Personajes: don Jesús Legarreta Terrazas y la tienda “La Feria”

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Crónicas Urbanas de Chihuahua

violioscar@gmail.
com

Chihuahua sin duda ha tenido siempre gente dinámica y de gran empuje, transformadora de la vida económica, social y política de nuestro estado; uno de ellos, fue don Jesús Legarreta Terrazas, casado con doña Eustolia Ronquillo, hombre visionario que siempre creyó en lo que hacía y en la prosperidad de su terruño, por ello, en este espacio lo recordamos con cariño y aprecio ya que él fue propietario de una de las tiendas de mayor tradición que existieron en esta urbe y me refiero a “La Feria”, un almacén que era identificado porque estaba ubicado en un edificio en pleno centro de la ciudad, el cual era llamado “La Francia Marítima” por su nombre labrado en cantera en su parte superior, encontrándose a la salida norte de la Catedral Metropolitana y que sin duda, miles de familias visitaron esa mágica tienda donde había de todo en lo que se relacionaba a ropa y zapatos.

Comenzaba el año 1927 de difícil situación económica e inestabilidad política para nuestra nación, cuando un hombre que siempre creyó en México, apostando su destino y por cuenta propia con escasos recursos económicos, iniciaría su actividad comercial de ropa, aun y que, en la ciudad de Chihuahua, existían grandes tiendas que eran controladas por hombres de negocios extranjeros en su totalidad.
El incipiente negocio que don Jesús Legarreta fundaría sería llamado “La Feria”, abriendo sus puertas en la esquina noroeste del incendiado mercado “La Reforma” donde hoy es Alsuper “Grande” y en el mismo lugar, antiguamente, lo había ocupado la frutería del señor Vargas.
Muchos años aún recordarán un “zapatón” hecho de madera que servía de rótulo a esta tienda, colocado en esa esquina del mercado.
Sin embargo, para 1929, Chihuahua se sacudía con el movimiento armado conocido como “La Renovadora”, donde en diversas partes de la república habrían de estallar rebeliones en contra del gobierno de Emilio Portes Gil, acaudilladas por Gonzalo Escobar, Francisco R.
Manzo y Jesús Aguirre.

Escobar encabezaría un movimiento al que llamaría “Renovador” y para darlo a conocer, emitiría un manifiesto y un plan en la ciudad de Hermosillo, Sonora.
Escobar tomaría las plazas de Monterrey, Veracruz, Torreón y otras en los estados de Chihuahua, Sinaloa y Sonora.
A su movimiento se le conoció como “Rebelión Escobarista” que fracasaría al ser derrotado por el general Plutarco Elías Calles.
Así mismo, otros eventos se presentaban a nivel mundial, como las funestas debacles económicas del desplome de la Bolsa de Nueva York, afectando en grado sumo a todo México, siendo el principio de la grave crisis mundial que se prolongó durante varios años e impactó sobre Chihuahua.
Sin duda, muchos recordarían esos momentos tan impresionantes, pero don Jesús siempre estuvo al “pie del cañón” atendiendo como se merecían todos sus clientes y amigos de manera afectuosa como él siempre lo hacía, por lo que nunca se dejó derrotar por las circunstancias locales, nacionales e internacionales.

Nunca se arrendó ante situaciones tan difíciles y en cambio, su negocio cada día aumentaba en lo económico y la clientela se incrementaba también.
Debido a esto, se tuvo la necesidad de buscar un mayor espacio para las crecientes existencias de mercancía y así, brindar más comodidades a la gente y ya para el año de 1930, La Feria pasaría a ocupar la esquina de las calles Libertad y Cuarta, la misma, pero al principio no era ni la vigésima parte del que fue en sus últimos años de vida, sin embargo, poco a poco se expandiría hacia todo el edificio de la Libertad, lo que antes habían sido ocupado por las tiendas: “La Gran Barata”, tienda de ropa de los señores don Juan y don Alejandro Motuc y la papelería “La Pluma y Lápiz” del señor don Eugenio de la Torre, por lo que su expansión fue enorme al ir también ocupando fracciones de la antigua ferretería “Casa Ramos Hermanos”.

