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“La juventud está de moda”
Savater
Por: Alejandro Rueda
La semana pasada gracias a Araseli Villalobos, quien coordina de manera por demás eficiente la comunicación social de la Presidencia Municipal de Meoqui, los integrantes de la Asociación de Editorialistas de Chihuahua tuvimos una reunión con la alcaldesa de esta ciudad, la joven arquitecta Míriam Soto, quien para el caso llegó puntual a la cita en un pintoresco restaurante del centro de la ciudad, propiedad de mi amigo Mario Carrejo, quien lo adornó con bellas pinturas y ameniza las mañanas con música en vivo.
La juventud de la alcaldesa fue un aspecto en el cual se percataron de inmediato mis compañeros líderes de opinión del estado, sin embargo, después de escucharla pudimos darnos cuenta de que dicha juventud no está peleada con la eficiencia y las ganas de hacer bien las cosas, prueba de ello es la manera en que su administración se ha venido llevando a cabo en estos primeros doce meses al frente de la misma con un Ayuntamiento de gran participación ciudadana involucrando a los habitantes desde la planeación de las operaciones, en la toma de decisiones trascendentales y en la evaluación del trabajo realizado.
Cuando uno suma todos los elementos que intervienen en una forma de gobierno el sentido de pertenencia y la actitud son verdaderamente positivos.
Bien por ello, claro que sí.
Dentro de las obras que enmarcaron su primer informe como alcaldesa destacan la pavimentación de 16 calles, la Unidad Deportiva de Nuevo San Lucas, más de 100 techos colocados, un constante programa de bacheo, interesantes ferias de emprendedores, fortalecimiento de su servicio municipal de empleo, nuevos negocios que ayudan a la economía local, la unidad médica móvil, dos casas de atención primaria a la salud, más de diez ferias de la salud, uniformes y zapatos escolares gratuitos para estudiantes de bajos recursos, aumento en las becas universitarias, páneles turísticos, interesantes programas de capacitación a elementos de seguridad y de vialidad y el programa “Vecino vigilante” a través de la herramienta de WhatsApp.
Sin lugar a dudas una de las atracciones importantes de Meoqui es el humedal del río San Pedro, considerado de importancia mundial ya que representa un hogar temporal de hermosas aves como patos cabeza roja, pelícanos y garzas blancas, entre otros.
El caudal proveniente de la Sierra Tarahumara es alimentado por llamativos ríos y arroyos que hacen del escenario un magnífico lugar de visita familiar.
Dentro de la parte histórica de Meoqui las páginas presentan la llegada como presos de Miguel Hidalgo y Costilla y los insurgentes Juan Aldama, Ignacio Allende y Mariano Jiménez, escoltados por el ejército realista el mes de abril de 1811, la ruta de la libertad del Padre de la Patria incluyó el territorio meoquense.
Una vez que la alcaldesa Míriam respondió puntualmente las inquietudes de mis compañeros columnistas procedió a obsequiarme un libro titulado “San Pablo de Meoqui, su historia y su templo”, en cuyas páginas iniciales reza la frase del poeta italiano-argentino Antonio Porccia: “Algunas cosas se hacen tan nuestras que las olvidamos”, prometo leerlo y comentarlo en alguna otra ocasión.
Pos luego.
aruedam@hotmail.
com
“La juventud está de moda”
Savater
Por: Alejandro Rueda
La semana pasada gracias a Araseli Villalobos, quien coordina de manera por demás eficiente la comunicación social de la Presidencia Municipal de Meoqui, los integrantes de la Asociación de Editorialistas de Chihuahua tuvimos una reunión con la alcaldesa de esta ciudad, la joven arquitecta Míriam Soto, quien para el caso llegó puntual a la cita en un pintoresco restaurante del centro de la ciudad, propiedad de mi amigo Mario Carrejo, quien lo adornó con bellas pinturas y ameniza las mañanas con música en vivo.
La juventud de la alcaldesa fue un aspecto en el cual se percataron de inmediato mis compañeros líderes de opinión del estado, sin embargo, después de escucharla pudimos darnos cuenta de que dicha juventud no está peleada con la eficiencia y las ganas de hacer bien las cosas, prueba de ello es la manera en que su administración se ha venido llevando a cabo en estos primeros doce meses al frente de la misma con un Ayuntamiento de gran participación ciudadana involucrando a los habitantes desde la planeación de las operaciones, en la toma de decisiones trascendentales y en la evaluación del trabajo realizado.
Cuando uno suma todos los elementos que intervienen en una forma de gobierno el sentido de pertenencia y la actitud son verdaderamente positivos.
Bien por ello, claro que sí.
Dentro de las obras que enmarcaron su primer informe como alcaldesa destacan la pavimentación de 16 calles, la Unidad Deportiva de Nuevo San Lucas, más de 100 techos colocados, un constante programa de bacheo, interesantes ferias de emprendedores, fortalecimiento de su servicio municipal de empleo, nuevos negocios que ayudan a la economía local, la unidad médica móvil, dos casas de atención primaria a la salud, más de diez ferias de la salud, uniformes y zapatos escolares gratuitos para estudiantes de bajos recursos, aumento en las becas universitarias, páneles turísticos, interesantes programas de capacitación a elementos de seguridad y de vialidad y el programa “Vecino vigilante” a través de la herramienta de WhatsApp.
Sin lugar a dudas una de las atracciones importantes de Meoqui es el humedal del río San Pedro, considerado de importancia mundial ya que representa un hogar temporal de hermosas aves como patos cabeza roja, pelícanos y garzas blancas, entre otros.
El caudal proveniente de la Sierra Tarahumara es alimentado por llamativos ríos y arroyos que hacen del escenario un magnífico lugar de visita familiar.
Dentro de la parte histórica de Meoqui las páginas presentan la llegada como presos de Miguel Hidalgo y Costilla y los insurgentes Juan Aldama, Ignacio Allende y Mariano Jiménez, escoltados por el ejército realista el mes de abril de 1811, la ruta de la libertad del Padre de la Patria incluyó el territorio meoquense.
Una vez que la alcaldesa Míriam respondió puntualmente las inquietudes de mis compañeros columnistas procedió a obsequiarme un libro titulado “San Pablo de Meoqui, su historia y su templo”, en cuyas páginas iniciales reza la frase del poeta italiano-argentino Antonio Porccia: “Algunas cosas se hacen tan nuestras que las olvidamos”, prometo leerlo y comentarlo en alguna otra ocasión.
Pos luego.
aruedam@hotmail.
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Osvaldo
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