En la cinta Las vocales, dos bandos de mujeres tratan de ponerse de acuerdo sobre la educación de sus hijos
Convencida de que su hijo merece la mejor educación, Claudia (Ana González) tramitó una beca del 90 por ciento en una de las mejores instituciones del país.
El pequeño aún cursa la primaria, sin embargo busca que su hijo reciba todo aquello que ella no tuvo de sus padres.
Más emocionada que el pequeño Chuchín (Ruy Gaitán) por comenzar el ciclo escolar, Claudia acompaña a su pequeño a su primer día de escuela, pero desde que llegan, todo es diferente a lo que ella imaginó.
Bastaron unos minutos para que Clau conociera a las vocales, un grupo de mamás muy involucradas en las actividades escolares y preocupadas por la educación de sus hijos; el grupo es liderado por Roberta (Gabriela de la Garza), quien pronto se volverá un dolor de cabeza para la protagonista.
La cinta La vocales, disponible en Vix+, refleja parte del entorno en el que se desarrollan, principalmente, las mamás de los niños de esa escuela, su comunicación a través de un grupo de WhatsApp y una competencia inconsciente por demostrar quién es la mejor mamá.
“Es una historia basada en hechos reales.
Lo que hicimos fue llevar a la sátira lo que en realidad sucede en los salones de clases, en las escuelas y en esos chats de mamás”, afirmó De la Garza en entrevista.
El grupo de mamás se divide en dos, las “rechazadas”, que son las que apoyan a Claudia, integrado por Julieta (Thanya López), quien fue señalada por infidelidad y Matilde (Italvi Orozco), que forma una familia lesbomaternal.
En el otro lado están las mamás que se proyectan como “perfectas”, encabezadas por Roberta, Greta (Ligia Uriarte), la nueva rica y Socorro (Rocío Verdejo), una madre que adoptó a su primogénito.
La relación comienza a fracturarse luego de que Claudia no acepta muchas de las decisiones y “órdenes” de Roberta; poco a poco comenzará una guerra que afectará a sus propios hijos.
“La película refleja nuestra historia como tal en cuanto a mujeres, hemos aprendido a que tenemos que competir entre nosotras, sin embargo, al día de hoy hemos aprendido otros caminos, otras posibilidades y así termina la película, todas aceptan que son imperfectas, que la chamba de ser mamá es complicada y que están lejos de no equivocarse, simplemente cada quien hace lo mejor que puede.
“Eso es lo que a mí me gusta de la película que todos se redimen y si bien no tienen que ser las mejores amigas, adorarse o irse a tomar café, podemos convivir armoniosamente aún siendo diferentes y no metiéndonos el pie, ese es el nuevo camino a seguir, eso es lo que estamos todas aprendiendo y adoptando gustosamente, siento que es un reflejo de lo que vivimos allá afuera”, agregó De la Garza.
Quien más se identificó con la comedia de situación fue De la Garza debido a que, en la escuela de su hijo tienen el mismo sistema de comunicación virtual, pero para evitar caer en lo mismo que la historia que protagoniza, la actriz tomó una decisión de la que no se arrepiente.
“Yo terminé saliéndome de los chats, esa fue mi solución, lo intenté, pero definitivamente no es la opción para mí, porque además de que se pierde mucho tiempo, considero que la información relevante para mi hijo y para mí, va a venir de la escuela no de los chats”, comentó la actriz de 45 años.
Por otro lado, Ana González destacó que ella jamás ha querido ser mamá, “pero me gustan mucho los niños, sobre todo los de mis amigas.
Nunca se me ha antojado, nunca me gustaron las muñecas, ni tuve instinto maternal y típico que a la gente le gusta opinar y dice que voy a cambiar de opinión; es un tema que ya está empezando a cambiar, esta idea de que una mujer tiene que ser mamá para realizarse, yo creo que no.
“Es una responsabilidad tan grande que lo debes de querer mucho y mis amigas justo dicen que esto no es para tomarlo a la ligera, es una cosa maravillosa, pero a la vez pesada y tiene que ser muy pensada“, compartió González.
Y aunque para ella ha sido un reto enfrentarse a las críticas, dijo ya estar acostumbrada.
“Antes sí me molestaba de mis tías, de mi mamá cuando pensaban que iba a cambiar de idea, pero ahora ya no, a la gente que me importa y quiero, tengo el tiempo, la amabilidad y apertura para explicarles por qué no quiero tener hijos y por qué no deben de molestar a la gente haciendo preguntas de ese tipo, algunos entienden, otros no, pero llegué a un lugar zen en el que ya no me molesta ningún comentario”, sostuvo.