En junio de 1946 y debido al intenso trabajo en el negocio, provocaría que don Jesús Legarreta enfermara repentinamente, sufriendo un funesto desenlace; su fallecimiento sería un gran golpe para la tienda, principalmente porque la clientela y los proveedores identificaban en su persona a alguien que siempre resolvía y atendía sus necesidades con mucho empeño y cariño.
Gracias a la visión de don Jesús, el cual involucraría a sus hijos Jesús y Rubén, recién llegados de terminar sus estudios, los cuales, tomarían las riendas del negocio, dándole al poco tiempo un nuevo y regenerado impulso.
Desafortunadamente, pocos serían los meses que ellos estarían bajo la dirección de don Jesús y por su poca experiencia en el manejo del negocio, no los detuvo, y en corto tiempo, la magnífica semilla sembrada por don Jesús en ellos con grandes sacrificios, para que sus hijos se prepararan con una mejor educación y cultura de la que él mismo no pudo disfrutar, el fruto de su éxito serían sus hijos.

Durante todo el tiempo y continuamente, se hicieron obras de construcción y adaptación al local en Chihuahua; fue, la primera tienda de ropa que utilizó el sistema de alumbrado a base de lámparas fluorescentes; también, fue la primera en ofrecer las comodidades de aire acondicionado y de agua refrigerada y purificada para sus clientes, muy necesarias para soportar las calurosas temperaturas de verano en 1955, donde también se iniciarían obras de ampliación, la más importante que en esa fecha tuvo La Feria, consistiendo en la total ocupación de la antigua casa comercial “La Francia Marítima” de Chihuahua S.
A.
pasando mercancías y muebles, lo que La Feria con esta expansión, pasaría a ser el almacén de menudeo o tienda departamental más importante en el estado de Chihuahua, para orgullo de todo el comercio y sobre todo, de extracción netamente mexicana.
Los edificios que ocuparía esta negociación orgullosamente mexicana, siempre fue objeto de mejora y adaptaciones, tendientes a proporcionar mayores y mejores condiciones para su clientela y personal, ofreciendo la exhibición del mayor surtido y de la mejor calidad y con los precios bajos que cualquier otra tienda de su tipo.

Por otro lado, uno de sus hijos, don Rubén Legarreta Ronquillo, empresario prominente como su padre don Jesús, ex consejero del Centro Patronal y ex presidente de la Cámara Nacional de Comercio de Chihuahua, sería uno de los comerciantes de mayor relevancia y reconocimiento de conciencia gremial, porque sería quien le daría continuidad a “La Feria”, ya que hablar de este personaje, es prueba de tenacidad, esfuerzo y autoconfianza, jugado decisivamente con trabajo y apoyo familiar la continuidad de esa noble herencia paterna llamada La Feria que, por décadas, fue el más importante almacén de ropa establecido en esta ciudad.
Don Rubén nacería el 25 de mayo de 1925, hijo de don Jesús Legarreta Terrazas y doña Eustolia Ronquillo, ambos chihuahuenses.
Por otro lado, la trayectoria impecable de su padre como comerciante en el primer cuadro de la ciudad en el primer cuarto del siglo XX, fundador de La Feria en 1928, influiría sobremanera en este joven que convencido de que el comercio era una actividad redituable si se le sabía tratar, incursionaría por los caminos de la contaduría en 1939, enviado a México a estudiar en la Escuela Bancaria y Comercial, donde se graduó de la carrera de Contador Privado; los conocimientos adquiridos fueron necesarios y suficientes para que de manera inmediata a su regreso de la capital del país, los aplicara en la administración del negocio de su padre.
Pasarían muchos años más hasta que un día llegaría el fin de esta noble y tradicional tienda, con la llegada del nuevo siglo, diciendo así La Feria, adiós definitivo a todos los chihuahuenses y ¡Muchas gracias! por su preferencia.

Don Jesús Legarreta Terrazas y la tienda “La Feria” forman parte de los archivos perdidos de las Crónicas Urbanas de Chihuahua.
Si usted desea adquirir los libros sobre Crónicas Urbanas de Chihuahua: tomos I al XIII, puede llamar al cel.
614 148 85 03 y con gusto se los llevamos a domicilio o bien, adquiéralos en Librería Kosmos (Josué Neri Santos No.
111).

Fuentes

Libro: El Comercio en la Historia de Chihuahua, 1991.

Fotos: Archivos Perdidos de las Crónicas Urbanas de Chihuahua.

