¿Por qué marchamos? 

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Por: Brenda Ríos

Este próximo 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en un contexto donde una de cada tres mujeres ha experimentado violencia de género y en lo que va del año se han registrado al menos 167 asesinatos de mujeres en el estado.

Por lo anterior, “las que marchamos” buscamos además de su erradicación, visibilizar la impunidad que existe en cada uno de los casos que no se han resuelto; en cada desaparecida, en cada una de nuestras muertas.

Hay que erradicar la violencia contra la mujer desde la primera alerta que se detecte, por eso la importancia de crear conciencia de prevención y de la exigencia a través de estas marchas a las autoridades de salvaguardar la integridad de las y los ciudadanos.

Además, la marcha de este viernes servirá para exigir políticas que brinden más oportunidades a las mujeres, generar e impulsar programas que protejan a una población que ha golpeado duramente la violencia y el crimen, posicionando al estado dentro del top 5 con más feminicidios.

Este año, Chihuahua tan sólo registró una baja de feminicidios de 16.
6% en comparación del 2021, donde se contabilizaron 200 asesinatos cometidos hacia mujeres; sin embargo, ¿por qué debemos normalizar un solo asesinato? O aplaudir esta reducción, cuando no debería existir ni uno solo.

Basta con estar presente en alguna de las marchas para entender el dolor que se escucha en los gritos de las madres y familiares de cada una de las desaparecidas; la impotencia de estar frente a los recintos gubernamentales sin respuesta, de entrar al hogar de una madre que no ha logrado siquiera despedirse de su hija porque continúa como una cifra más, una carpeta más en el cajón del olvido y que el único recuerdo en su hogar sea un altar con una pequeña foto y una vela que mantiene encendida la esperanza de volver a reencontrarse.

Hay un mal latente que rodea a las mujeres, los feminicidios se agudizan cada vez más y es por eso el ruido que causamos, cada paso en las marchas es un paso que ya no darán quienes nos fueron arrebatadas, por eso salgamos, marchemos y gritemos, por quienes ya no están y no pueden luchar.

Hay fortaleza en nuestro mensaje, cada vez más se unen a las marchas mujeres más fuertes y conscientes, que abren paso a que los espacios dentro de la política den voz a las exigencias de las colectivas y eso es un paso más a una sociedad demandante que podrá sensibilizar los mensajes y acciones dentro de las cabezas del poder.

Por: Brenda Ríos

Este próximo 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en un contexto donde una de cada tres mujeres ha experimentado violencia de género y en lo que va del año se han registrado al menos 167 asesinatos de mujeres en el estado.

Por lo anterior, “las que marchamos” buscamos además de su erradicación, visibilizar la impunidad que existe en cada uno de los casos que no se han resuelto; en cada desaparecida, en cada una de nuestras muertas.

Hay que erradicar la violencia contra la mujer desde la primera alerta que se detecte, por eso la importancia de crear conciencia de prevención y de la exigencia a través de estas marchas a las autoridades de salvaguardar la integridad de las y los ciudadanos.

Además, la marcha de este viernes servirá para exigir políticas que brinden más oportunidades a las mujeres, generar e impulsar programas que protejan a una población que ha golpeado duramente la violencia y el crimen, posicionando al estado dentro del top 5 con más feminicidios.

Este año, Chihuahua tan sólo registró una baja de feminicidios de 16.
6% en comparación del 2021, donde se contabilizaron 200 asesinatos cometidos hacia mujeres; sin embargo, ¿por qué debemos normalizar un solo asesinato? O aplaudir esta reducción, cuando no debería existir ni uno solo.

Basta con estar presente en alguna de las marchas para entender el dolor que se escucha en los gritos de las madres y familiares de cada una de las desaparecidas; la impotencia de estar frente a los recintos gubernamentales sin respuesta, de entrar al hogar de una madre que no ha logrado siquiera despedirse de su hija porque continúa como una cifra más, una carpeta más en el cajón del olvido y que el único recuerdo en su hogar sea un altar con una pequeña foto y una vela que mantiene encendida la esperanza de volver a reencontrarse.

Hay un mal latente que rodea a las mujeres, los feminicidios se agudizan cada vez más y es por eso el ruido que causamos, cada paso en las marchas es un paso que ya no darán quienes nos fueron arrebatadas, por eso salgamos, marchemos y gritemos, por quienes ya no están y no pueden luchar.

Hay fortaleza en nuestro mensaje, cada vez más se unen a las marchas mujeres más fuertes y conscientes, que abren paso a que los espacios dentro de la política den voz a las exigencias de las colectivas y eso es un paso más a una sociedad demandante que podrá sensibilizar los mensajes y acciones dentro de las cabezas del poder.

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dom Nov 20 , 2022
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