Convencida de que su hijo merece la mejor educación, Claudia (Ana González) tramitó una beca del 90 por ciento en una de las mejores instituciones del país.
El pequeño aún cursa la primaria, sin embargo busca que su hijo reciba todo aquello que ella no tuvo de sus padres.
Más emocionada que el pequeño Chuchín (Ruy Gaitán) por comenzar el ciclo escolar, Claudia acompaña a su pequeño a su primer día de escuela, pero desde que llegan, todo es diferente a lo que ella imaginó.
Bastaron unos minutos para que Clau conociera a las vocales, un grupo de mamás muy involucradas en las actividades escolares y preocupadas por la educación de sus hijos; el grupo es liderado por Roberta (Gabriela de la Garza), quien pronto se volverá un dolor de cabeza para la protagonista.
La cinta La vocales, disponible en Vix+, refleja parte del entorno en el que se desarrollan, principalmente, las mamás de los niños de esa escuela, su comunicación a través de un grupo de WhatsApp y una competencia inconsciente por demostrar quién es la mejor mamá.
“Es una historia basada en hechos reales.
Lo que hicimos fue llevar a la sátira lo que en realidad sucede en los salones de clases, en las escuelas y en esos chats de mamás”, afirmó De la Garza en entrevista.
El grupo de mamás se divide en dos, las “rechazadas”, que son las que apoyan a Claudia, integrado por Julieta (Thanya López), quien fue señalada por infidelidad y Matilde (Italvi Orozco), que forma una familia lesbomaternal.
En el otro lado están las mamás que se proyectan como “perfectas”, encabezadas por Roberta, Greta (Ligia Uriarte), la nueva rica y Socorro (Rocío Verdejo), una madre que adoptó a su primogénito.
La relación comienza a fracturarse luego de que Claudia no acepta muchas de las decisiones y “órdenes” de Roberta; poco a poco comenzará una guerra que afectará a sus propios hijos.
“La película refleja nuestra historia como tal en cuanto a mujeres, hemos aprendido a que tenemos que competir entre nosotras, sin embargo, al día de hoy hemos aprendido otros caminos, otras posibilidades y así termina la película, todas aceptan que son imperfectas, que la chamba de ser mamá es complicada y que están lejos de no equivocarse, simplemente cada quien hace lo mejor que puede.
“Eso es lo que a mí me gusta de la película que todos se redimen y si bien no tienen que ser las mejores amigas, adorarse o irse a tomar café, podemos convivir armoniosamente aún siendo diferentes y no metiéndonos el pie, ese es el nuevo camino a seguir, eso es lo que estamos todas aprendiendo y adoptando gustosamente, siento que es un reflejo de lo que vivimos allá afuera”, agregó De la Garza.
Quien más se identificó con la comedia de situación fue De la Garza debido a que, en la escuela de su hijo tienen el mismo sistema de comunicación virtual, pero para evitar caer en lo mismo que la historia que protagoniza, la actriz tomó una decisión de la que no se arrepiente.
“Yo terminé saliéndome de los chats, esa fue mi solución, lo intenté, pero definitivamente no es la opción para mí, porque además de que se pierde mucho tiempo, considero que la información relevante para mi hijo y para mí, va a venir de la escuela no de los chats”, comentó la actriz de 45 años.
Por otro lado, Ana González destacó que ella jamás ha querido ser mamá, “pero me gustan mucho los niños, sobre todo los de mis amigas.
Nunca se me ha antojado, nunca me gustaron las muñecas, ni tuve instinto maternal y típico que a la gente le gusta opinar y dice que voy a cambiar de opinión; es un tema que ya está empezando a cambiar, esta idea de que una mujer tiene que ser mamá para realizarse, yo creo que no.
“Es una responsabilidad tan grande que lo debes de querer mucho y mis amigas justo dicen que esto no es para tomarlo a la ligera, es una cosa maravillosa, pero a la vez pesada y tiene que ser muy pensada“, compartió González.
Y aunque para ella ha sido un reto enfrentarse a las críticas, dijo ya estar acostumbrada.
“Antes sí me molestaba de mis tías, de mi mamá cuando pensaban que iba a cambiar de idea, pero ahora ya no, a la gente que me importa y quiero, tengo el tiempo, la amabilidad y apertura para explicarles por qué no quiero tener hijos y por qué no deben de molestar a la gente haciendo preguntas de ese tipo, algunos entienden, otros no, pero llegué a un lugar zen en el que ya no me molesta ningún comentario”, sostuvo.