Migrantes: una crisis humanitaria

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Por: Juan Ramón Camacho Rodríguez

Según la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (*), en el mundo hay 281 millones de personas en condiciones de migrante, esto es, el 3,6% de la población mundial.

En el 2022, las autoridades migratorias mexicanas registraron 445 mil casos de migrantes irregulares, la mayoría originarios de Venezuela, Honduras, Cuba, Nicaragua y Guatemala.

Las noticias sobre los migrantes y sus condiciones de vida nos obligan a reflexionar en la violación de sus derechos.
Una crisis humanitaria es la condición de sufrimiento y muerte por la que atraviesan una gran cantidad de personas.
Entonces, se habla de una emergencia humanitaria ante efectos del hambre, la guerra o los desplazamientos, entre otras situaciones.

En una crisis humanitaria se violan los derechos humanos de quienes la están padeciendo.
Las víctimas de dicha crisis son, ante todo, personas en situación de vulnerabilidad, seres humanos desprotegidos quienes no tienen garantizados sus derechos fundamentales y se les somete a discriminación y maltrato como expresión de los prejuicios y la xenofobia.

Según las Naciones Unidas, entre las violaciones a los derechos humanos de los migrantes se encuentra “la denegación de derechos civiles y políticos, así como la vulneración de derechos económicos, sociales y culturales, tales como los derechos a la salud, la vivienda o la educación”.

Ante la crisis humanitaria se encuentra siempre el recurso de la “causa humanitaria”, es decir, la acción de atender el sufrimiento para aliviarlo.
¿Cómo se hace esto en materia de migración? Encontrando la manera de defender los derechos de los migrantes y procurar el respeto a su dignidad como personas.

La causa humanitaria está sustentada en una conciencia que reconoce y proclama la dignidad de la personas, y de ahí se aplica al respeto de los derecho humanos como una manifestación coherente con un humanismo que reconoce a todo ser humano (por el solo hecho de serlo) como un ente con valor.

Un enfoque de derechos humanos ante la problemática humanitaria de los migrantes ayudaría a quienes están en riesgo, tratándoles a partir del respeto a su dignidad como personas, independientemente de su país de origen y de su estatus migratorio.
Dicho enfoque contribuiría, indiscutiblemente, con la voluntad humanitaria que tanto se requiere.

Hay que fortalecer un enfoque de derechos humanos en el tema de la migración, no solo proponerlo y exhibirlo en congresos y cátedras, en discursos diplomáticos y posturas mediáticas.
El famoso Pacto Mundial sobre Migración, es letra muerta sin voluntad humanista basada en los derechos humanos.

Atender las violaciones a los derechos humanos de los migrantes es una necesidad urgente.
En la realidad cruel, el sufrimiento no se detiene, sino que tristemente parece incrementarse.
Urge el humanismo sobre el cual hay que actuar humanitariamente.

Por: Juan Ramón Camacho Rodríguez

Según la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (*), en el mundo hay 281 millones de personas en condiciones de migrante, esto es, el 3,6% de la población mundial.

En el 2022, las autoridades migratorias mexicanas registraron 445 mil casos de migrantes irregulares, la mayoría originarios de Venezuela, Honduras, Cuba, Nicaragua y Guatemala.

Las noticias sobre los migrantes y sus condiciones de vida nos obligan a reflexionar en la violación de sus derechos.
Una crisis humanitaria es la condición de sufrimiento y muerte por la que atraviesan una gran cantidad de personas.
Entonces, se habla de una emergencia humanitaria ante efectos del hambre, la guerra o los desplazamientos, entre otras situaciones.

En una crisis humanitaria se violan los derechos humanos de quienes la están padeciendo.
Las víctimas de dicha crisis son, ante todo, personas en situación de vulnerabilidad, seres humanos desprotegidos quienes no tienen garantizados sus derechos fundamentales y se les somete a discriminación y maltrato como expresión de los prejuicios y la xenofobia.

Según las Naciones Unidas, entre las violaciones a los derechos humanos de los migrantes se encuentra “la denegación de derechos civiles y políticos, así como la vulneración de derechos económicos, sociales y culturales, tales como los derechos a la salud, la vivienda o la educación”.

Ante la crisis humanitaria se encuentra siempre el recurso de la “causa humanitaria”, es decir, la acción de atender el sufrimiento para aliviarlo.
¿Cómo se hace esto en materia de migración? Encontrando la manera de defender los derechos de los migrantes y procurar el respeto a su dignidad como personas.

La causa humanitaria está sustentada en una conciencia que reconoce y proclama la dignidad de la personas, y de ahí se aplica al respeto de los derecho humanos como una manifestación coherente con un humanismo que reconoce a todo ser humano (por el solo hecho de serlo) como un ente con valor.

Un enfoque de derechos humanos ante la problemática humanitaria de los migrantes ayudaría a quienes están en riesgo, tratándoles a partir del respeto a su dignidad como personas, independientemente de su país de origen y de su estatus migratorio.
Dicho enfoque contribuiría, indiscutiblemente, con la voluntad humanitaria que tanto se requiere.

Hay que fortalecer un enfoque de derechos humanos en el tema de la migración, no solo proponerlo y exhibirlo en congresos y cátedras, en discursos diplomáticos y posturas mediáticas.
El famoso Pacto Mundial sobre Migración, es letra muerta sin voluntad humanista basada en los derechos humanos.

Atender las violaciones a los derechos humanos de los migrantes es una necesidad urgente.
En la realidad cruel, el sufrimiento no se detiene, sino que tristemente parece incrementarse.
Urge el humanismo sobre el cual hay que actuar humanitariamente.

Osvaldo

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vie May 19 , 2023
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