Crónicas Urbanas de Chihuahua

violioscar@gmail.
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Chihuahua sin duda ha tenido siempre gente dinámica y de gran empuje, transformadora de la vida económica, social y política de nuestro estado; uno de ellos, fue don Jesús Legarreta Terrazas, casado con doña Eustolia Ronquillo, hombre visionario que siempre creyó en lo que hacía y en la prosperidad de su terruño, por ello, en este espacio lo recordamos con cariño y aprecio ya que él fue propietario de una de las tiendas de mayor tradición que existieron en esta urbe y me refiero a “La Feria”, un almacén que era identificado porque estaba ubicado en un edificio en pleno centro de la ciudad, el cual era llamado “La Francia Marítima” por su nombre labrado en cantera en su parte superior, encontrándose a la salida norte de la Catedral Metropolitana y que sin duda, miles de familias visitaron esa mágica tienda donde había de todo en lo que se relacionaba a ropa y zapatos.

Comenzaba el año 1927 de difícil situación económica e inestabilidad política para nuestra nación, cuando un hombre que siempre creyó en México, apostando su destino y por cuenta propia con escasos recursos económicos, iniciaría su actividad comercial de ropa, aun y que, en la ciudad de Chihuahua, existían grandes tiendas que eran controladas por hombres de negocios extranjeros en su totalidad.
El incipiente negocio que don Jesús Legarreta fundaría sería llamado “La Feria”, abriendo sus puertas en la esquina noroeste del incendiado mercado “La Reforma” donde hoy es Alsuper “Grande” y en el mismo lugar, antiguamente, lo había ocupado la frutería del señor Vargas.
Muchos años aún recordarán un “zapatón” hecho de madera que servía de rótulo a esta tienda, colocado en esa esquina del mercado.
Sin embargo, para 1929, Chihuahua se sacudía con el movimiento armado conocido como “La Renovadora”, donde en diversas partes de la república habrían de estallar rebeliones en contra del gobierno de Emilio Portes Gil, acaudilladas por Gonzalo Escobar, Francisco R.
Manzo y Jesús Aguirre.

Escobar encabezaría un movimiento al que llamaría “Renovador” y para darlo a conocer, emitiría un manifiesto y un plan en la ciudad de Hermosillo, Sonora.
Escobar tomaría las plazas de Monterrey, Veracruz, Torreón y otras en los estados de Chihuahua, Sinaloa y Sonora.
A su movimiento se le conoció como “Rebelión Escobarista” que fracasaría al ser derrotado por el general Plutarco Elías Calles.
Así mismo, otros eventos se presentaban a nivel mundial, como las funestas debacles económicas del desplome de la Bolsa de Nueva York, afectando en grado sumo a todo México, siendo el principio de la grave crisis mundial que se prolongó durante varios años e impactó sobre Chihuahua.
Sin duda, muchos recordarían esos momentos tan impresionantes, pero don Jesús siempre estuvo al “pie del cañón” atendiendo como se merecían todos sus clientes y amigos de manera afectuosa como él siempre lo hacía, por lo que nunca se dejó derrotar por las circunstancias locales, nacionales e internacionales.

Nunca se arrendó ante situaciones tan difíciles y en cambio, su negocio cada día aumentaba en lo económico y la clientela se incrementaba también.
Debido a esto, se tuvo la necesidad de buscar un mayor espacio para las crecientes existencias de mercancía y así, brindar más comodidades a la gente y ya para el año de 1930, La Feria pasaría a ocupar la esquina de las calles Libertad y Cuarta, la misma, pero al principio no era ni la vigésima parte del que fue en sus últimos años de vida, sin embargo, poco a poco se expandiría hacia todo el edificio de la Libertad, lo que antes habían sido ocupado por las tiendas: “La Gran Barata”, tienda de ropa de los señores don Juan y don Alejandro Motuc y la papelería “La Pluma y Lápiz” del señor don Eugenio de la Torre, por lo que su expansión fue enorme al ir también ocupando fracciones de la antigua ferretería “Casa Ramos Hermanos”.

