Maravillosa sociedad civil

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Por: Luis Carlos Ramírez

Propongamos que las ideas, el diálogo y la razón sean la línea de acción que lidere a nuestras futuras generaciones.

Las manifestaciones son sin duda una muestra de fuerza, de masa crítica y por supuesto comunión en un fin de todos los asistentes.

El fin de semana pasado se dio esa muestra maravillosa de ideas comunes, de paz social, de inteligencia en la expresión de la voluntad de miles y miles de personas.

Ahora lo vil, lo destructivo, es a partir del lunes temprano, una retahíla de adjetivación, denostaciones, anhelo de dividir y buscar que algunos mexicanos sientan filias al gobierno federal, y un desprecio y animadversión hacia a aquellos que tienen un pensamiento distinto, que es propio, no en contra de nadie, sólo distinto al del gobernante de las frases envenenadas, que serán puestas en los medios de su acomodo.

Mi no corta vida recuerda que los líderes que dividen logran desastres, desgaste en las personas y el país e innecesarios, y a veces irreversibles desencuentros entre los mejores amigos, en las familias, en la vida de ciudadanos que desearían vivir en un país de comunidad, felices y buscando el mejor bienestar para todos.

Y aunque todo este tema lo desarrollo en domingo, y ya para el martes estaremos repletos de notas mucho mejor que la de un servidor, ¡pero qué caray!, hay que decirlo, lo que pudimos ver fue una muestra de que, si nos ocupamos de lo que pensamos y sentimos por defender nuestra creencia, hay manera de lograrlo, las voluntades han hecho gala de un espectáculo ciudadano de enormes magnitudes.
Y ¿saben qué?, sin un solo daño a propiedad privada o a edificio público, sin peleas, ni enfrentamientos aun cuando había gente confrontando a los marchantes (muy poquitos, no creamos que muchos), e incluso, llegué a ver que de repente había gente queriendo decir cosas negativas y ofensivas contra el presidente, y hubo quien con un excelente grado de sensatez, pidió que no desviáramos la atención, y que no cayéramos en ese juego que se usa mucho ahora de los defensores de la reforma, que no ofendiéramos ni buscáramos ser un grupo mostrando enojo, éramos y somos, ciudadanos que deseamos algo mejor; no lo que nuestro Presidente ha dado de calificativos y menos que repetimos la técnica de reproches y majaderías, de calificativos denostadores.

No permitir una degradación tendenciosa para los que quieren manipular el tema, pero con tintes que disfrazan de mejoras, mas se convierten en herramientas que convenientemente estarían dejando en tremenda ventaja al partido en el poder.
Y además dejaría que sus artimañas de manejo de dinero de los gobiernos se aboquen a sus campañas, y repitan historias que no deseamos sean repetidas.

Esas mismas historias estamos buscando sean juzgadas, y los culpables metidos en la cárcel, y siguiendo lo que desea el partido en poder, daríamos pie a la facilitación de manipulación y manejo de fondos de gobierno con organismos chimuelos, puestos a modo e incondicionales, sin actuación efectiva.

Perder instituciones autónomas, las que no ha alcanzado la supuesta transformación destructiva, nos compete a los ciudadanos protegerlos, somos su “chapulín colorado”, ¡no las dejemos solas!

Ya mostramos que somos capaces de misiones como esta, así que ahora la misión es mantener los brazos en guardia, la mente abierta y alerta, y el corazón puesto en nuestras instituciones, en nuestra gente y en nuestro país, que aquí vivimos y por él haremos lo inimaginable.

¡El INE no se toca!

¡Viva México!

Maestro en Administración de Negocios.
Expresidente de Index Chihuahua

Por: Luis Carlos Ramírez

Propongamos que las ideas, el diálogo y la razón sean la línea de acción que lidere a nuestras futuras generaciones.

Las manifestaciones son sin duda una muestra de fuerza, de masa crítica y por supuesto comunión en un fin de todos los asistentes.

El fin de semana pasado se dio esa muestra maravillosa de ideas comunes, de paz social, de inteligencia en la expresión de la voluntad de miles y miles de personas.

Ahora lo vil, lo destructivo, es a partir del lunes temprano, una retahíla de adjetivación, denostaciones, anhelo de dividir y buscar que algunos mexicanos sientan filias al gobierno federal, y un desprecio y animadversión hacia a aquellos que tienen un pensamiento distinto, que es propio, no en contra de nadie, sólo distinto al del gobernante de las frases envenenadas, que serán puestas en los medios de su acomodo.

Mi no corta vida recuerda que los líderes que dividen logran desastres, desgaste en las personas y el país e innecesarios, y a veces irreversibles desencuentros entre los mejores amigos, en las familias, en la vida de ciudadanos que desearían vivir en un país de comunidad, felices y buscando el mejor bienestar para todos.

Y aunque todo este tema lo desarrollo en domingo, y ya para el martes estaremos repletos de notas mucho mejor que la de un servidor, ¡pero qué caray!, hay que decirlo, lo que pudimos ver fue una muestra de que, si nos ocupamos de lo que pensamos y sentimos por defender nuestra creencia, hay manera de lograrlo, las voluntades han hecho gala de un espectáculo ciudadano de enormes magnitudes.
Y ¿saben qué?, sin un solo daño a propiedad privada o a edificio público, sin peleas, ni enfrentamientos aun cuando había gente confrontando a los marchantes (muy poquitos, no creamos que muchos), e incluso, llegué a ver que de repente había gente queriendo decir cosas negativas y ofensivas contra el presidente, y hubo quien con un excelente grado de sensatez, pidió que no desviáramos la atención, y que no cayéramos en ese juego que se usa mucho ahora de los defensores de la reforma, que no ofendiéramos ni buscáramos ser un grupo mostrando enojo, éramos y somos, ciudadanos que deseamos algo mejor; no lo que nuestro Presidente ha dado de calificativos y menos que repetimos la técnica de reproches y majaderías, de calificativos denostadores.

No permitir una degradación tendenciosa para los que quieren manipular el tema, pero con tintes que disfrazan de mejoras, mas se convierten en herramientas que convenientemente estarían dejando en tremenda ventaja al partido en el poder.
Y además dejaría que sus artimañas de manejo de dinero de los gobiernos se aboquen a sus campañas, y repitan historias que no deseamos sean repetidas.

Esas mismas historias estamos buscando sean juzgadas, y los culpables metidos en la cárcel, y siguiendo lo que desea el partido en poder, daríamos pie a la facilitación de manipulación y manejo de fondos de gobierno con organismos chimuelos, puestos a modo e incondicionales, sin actuación efectiva.

Perder instituciones autónomas, las que no ha alcanzado la supuesta transformación destructiva, nos compete a los ciudadanos protegerlos, somos su “chapulín colorado”, ¡no las dejemos solas!

Ya mostramos que somos capaces de misiones como esta, así que ahora la misión es mantener los brazos en guardia, la mente abierta y alerta, y el corazón puesto en nuestras instituciones, en nuestra gente y en nuestro país, que aquí vivimos y por él haremos lo inimaginable.

¡El INE no se toca!

¡Viva México!

Maestro en Administración de Negocios.
Expresidente de Index Chihuahua

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mar Nov 15 , 2022
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