Presas San Gabriel y Pico de Águila cerrarán año con 43% y 87% de capacidad

El panorama agrícola en los municipios de Jiménez, López y Coronado se presenta desalentador para el próximo año, según informes de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural

Presas de San Gabriel y Pico de Águila cerrarán el año a un 43 y 87 por ciento de su capacidad; al iniciar el año registraban los niveles máximos ambas, sin embargo, ante las escasas precipitaciones se consumió más de la mitad del agua en el caso de la Presa de San Gabriel; esto de acuerdo con la información referida por la Conagua.

En un año marcado por condiciones climáticas adversas y escasas precipitaciones, las presas de San Gabriel y Pico de Águila, ubicadas en la región, enfrentan un preocupante descenso en sus niveles de agua.

Según datos proporcionados por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), al cerrar el año, la Presa de San Gabriel se encuentra a un 43 por ciento de su capacidad total, mientras que la Presa de Pico de Águila alcanza un nivel del 87 por ciento.

Estos cuerpos de agua iniciaron el año con niveles óptimos, alcanzando su capacidad máxima, lo que generó expectativas positivas para el suministro de agua en la región.
Sin embargo, las condiciones climáticas adversas y las precipitaciones por debajo de lo esperado han desencadenado una situación preocupante.

La presa de San Gabriel, en particular, ha experimentado una disminución significativa, consumiendo más del 50 por ciento de su capacidad a lo largo del año.
Este fenómeno se atribuye principalmente a la escasez de lluvias y la falta de aportes significativos de fuentes hídricas cercanas.

Se ha destacado que es imperativo que la comunidad se una en esfuerzos para conservar el agua y adoptar prácticas sostenibles en el consumo diario.
La gestión responsable del agua se convierte en una prioridad urgente para evitar consecuencias mayores en el suministro de este recurso vital para la vida cotidiana y las actividades económicas de la región.

El panorama agrícola en los municipios de Jiménez, López y Coronado se presenta desalentador para el próximo año, según informes de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.
La sequía que ha afectado la región ha proyectado impactos significativos en la producción, afectando a más de 2 mil 400 productores locales.

Además, Roberto Baca Perea, jefe de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, señaló que los productores del distrito ya están sintiendo las consecuencias de la falta de producción.
La sequía ha impedido la recarga de los 970 pozos que son vitales para el abastecimiento de agua a los cultivos.

La escasez de lluvias ha afectado la capacidad de riego por gravedad y bombeo, lo que resultará en una disminución significativa de las hectáreas sembradas proyectadas para el año 2024.

Presas de San Gabriel y Pico de Águila cerrarán el año a un 43 y 87 por ciento de su capacidad; al iniciar el año registraban los niveles máximos ambas, sin embargo, ante las escasas precipitaciones se consumió más de la mitad del agua en el caso de la Presa de San Gabriel; esto de acuerdo con la información referida por la Conagua.

En un año marcado por condiciones climáticas adversas y escasas precipitaciones, las presas de San Gabriel y Pico de Águila, ubicadas en la región, enfrentan un preocupante descenso en sus niveles de agua.

Según datos proporcionados por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), al cerrar el año, la Presa de San Gabriel se encuentra a un 43 por ciento de su capacidad total, mientras que la Presa de Pico de Águila alcanza un nivel del 87 por ciento.

Estos cuerpos de agua iniciaron el año con niveles óptimos, alcanzando su capacidad máxima, lo que generó expectativas positivas para el suministro de agua en la región.
Sin embargo, las condiciones climáticas adversas y las precipitaciones por debajo de lo esperado han desencadenado una situación preocupante.

La presa de San Gabriel, en particular, ha experimentado una disminución significativa, consumiendo más del 50 por ciento de su capacidad a lo largo del año.
Este fenómeno se atribuye principalmente a la escasez de lluvias y la falta de aportes significativos de fuentes hídricas cercanas.

Se ha destacado que es imperativo que la comunidad se una en esfuerzos para conservar el agua y adoptar prácticas sostenibles en el consumo diario.
La gestión responsable del agua se convierte en una prioridad urgente para evitar consecuencias mayores en el suministro de este recurso vital para la vida cotidiana y las actividades económicas de la región.

El panorama agrícola en los municipios de Jiménez, López y Coronado se presenta desalentador para el próximo año, según informes de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.
La sequía que ha afectado la región ha proyectado impactos significativos en la producción, afectando a más de 2 mil 400 productores locales.

Además, Roberto Baca Perea, jefe de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, señaló que los productores del distrito ya están sintiendo las consecuencias de la falta de producción.
La sequía ha impedido la recarga de los 970 pozos que son vitales para el abastecimiento de agua a los cultivos.

La escasez de lluvias ha afectado la capacidad de riego por gravedad y bombeo, lo que resultará en una disminución significativa de las hectáreas sembradas proyectadas para el año 2024.

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