polarizante sobre la realidad política del país, provocandi inquietud entre los ciudadanos sobre una posible extinción de la propiedad privada.
“Esto, evidentemente, genera mucha incertidumbre a las personas que piensan que esto es el inicio de la extinción de la propiedad privada.
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Afirmó que por esta percepción errónea ha llevado a “reacciones desmedidas”, incluyendo a decenas de personas preocupadas por vender sus propiedades, debido a que les surgió el temor de que sean confiscadas.
“He recibido llamadas de amigos y clientes que me han cuestionado si deben vender sus propiedades porque se las van a quitar el gobierno“, explicó.
En cuanto a los ajustes realizados a la iniciativa original, Saucedo indicó que no hubo cambios significativos en el texto y consideró la reforma como “totalmente innecesaria” y un intento de los legisladores “por cumplir con cuotas políticas” de iniciativas de ley, sin impacto jurídico real.
“Yo creo en lo particular que fue una reforma totalmente innecesaria“, afirmó.
La reforma simplemente agrega un párrafo al artículo tercero de la Constitución de la Ciudad de México para que reconozca el respeto a la propiedad privada en los términos del artículo 27 de la Constitución Federal.
Esto, según el abogado, no altera la esencia del sistema de propiedad, ya que “no hay forma en este momento de que se extinga, se restrinja o se limite de forma alguna el derecho de propiedad privada.
”
Sin embargo, criticó el enfoque del jefe de gobierno en su comunicado y aseguró que el mensaje de Batres, que mencionaba la recuperación de principios de la propiedad originaria de la nación y la imposición de modalidades por interés público, contribuyó a la desinformación.
Según Saucedo, la reforma no cambia el contenido esencial del artículo 27 constitucional, que establece la propiedad originaria del Estado y la transmisión a particulares sin restricciones salvo el interés público.
Describió el manejo del tema por parte de Batres como “como un cerillo en un polvorín” y aseguró que esta estrategia fue una forma de polarizar y dividir, buscando destacar en el contexto político actual.
“Lo que hizo el Jefe de Gobierno fue una total y absoluta mentira“, afirmó Saucedo y añadió que la reforma es “totalmente cosmética“, por lo que su propósito rea parecía ser “polarizar, dividir y tratar de sobresalir” en el contexto político actual.
Finalmente, Saucedo reiteró que la reforma constitucional en cuestión no representa un cambio significativo ni altera el estatus legal de la propiedad privada desde 1917.
Enfatizó la importancia de una correcta interpretación y comunicación de los cambios legislativos para evitar malentendidos y preocupaciones infundadas entre la ciudadanía.
“Lo que ocurrió fue tanto como no haber hecho nada”, resumió Saucedo, subrayando que la reforma solamente busca alinear el texto constitucional local con el federal, pero sin afectar la esencia del derecho a la propiedad privada.