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Por: María de los Ángeles Ruiz
En próximos días, el 23 de este mes, celebraremos a los estudiantes, un grupo muy importante en nuestra población, ya que representan el “futuro y presente” de México.
Pero, ¿qué realidad enfrentan hoy en día los estudiantes? Según investigaciones de la Asociación Civil México Evalúa, durante la pandemia del Covid -19 más de medio millón de estudiantes dejaron de asistir a la escuela en estos dos años, y todavía no se han recuperado esas cifras, muchos de esos estudiantes ya no retomarán sus estudios, porque algunos perdieron a sus padres, y ahora tendrán que trabajar para sostenerse, otros habrán tenido alguna complicación de salud, pero principalmente la situación económica se posicionó como una de las principales causas de esta salida de los estudiantes del marco formativo en el sistema educativo mexicano.
Por otro lado, la situación social que se enfrenta en las escuelas hoy en día refleja un alto contenido de violencia en las interacciones sociales de los estudiantes, desde nivel básico, hasta un nivel profesional, se consolida más en nivel secundaria y bachillerato.
Este año, en el Estado de México, fuimos testigos del asesinato a golpes de una alumna de bachillerato a manos de una compañera suya, donde la afectada había denunciado la constante agresión por parte de la compañera ante autoridades escolares, y nadie hizo nada para ayudarla, la respuesta de las autoridades educativas es de desdén y no le están dando la debida importancia a estos casos de acoso escolar.
Después del encierro, las niñas, niños y adolescentes están retomando sus actividades sociales, así como el acudir presencialmente a un plantel educativo, pero la violencia que acompaña hoy a la sociedad, donde lo normal para ellos es el ejercicio de interacciones que conllevan actos violentos como normalidad, está sometiéndolos a nuevas dinámicas que están agravando la posible normal actividad agresiva que los humanos pueden tener al estarse desarrollando y estabilizando sus niveles hormonales.
Los casos de bullying que se dan en todo el país, y que, aquí en Chihuahua, hemos documentado, desde agresiones sexuales en algunos planteles de Bachilleres, venta de droga, casos de burla hacia personas con alguna situación mental en particular, como lo es el autismo o el déficit de atención, han ido en aumento, patrocinados por los likes de las redes sociales como el Tik-Tok o el Insta, son realidades que varias generaciones no habían enfrentado.
Es importante replantear el papel de la sociedad y de cómo interactuamos los que estamos cerca de los estudiantes, para ayudarlos a tener una formación que los acomode en posicionamiento con oportunidades de tener y desarrollar una vida libre de violencia, para que así podamos aspirar a una sociedad más sana, no más enferma.
La misión no está sencilla, ya que todo su contexto los está llevando a una pronta iniciación sexual, y la participación en los grupos de delincuencia organizada, todo esto mediante la promoción que hacen grupos musicales, que son la moda, como lo es Peso Pluma, con la nueva corriente musical denominada “Música bélica” y con el reguetón, que ha dejado de ocupar primeros lugares desplazada por la nueva onda bélica.
¿O deberemos hacernos a la idea de que en el futuro como película de Mad Max, existan en la calle pandillas con vehículos armados con enfrentamientos en cada esquina?
No me hago a la idea, y ¿usted?
Hasta la próxima.
AECH.
Abrazo.
Por: María de los Ángeles Ruiz
En próximos días, el 23 de este mes, celebraremos a los estudiantes, un grupo muy importante en nuestra población, ya que representan el “futuro y presente” de México.
Pero, ¿qué realidad enfrentan hoy en día los estudiantes? Según investigaciones de la Asociación Civil México Evalúa, durante la pandemia del Covid -19 más de medio millón de estudiantes dejaron de asistir a la escuela en estos dos años, y todavía no se han recuperado esas cifras, muchos de esos estudiantes ya no retomarán sus estudios, porque algunos perdieron a sus padres, y ahora tendrán que trabajar para sostenerse, otros habrán tenido alguna complicación de salud, pero principalmente la situación económica se posicionó como una de las principales causas de esta salida de los estudiantes del marco formativo en el sistema educativo mexicano.
Por otro lado, la situación social que se enfrenta en las escuelas hoy en día refleja un alto contenido de violencia en las interacciones sociales de los estudiantes, desde nivel básico, hasta un nivel profesional, se consolida más en nivel secundaria y bachillerato.
Este año, en el Estado de México, fuimos testigos del asesinato a golpes de una alumna de bachillerato a manos de una compañera suya, donde la afectada había denunciado la constante agresión por parte de la compañera ante autoridades escolares, y nadie hizo nada para ayudarla, la respuesta de las autoridades educativas es de desdén y no le están dando la debida importancia a estos casos de acoso escolar.
Después del encierro, las niñas, niños y adolescentes están retomando sus actividades sociales, así como el acudir presencialmente a un plantel educativo, pero la violencia que acompaña hoy a la sociedad, donde lo normal para ellos es el ejercicio de interacciones que conllevan actos violentos como normalidad, está sometiéndolos a nuevas dinámicas que están agravando la posible normal actividad agresiva que los humanos pueden tener al estarse desarrollando y estabilizando sus niveles hormonales.
Los casos de bullying que se dan en todo el país, y que, aquí en Chihuahua, hemos documentado, desde agresiones sexuales en algunos planteles de Bachilleres, venta de droga, casos de burla hacia personas con alguna situación mental en particular, como lo es el autismo o el déficit de atención, han ido en aumento, patrocinados por los likes de las redes sociales como el Tik-Tok o el Insta, son realidades que varias generaciones no habían enfrentado.
Es importante replantear el papel de la sociedad y de cómo interactuamos los que estamos cerca de los estudiantes, para ayudarlos a tener una formación que los acomode en posicionamiento con oportunidades de tener y desarrollar una vida libre de violencia, para que así podamos aspirar a una sociedad más sana, no más enferma.
La misión no está sencilla, ya que todo su contexto los está llevando a una pronta iniciación sexual, y la participación en los grupos de delincuencia organizada, todo esto mediante la promoción que hacen grupos musicales, que son la moda, como lo es Peso Pluma, con la nueva corriente musical denominada “Música bélica” y con el reguetón, que ha dejado de ocupar primeros lugares desplazada por la nueva onda bélica.
¿O deberemos hacernos a la idea de que en el futuro como película de Mad Max, existan en la calle pandillas con vehículos armados con enfrentamientos en cada esquina?
No me hago a la idea, y ¿usted?
Hasta la próxima.
AECH.
Abrazo.
Osvaldo
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