En junio de 1946 y debido al intenso trabajo en el negocio, provocaría que don Jesús Legarreta enfermara repentinamente, sufriendo un funesto desenlace; su fallecimiento sería un gran golpe para la tienda, principalmente porque la clientela y los proveedores identificaban en su persona a alguien que siempre resolvía y atendía sus necesidades con mucho empeño y cariño.
Gracias a la visión de don Jesús, el cual involucraría a sus hijos Jesús y Rubén, recién llegados de terminar sus estudios, los cuales, tomarían las riendas del negocio, dándole al poco tiempo un nuevo y regenerado impulso.
Desafortunadamente, pocos serían los meses que ellos estarían bajo la dirección de don Jesús y por su poca experiencia en el manejo del negocio, no los detuvo, y en corto tiempo, la magnífica semilla sembrada por don Jesús en ellos con grandes sacrificios, para que sus hijos se prepararan con una mejor educación y cultura de la que él mismo no pudo disfrutar, el fruto de su éxito serían sus hijos.

Durante todo el tiempo y continuamente, se hicieron obras de construcción y adaptación al local en Chihuahua; fue, la primera tienda de ropa que utilizó el sistema de alumbrado a base de lámparas fluorescentes; también, fue la primera en ofrecer las comodidades de aire acondicionado y de agua refrigerada y purificada para sus clientes, muy necesarias para soportar las calurosas temperaturas de verano en 1955, donde también se iniciarían obras de ampliación, la más importante que en esa fecha tuvo La Feria, consistiendo en la total ocupación de la antigua casa comercial “La Francia Marítima” de Chihuahua S.
A.
pasando mercancías y muebles, lo que La Feria con esta expansión, pasaría a ser el almacén de menudeo o tienda departamental más importante en el estado de Chihuahua, para orgullo de todo el comercio y sobre todo, de extracción netamente mexicana.
Los edificios que ocuparía esta negociación orgullosamente mexicana, siempre fue objeto de mejora y adaptaciones, tendientes a proporcionar mayores y mejores condiciones para su clientela y personal, ofreciendo la exhibición del mayor surtido y de la mejor calidad y con los precios bajos que cualquier otra tienda de su tipo.

Por otro lado, uno de sus hijos, don Rubén Legarreta Ronquillo, empresario prominente como su padre don Jesús, ex consejero del Centro Patronal y ex presidente de la Cámara Nacional de Comercio de Chihuahua, sería uno de los comerciantes de mayor relevancia y reconocimiento de conciencia gremial, porque sería quien le daría continuidad a “La Feria”, ya que hablar de este personaje, es prueba de tenacidad, esfuerzo y autoconfianza, jugado decisivamente con trabajo y apoyo familiar la continuidad de esa noble herencia paterna llamada La Feria que, por décadas, fue el más importante almacén de ropa establecido en esta ciudad.
Don Rubén nacería el 25 de mayo de 1925, hijo de don Jesús Legarreta Terrazas y doña Eustolia Ronquillo, ambos chihuahuenses.
Por otro lado, la trayectoria impecable de su padre como comerciante en el primer cuadro de la ciudad en el primer cuarto del siglo XX, fundador de La Feria en 1928, influiría sobremanera en este joven que convencido de que el comercio era una actividad redituable si se le sabía tratar, incursionaría por los caminos de la contaduría en 1939, enviado a México a estudiar en la Escuela Bancaria y Comercial, donde se graduó de la carrera de Contador Privado; los conocimientos adquiridos fueron necesarios y suficientes para que de manera inmediata a su regreso de la capital del país, los aplicara en la administración del negocio de su padre.
Pasarían muchos años más hasta que un día llegaría el fin de esta noble y tradicional tienda, con la llegada del nuevo siglo, diciendo así La Feria, adiós definitivo a todos los chihuahuenses y ¡Muchas gracias! por su preferencia.

Don Jesús Legarreta Terrazas y la tienda “La Feria” forman parte de los archivos perdidos de las Crónicas Urbanas de Chihuahua.
Si usted desea adquirir los libros sobre Crónicas Urbanas de Chihuahua: tomos I al XIII, puede llamar al cel.
614 148 85 03 y con gusto se los llevamos a domicilio o bien, adquiéralos en Librería Kosmos (Josué Neri Santos No.
111).

Fuentes

Libro: El Comercio en la Historia de Chihuahua, 1991.

Fotos: Archivos Perdidos de las Crónicas Urbanas de Chihuahua.

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