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Por: Eduardo Fernández Ponce
“El gobierno que no lucha por la salud
de su comunidad, no es gobierno”.
Dr.
Steve Hanke.
(John Hopkins University)
Las recientes declaraciones de este controvertido funcionario de que: “no es posible ‘cancelar de tajo’ los consultorios de farmacia, pero lo deseable es que no existan, por representar un riesgo para la salud y la vida, porque no tienen la capacidad de atender enfermedades crónicas” que además: “pertenecen a empresas lucrativas que tienen como principal objetivo la venta masiva de medicamentos y no la salud de los mexicanos”.
Haciendo hincapié: “Es un gran engaño, los consultorios adyacentes a la farmacia no resuelven problemas de salud de mayor importancia de quienes padecen diabetes, hipertensión, una enfermedad pulmonar o cardíaca crónica”.
Sin embargo habría que preguntarle en dónde quedó la promesa que hiciera el presidente Obrador que a partir del 1º de diciembre de 2020 tendríamos un servicio médico gratuito similar a Dinamarca, Canadá o Noruega (este último con 6 mil euros por habitante anual contra 607 euros de México, según OMS), situándonos en el lugar 53º mundial.
Por si fuera poco, tampoco revela la incapacidad operativa del gobierno en distribuir los medicamentos donde infinidad han caducado en bodegas.
Si los mexicanos que carecen de un servicio médico y aún los que tienen IMSS, ISSSTE o cualquier otra atención clínica gubernamental, se ven en la necesidad de acudir a este tipo de servicios de consulta de farmacia y medicamento, es por la negligencia manifiesta del propio gobierno.
Nada más equívoco de López-Gatell al decir que en esos consultorios la diabetes, hipertensión, enfermedad pulmonar o cardíaca crónica no son atendidos como especialidad, pues nada indica que observen esos tratamientos por ser rigurosamente consultorios básicos de “medicina general”.
Ello está relacionado con la desaparición del Seguro Popular que si bien no era lo óptimo, sí constituía una protección a 69.
1 millones de mexicanos registrados, la mayoría de escasos recursos.
A decir de la Dra.
Laurie Ann Ximénez-Fyvie en su libro titulado: Un daño irreparable, revela cómo la ineficiente estrategia gubernamental contra la pandemia llevó a México al primer lugar de letalidad entre las 20 naciones más afectadas por Covid.
Además indica que “desde el comienzo de la pandemia en México, le indignaron las declaraciones de López-Gatell: su insistencia en que la enfermedad no era más grave que la influenza, el exceso de confianza en que todo estaba previsto y el espectáculo teatral de sus apariciones públicas”.
Pensó que la “inmunidad comunitaria” vendría pronto, con pocos muertos y que con ello concluiría la contingencia, por lo contrario sólo demostró su incapacidad por no rectificar el rumbo.
Resultando ser la peor tragedia sanitaria que ha vivido México sólo superada por los efectos de la viruela y sarampión que diezmó a la población indígena en el siglo XVI.
En resumen, López-Gatell, su conducta egocéntrica está socialmente reprobada; más aún al insistir en junio de 2021 que los padres de niños con cáncer querían propiciar un “golpe de Estado”, siendo sencilla la lectura de su nociva interpretación quizás atrapado en su propio sesgo cognitivo, imaginando escenarios que jamás ocurrirían.
Como dijera Jean-Paul Sartre, el existencialista comprometido: “No hay necesidad de fuego, cuando el infierno son los otros”.
efconsultor@yahoo.
com
Por: Eduardo Fernández Ponce
“El gobierno que no lucha por la salud
de su comunidad, no es gobierno”.
Dr.
Steve Hanke.
(John Hopkins University)
Las recientes declaraciones de este controvertido funcionario de que: “no es posible ‘cancelar de tajo’ los consultorios de farmacia, pero lo deseable es que no existan, por representar un riesgo para la salud y la vida, porque no tienen la capacidad de atender enfermedades crónicas” que además: “pertenecen a empresas lucrativas que tienen como principal objetivo la venta masiva de medicamentos y no la salud de los mexicanos”.
Haciendo hincapié: “Es un gran engaño, los consultorios adyacentes a la farmacia no resuelven problemas de salud de mayor importancia de quienes padecen diabetes, hipertensión, una enfermedad pulmonar o cardíaca crónica”.
Sin embargo habría que preguntarle en dónde quedó la promesa que hiciera el presidente Obrador que a partir del 1º de diciembre de 2020 tendríamos un servicio médico gratuito similar a Dinamarca, Canadá o Noruega (este último con 6 mil euros por habitante anual contra 607 euros de México, según OMS), situándonos en el lugar 53º mundial.
Por si fuera poco, tampoco revela la incapacidad operativa del gobierno en distribuir los medicamentos donde infinidad han caducado en bodegas.
Si los mexicanos que carecen de un servicio médico y aún los que tienen IMSS, ISSSTE o cualquier otra atención clínica gubernamental, se ven en la necesidad de acudir a este tipo de servicios de consulta de farmacia y medicamento, es por la negligencia manifiesta del propio gobierno.
Nada más equívoco de López-Gatell al decir que en esos consultorios la diabetes, hipertensión, enfermedad pulmonar o cardíaca crónica no son atendidos como especialidad, pues nada indica que observen esos tratamientos por ser rigurosamente consultorios básicos de “medicina general”.
Ello está relacionado con la desaparición del Seguro Popular que si bien no era lo óptimo, sí constituía una protección a 69.
1 millones de mexicanos registrados, la mayoría de escasos recursos.
A decir de la Dra.
Laurie Ann Ximénez-Fyvie en su libro titulado: Un daño irreparable, revela cómo la ineficiente estrategia gubernamental contra la pandemia llevó a México al primer lugar de letalidad entre las 20 naciones más afectadas por Covid.
Además indica que “desde el comienzo de la pandemia en México, le indignaron las declaraciones de López-Gatell: su insistencia en que la enfermedad no era más grave que la influenza, el exceso de confianza en que todo estaba previsto y el espectáculo teatral de sus apariciones públicas”.
Pensó que la “inmunidad comunitaria” vendría pronto, con pocos muertos y que con ello concluiría la contingencia, por lo contrario sólo demostró su incapacidad por no rectificar el rumbo.
Resultando ser la peor tragedia sanitaria que ha vivido México sólo superada por los efectos de la viruela y sarampión que diezmó a la población indígena en el siglo XVI.
En resumen, López-Gatell, su conducta egocéntrica está socialmente reprobada; más aún al insistir en junio de 2021 que los padres de niños con cáncer querían propiciar un “golpe de Estado”, siendo sencilla la lectura de su nociva interpretación quizás atrapado en su propio sesgo cognitivo, imaginando escenarios que jamás ocurrirían.
Como dijera Jean-Paul Sartre, el existencialista comprometido: “No hay necesidad de fuego, cuando el infierno son los otros”.
efconsultor@yahoo.
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