El cantante regresó al Auditorio Nacional con su nueva gira, el público lo recibió con los brazos abiertos.
Ante una ovación de pie, el cantante de 80 años arribó al escenario.
Al notar la emoción del público, pidió a sus músicos hacer una pausa en la melodía para contemplar a sus fans, y después de unos segundos, con su imponente voz inició su show con “Ahora”.
Los espectadores se mantuvieron sentados en sus butacas durante esta primera parte del show, pero siempre aplaudiendo y cantando con su ídolo.
Mientras interpretaba temas como “Sigo siendo aquel” y “Digan lo que digan”, se detenía para observar a su público.
Con una sonrisa en su rostro, interpreta "Mi gran noche", tema de finales de los 60, que es uno de los mayores éxitos de su carrera, y que resultó ser uno de los más coreados de la noche.
El artista dejaba cantar a la gente, y los contemplaba conmovido al ver que todavía recordaban la letra de la canción.
El show siguió con éxitos como “Somos”, “Enamorado de la vida”, “La canción del trabajo”, “Adoro”, “Estuve enamorado” y “Qué tal te va sin mí”, canción de 1981, perteneciente a su disco “En carne viva”.
Los piropos no podían faltar, y de vez en cuando se escuchaban voces femeninas gritándole “Papito” o “Te amo”.
Aunque casi no conversó con su público, el ganador del disco de Uranio (por las 50 millones de copias vendidas de su álbum “Raphael ayer hoy y siempre” de 1982) constantemente les mandaba besos y agradecía sus aplausos.
Justo a la mitad del show, tomó una silla para sentarse y descansar un poco.
“Esta es una canción de mi disco Victoria.
Qué es muy especial.
Es una letra dura, pero no.
Blanda, pero no.
Un vocabulario, bien”, expresó brevemente, antes de entonar “Lo saben mis zapatos”.
Con su ya característico estilo teatral, “El divo de Linares”, acompañaba la interpretación de sus canciones con gestos y ademanes, y de vez en cuando hacía algunos pasos de baile que provocaban una ola de piropos.
Raphael hizo una visita al ranchero y al bolero, con temas como"Fallaste corazón" (de la autoría del mexicano Cuco Sánchez y previamente interpretada por el también actor Pedro Infante), “Llorona” y “Gracias a la vida”.
El recinto se iluminó con las luces de los celulares, y tras cantar “Estar enamorado”, el artista permaneció en silencio mientras el público gritaba su nombre una y otra vez.
El dramatismo incrementó en la recta final del show, pues en cantante acentuó sus ademanes, e incluso dirigía a los fans miradas penetrantes mientras cantaba éxitos como “Ámame” y “Qué sabe nadie”.
Con imágenes de fondo que hacían retrospectiva de toda su carrera, sonó “Yo soy aquel”, donde aprovechó para reafirmar que él es “aquel que viene a México un año más”.
El concierto finalizó con “Escándalo” y “Cómo yo te amo”.
Este jueves 18 de abril Raphael regresa para una segunda fecha en el Auditorio Nacional.
Ante una ovación de pie, el cantante de 80 años arribó al escenario.
Al notar la emoción del público, pidió a sus músicos hacer una pausa en la melodía para contemplar a sus fans, y después de unos segundos, con su imponente voz inició su show con “Ahora”.
Los espectadores se mantuvieron sentados en sus butacas durante esta primera parte del show, pero siempre aplaudiendo y cantando con su ídolo.
Mientras interpretaba temas como “Sigo siendo aquel” y “Digan lo que digan”, se detenía para observar a su público.
Con una sonrisa en su rostro, interpreta "Mi gran noche", tema de finales de los 60, que es uno de los mayores éxitos de su carrera, y que resultó ser uno de los más coreados de la noche.
El artista dejaba cantar a la gente, y los contemplaba conmovido al ver que todavía recordaban la letra de la canción.
El show siguió con éxitos como “Somos”, “Enamorado de la vida”, “La canción del trabajo”, “Adoro”, “Estuve enamorado” y “Qué tal te va sin mí”, canción de 1981, perteneciente a su disco “En carne viva”.
Los piropos no podían faltar, y de vez en cuando se escuchaban voces femeninas gritándole “Papito” o “Te amo”.
Aunque casi no conversó con su público, el ganador del disco de Uranio (por las 50 millones de copias vendidas de su álbum “Raphael ayer hoy y siempre” de 1982) constantemente les mandaba besos y agradecía sus aplausos.
Justo a la mitad del show, tomó una silla para sentarse y descansar un poco.
“Esta es una canción de mi disco Victoria.
Qué es muy especial.
Es una letra dura, pero no.
Blanda, pero no.
Un vocabulario, bien”, expresó brevemente, antes de entonar “Lo saben mis zapatos”.
Con su ya característico estilo teatral, “El divo de Linares”, acompañaba la interpretación de sus canciones con gestos y ademanes, y de vez en cuando hacía algunos pasos de baile que provocaban una ola de piropos.
Raphael hizo una visita al ranchero y al bolero, con temas como"Fallaste corazón" (de la autoría del mexicano Cuco Sánchez y previamente interpretada por el también actor Pedro Infante), “Llorona” y “Gracias a la vida”.
El recinto se iluminó con las luces de los celulares, y tras cantar “Estar enamorado”, el artista permaneció en silencio mientras el público gritaba su nombre una y otra vez.
El dramatismo incrementó en la recta final del show, pues en cantante acentuó sus ademanes, e incluso dirigía a los fans miradas penetrantes mientras cantaba éxitos como “Ámame” y “Qué sabe nadie”.
Con imágenes de fondo que hacían retrospectiva de toda su carrera, sonó “Yo soy aquel”, donde aprovechó para reafirmar que él es “aquel que viene a México un año más”.
El concierto finalizó con “Escándalo” y “Cómo yo te amo”.
Este jueves 18 de abril Raphael regresa para una segunda fecha en el Auditorio Nacional.
