Perfil humano | La eliminación del cambio de horario, ¿decisión adecuada o política?

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Por: Eduardo Fernández Armendáriz

El domingo 30 de octubre entró en vigor la nueva Ley de Husos de Horarios, por lo que retrasarán sus relojes todos los estados menos Chihuahua.

Lo anterior se debió a que los diputados chihuahuenses panistas propusieron una reserva para que se mantuviera vigente el horario de verano, lo que supuestamente es más benéfico para las relaciones comerciales que tiene el estado.

La aprobación de la nueva Ley de Husos de Horarios se aprobó apenas el miércoles y se publicó en el Diario Oficial de la Federación el viernes de la semana pasada.

La habitual confusión que existía para cambiar la hora aumentó en nuestro estado debido a que los dispositivos digitales ligados a internet realizaron el cambio habitual de atrasar una hora como se hace en el horario de invierno.

Horas después tales dispositivos corrigieron el horario chihuahuense, pero de seguro provocaron algunos problemas en las actividades habituales, las que al menos no eran laborales para la mayoría por ser un día inhábil.

El asunto es que se dejaron los relojes sin cambio alguno, pues ahora tenemos la hora centro, la misma de la Ciudad de México y la mayoría de las entidades.

La razón es que éstos sí atrasaron sus relojes y mientras que Chihuahua abandona el horario del Pacífico.

Obviamente estos cambios confunden al ciudadano común, pues para variar la medida fue tomada a última hora y con poco clara información para la población.

El argumento para eliminar el cambio de horario vigente desde 1996 fue que los motivos por los que fue implementado no se cumplieron y por lo contrario, se había probado que alteraba la salud de los ciudadanos.

El cambio de horario inició en el gobierno de Zedillo y se aprobó, ya que iba a ahorrar el uso de energía al aprovechar mejor la luz del sol, lo que a su vez evitaría una mayor contaminación.

Los estudios supuestamente realizados en este sexenio demostraron que el ahorro era menor al 1% y en cambio afectaba la salud de los mexicanos.

Al menos la molestia en los chihuahuenses era notoria en invierno al oscurecer más temprano, por lo que no se sabía si saludar con buenas tardes o buenas noches.

Tal malestar fue percibido por los políticos, por lo que ahora, independientemente si se ahorraba energía o no, decidieron eliminarlo para atraer votos a su favor sobre todo en tiempos de destapes y corcholatas en pos de la presidencia.

El asunto pinta más, por consiguiente, como político que como benéfico para el ciudadano, pues no existía el clamor popular por cancelar el cambio de horario y menos datos objetivos que perjudicaran a la salud.

Lo anterior no implica que en esta ocasión nuestros políticos no hayan acertado, pero queda la duda sobre el parecer de la mayoría que hubiera sido posible conocer con encuestas, así como cuál era la opinión del sector productivo.

El cambio de horario que prevalecía fue también por motivos políticos, pues se hizo para fortalecer los intercambios comerciales con nuestros socios del Tratado de Libre Comercio que había iniciado en 1994.

Para evitar que la nueva medida afectara directamente se dejó a varios municipios fronterizos que continuaran con el mismo cambio de horario de acuerdo con el aplicado en los Estados Unidos.

El asunto es que como sucedió con su implementación, ahora la eliminación del cambio de horario será o no del agrado de uno y otros, lo cual dependerá del lugar donde viva y sus ocupaciones, así como de sus costumbres.

Por lo pronto al menos no se tendrá que cambiar de horario dos veces al año, lo que permitirá que el cuerpo se adapte de manera más natural a los cambios de estación.

Por: Eduardo Fernández Armendáriz

El domingo 30 de octubre entró en vigor la nueva Ley de Husos de Horarios, por lo que retrasarán sus relojes todos los estados menos Chihuahua.

Lo anterior se debió a que los diputados chihuahuenses panistas propusieron una reserva para que se mantuviera vigente el horario de verano, lo que supuestamente es más benéfico para las relaciones comerciales que tiene el estado.

La aprobación de la nueva Ley de Husos de Horarios se aprobó apenas el miércoles y se publicó en el Diario Oficial de la Federación el viernes de la semana pasada.

La habitual confusión que existía para cambiar la hora aumentó en nuestro estado debido a que los dispositivos digitales ligados a internet realizaron el cambio habitual de atrasar una hora como se hace en el horario de invierno.

Horas después tales dispositivos corrigieron el horario chihuahuense, pero de seguro provocaron algunos problemas en las actividades habituales, las que al menos no eran laborales para la mayoría por ser un día inhábil.

El asunto es que se dejaron los relojes sin cambio alguno, pues ahora tenemos la hora centro, la misma de la Ciudad de México y la mayoría de las entidades.

La razón es que éstos sí atrasaron sus relojes y mientras que Chihuahua abandona el horario del Pacífico.

Obviamente estos cambios confunden al ciudadano común, pues para variar la medida fue tomada a última hora y con poco clara información para la población.

El argumento para eliminar el cambio de horario vigente desde 1996 fue que los motivos por los que fue implementado no se cumplieron y por lo contrario, se había probado que alteraba la salud de los ciudadanos.

El cambio de horario inició en el gobierno de Zedillo y se aprobó, ya que iba a ahorrar el uso de energía al aprovechar mejor la luz del sol, lo que a su vez evitaría una mayor contaminación.

Los estudios supuestamente realizados en este sexenio demostraron que el ahorro era menor al 1% y en cambio afectaba la salud de los mexicanos.

Al menos la molestia en los chihuahuenses era notoria en invierno al oscurecer más temprano, por lo que no se sabía si saludar con buenas tardes o buenas noches.

Tal malestar fue percibido por los políticos, por lo que ahora, independientemente si se ahorraba energía o no, decidieron eliminarlo para atraer votos a su favor sobre todo en tiempos de destapes y corcholatas en pos de la presidencia.

El asunto pinta más, por consiguiente, como político que como benéfico para el ciudadano, pues no existía el clamor popular por cancelar el cambio de horario y menos datos objetivos que perjudicaran a la salud.

Lo anterior no implica que en esta ocasión nuestros políticos no hayan acertado, pero queda la duda sobre el parecer de la mayoría que hubiera sido posible conocer con encuestas, así como cuál era la opinión del sector productivo.

El cambio de horario que prevalecía fue también por motivos políticos, pues se hizo para fortalecer los intercambios comerciales con nuestros socios del Tratado de Libre Comercio que había iniciado en 1994.

Para evitar que la nueva medida afectara directamente se dejó a varios municipios fronterizos que continuaran con el mismo cambio de horario de acuerdo con el aplicado en los Estados Unidos.

El asunto es que como sucedió con su implementación, ahora la eliminación del cambio de horario será o no del agrado de uno y otros, lo cual dependerá del lugar donde viva y sus ocupaciones, así como de sus costumbres.

Por lo pronto al menos no se tendrá que cambiar de horario dos veces al año, lo que permitirá que el cuerpo se adapte de manera más natural a los cambios de estación.

Osvaldo

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La voz docente

jue Nov 3 , 2022
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