La principal función de este músico tradicional es amenizar las plazas públicas de la ciudad, así como bailes urbanos
El organillero, banda sonora de la Ciudad de México, arriba a Parral en manos de Gabriel Rivera, artista urbano que preserva la tradición de este mecanismo alemán, cuya melodía se forma a base de tubos, que funcionan como lo hace un reloj.
Las Jornadas Villistas son un imán para los artistas urbanos de todas partes, es por ello que el organillero, Carlos Rivera, hizo su arribo a la ciudad de Parral, por primera vez en búsqueda del organillero perdido de Pancho Villa.
Tiene 43 años y su nombre es Gabriel Rivera, oriundo de la CDMX y se dedica al oficio de organillero, instrumento musical autómata constituido por un órgano de tubos portátil y un sistema mecánico de relojería.
Arribó a la ciudad de Parral para mostrar a los visitantes y locales, el arte que ameniza las plazas y calles del centro del país, dándose cuenta de las festividades por medio de las redes sociales.
El organillero es más conocido como organillo.
La principal función de este músico es amenizar las plazas públicas de la ciudad, llevando un repertorio de piezas populares, generalmente bailables, de amplia aceptación entre el público citadino.
"Hay una historia que dice que Pancho Villa tenía un organillero en la bola, entonces me voy a dar a la tarea de ir al archivo histórico a buscar una fotografía, ya que en Juárez si encontré la foto del organillero celebrando la toma de la ciudad en 1911", destacó el artista.
Así mismo, platicó sobre la permanencia de esta tradición, que es muy común en la Ciudad de México, denominándolo como la música de fondo de este lugar.
"Este oficio se hereda de familia o algún amigo conocido te mete al gremio, no podemos platicar de la Ciudad de México si no hablamos del organillero, donde a pesar de que es la ciudad cosmopolita, siempre está el organillero".
Como ejemplo, sostuvo que las mañaneras del presidente de la República Mexicana, Andrés Manuel López Obrador, son una prueba de que este mecanismo melódico está siempre presente en la vida cotidiana de aquella ciudad, pues puede ser escuchado muchas veces desde donde se transmiten los informes presidenciales.
Gabriel Rivera estará mostrando junto a su amigo "Jorge el curioso", chimpancé de peluche que representa a los monos que anteriormente eran trabajadores del oficio, por las principales calles de la ciudad, aprovechando los eventos Villistas.
El organillero, banda sonora de la Ciudad de México, arriba a Parral en manos de Gabriel Rivera, artista urbano que preserva la tradición de este mecanismo alemán, cuya melodía se forma a base de tubos, que funcionan como lo hace un reloj.
Las Jornadas Villistas son un imán para los artistas urbanos de todas partes, es por ello que el organillero, Carlos Rivera, hizo su arribo a la ciudad de Parral, por primera vez en búsqueda del organillero perdido de Pancho Villa.
Tiene 43 años y su nombre es Gabriel Rivera, oriundo de la CDMX y se dedica al oficio de organillero, instrumento musical autómata constituido por un órgano de tubos portátil y un sistema mecánico de relojería.
Arribó a la ciudad de Parral para mostrar a los visitantes y locales, el arte que ameniza las plazas y calles del centro del país, dándose cuenta de las festividades por medio de las redes sociales.
El organillero es más conocido como organillo.
La principal función de este músico es amenizar las plazas públicas de la ciudad, llevando un repertorio de piezas populares, generalmente bailables, de amplia aceptación entre el público citadino.
"Hay una historia que dice que Pancho Villa tenía un organillero en la bola, entonces me voy a dar a la tarea de ir al archivo histórico a buscar una fotografía, ya que en Juárez si encontré la foto del organillero celebrando la toma de la ciudad en 1911", destacó el artista.
Así mismo, platicó sobre la permanencia de esta tradición, que es muy común en la Ciudad de México, denominándolo como la música de fondo de este lugar.
"Este oficio se hereda de familia o algún amigo conocido te mete al gremio, no podemos platicar de la Ciudad de México si no hablamos del organillero, donde a pesar de que es la ciudad cosmopolita, siempre está el organillero".
Como ejemplo, sostuvo que las mañaneras del presidente de la República Mexicana, Andrés Manuel López Obrador, son una prueba de que este mecanismo melódico está siempre presente en la vida cotidiana de aquella ciudad, pues puede ser escuchado muchas veces desde donde se transmiten los informes presidenciales.
Gabriel Rivera estará mostrando junto a su amigo "Jorge el curioso", chimpancé de peluche que representa a los monos que anteriormente eran trabajadores del oficio, por las principales calles de la ciudad, aprovechando los eventos Villistas.
