Las heridas de Mya son las heridas de todas

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Por: Brenda Ríos

Mya Naomi fue agredida por su expareja; recibió 47 puñaladas a la corta edad de 16 años y su historia ha marcado un precedente para las leyes en justicia penal para adolescentes en el estado.

Su historia ha impactado de manera contundente y nos ha recordado el fracaso de la aplicación de justicia en tantos casos de violencia y feminicidios que han quedado impunes, no sólo en Chihuahua, sino en todo el país.

La ley Mya, es una muy atinada iniciativa para frenar la impunidad en tantos delitos en grado de tentativa de feminicidio y la representación de esta joven valiente sólo nos impulsa a seguir luchando por la correcta impartición de justicia y la protección a tantas víctimas.

Su agresor, también de 16 años, fue puesto en libertad y actualmente se sospecha que se encuentra prófugo de la justicia.
El grito de Mya es que se procese correctamente a su agresor y que su historia no se vuelva a repetir.

México es uno de los países con mayor tasa de impunidad en feminicidios, cada día más de 10 mujeres son asesinadas.
En Chihuahua, con un gobierno incapaz de defenderlas, en 2022 registró 181 feminicidios.

Mya es una voz valiente que sobrevivió al ataque de un agresor que hoy se encuentra en libertad por la incompetencia de quienes deberían estar protegiendo a las mujeres del estado; sin embargo, Mya hoy representa la fuerza por seguir luchando y no forma parte de la estadística como lamentablemente miles lo son.

A pesar de las heridas, hoy encabeza a cada mujer que ha sufrido violencia y a cada madre que no ha podido recibir justicia por su hija desaparecida o asesinada.

El activismo feminista fue fundamental en este caso para que las autoridades voltearan y así poder ejercer presión; colectivas feministas, levantaron la voz para respaldar a Mya una vez que se hizo publica su denuncia; sin embargo, hay casos que no vemos porque no están bajo los reflectores, pero los hay y son miles y la autoridad estatal no tiene ni debe porque esperar a que cada caso se haga mediático para actuar.
Cada historia merece la misma atención y la eficacia en el actuar debe sobresalir ante la incapacidad de las autoridades.

Gritemos y rompamos todo por Mya, por quienes no tienen la fuerza para denunciar, salir corriendo o por quienes les robaron la voz y hoy se encuentran silenciadas, las mujeres nos merecemos libertad y seguridad y el Estado está obligado a garantizarnos protección, una vida sin violencia, con paz y seguridad, que todo el peso de la ley caiga sobre los agresores, mejorar en materia preventiva, más canales para denuncia, acompañamiento a las víctimas, hacer lo que nos corresponde cada quien desde su trinchera y por supuesto sancionar debidamente a los criminales, quienes como el de Mya continúa en libertad.

Por: Brenda Ríos

Mya Naomi fue agredida por su expareja; recibió 47 puñaladas a la corta edad de 16 años y su historia ha marcado un precedente para las leyes en justicia penal para adolescentes en el estado.

Su historia ha impactado de manera contundente y nos ha recordado el fracaso de la aplicación de justicia en tantos casos de violencia y feminicidios que han quedado impunes, no sólo en Chihuahua, sino en todo el país.

La ley Mya, es una muy atinada iniciativa para frenar la impunidad en tantos delitos en grado de tentativa de feminicidio y la representación de esta joven valiente sólo nos impulsa a seguir luchando por la correcta impartición de justicia y la protección a tantas víctimas.

Su agresor, también de 16 años, fue puesto en libertad y actualmente se sospecha que se encuentra prófugo de la justicia.
El grito de Mya es que se procese correctamente a su agresor y que su historia no se vuelva a repetir.

México es uno de los países con mayor tasa de impunidad en feminicidios, cada día más de 10 mujeres son asesinadas.
En Chihuahua, con un gobierno incapaz de defenderlas, en 2022 registró 181 feminicidios.

Mya es una voz valiente que sobrevivió al ataque de un agresor que hoy se encuentra en libertad por la incompetencia de quienes deberían estar protegiendo a las mujeres del estado; sin embargo, Mya hoy representa la fuerza por seguir luchando y no forma parte de la estadística como lamentablemente miles lo son.

A pesar de las heridas, hoy encabeza a cada mujer que ha sufrido violencia y a cada madre que no ha podido recibir justicia por su hija desaparecida o asesinada.

El activismo feminista fue fundamental en este caso para que las autoridades voltearan y así poder ejercer presión; colectivas feministas, levantaron la voz para respaldar a Mya una vez que se hizo publica su denuncia; sin embargo, hay casos que no vemos porque no están bajo los reflectores, pero los hay y son miles y la autoridad estatal no tiene ni debe porque esperar a que cada caso se haga mediático para actuar.
Cada historia merece la misma atención y la eficacia en el actuar debe sobresalir ante la incapacidad de las autoridades.

Gritemos y rompamos todo por Mya, por quienes no tienen la fuerza para denunciar, salir corriendo o por quienes les robaron la voz y hoy se encuentran silenciadas, las mujeres nos merecemos libertad y seguridad y el Estado está obligado a garantizarnos protección, una vida sin violencia, con paz y seguridad, que todo el peso de la ley caiga sobre los agresores, mejorar en materia preventiva, más canales para denuncia, acompañamiento a las víctimas, hacer lo que nos corresponde cada quien desde su trinchera y por supuesto sancionar debidamente a los criminales, quienes como el de Mya continúa en libertad.

Osvaldo

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dom Feb 12 , 2023
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