Cuando me plantean hablar de estos temas, de inicio, siempre pienso, ¿Qué voy a poder aportar? ¿Mi visión coincidirá con la de otros o será muy diferente? Y, realmente, es algo que no analizas hasta que alguien no te habla …
La entrada La mujer y el derecho se publicó primero en Legal Today.
Cuando me plantean hablar de estos temas, de inicio, siempre pienso, ¿Qué voy a poder aportar? ¿Mi visión coincidirá con la de otros o será muy diferente? Y, realmente, es algo que no analizas hasta que alguien no te habla sobre el tema, pero es muy interesante ver a que conclusiones llegas.
Hay que tener en cuenta varios ámbitos, el actual en el despacho, en la Universidad y en los juzgados, así como mis inicios en esta profesión y, por supuesto, cuando estudiaba en la universidad como cuando estuve opositando a judicaturas.
Lo primero que se me viene a la cabeza es que cuando acudo al juzgado y celebro un juicio la mayoría somos mujeres, tanto la parte contraria como en el propio juzgado.
Si luego piensas en el día a día y con los compañeros que hablas también ves que la mayoría son abogadas, mujeres profesionales.
Lo segundo en que pienso es en mi época de opositora en la que también la mayoría de los compañeros que estudiábamos con mi preparador eran mujeres, de hecho, la preparadora acabo siendo una mujer y cuando acudía a los exámenes también era así, pero no sucedía lo mismo con el Tribunal, en el que la mayoría de los integrantes eran hombres.
Creo que ambas circunstancias van muy relacionadas y que la explicación proviene de que las mujeres siempre hemos tenido mayor facilidad para opositar por cuanto no teníamos esa presión de que en cuanto salías de la carrera debías trabajar, podía estar cinco años, como hice yo, preparando las oposiciones y no tenías esa necesidad u obligación de ganarte la vida, como tradicionalmente se ha exigido a los hombres.
También creo que esta estrechamente relacionado en que es una profesión liberal en la que se suele ser autónomo y, por tanto, si lo tienes que compaginar con una familia suele dar una mayor libertad.
Pero esta concepción de madre todo terreno que por la mañana ejerce su profesión y a partir de las cinco de la tarde, cuando los niños salen del colegio los recoge y los lleva a todas las extraescolares, etc, creo que ha cambiado.
Y creo que lo ha hecho por varios motivos: primero porque ya no hay esa tendencia a ser autónomos o pequeños despachos de uno o dos profesionales, tendemos a unificarnos en despachos mas grandes y con unas dinámicas totalmente diferentes y segundo y mas importante porque el modelo de familia ha cambiado, por suerte, las parejas tienden a compartir estas labores familiares y ya no son las mujeres las que exclusivamente dedican parte de su jornada al cuidado de la familia, es una labor conjunta o que realiza el que tiene más disponibilidad, independientemente de su género.
Pero tengo que reconocer que sigo viendo a muchas abogadas que no ascienden en sus carreras por este motivo, ya que ellas se encargan de todo en su casa.
Personalmente he tenido el privilegio de vivir en casa una igualdad total, mis padres trabajan tanto en casa como fuera de casa por igual y siempre nos educaron a mi hermano y a mí de la misma forma, con las mismas condiciones y los mismos derechos y por supuesto obligaciones.
Pero ¿Cuál es la visión de la sociedad? Y sobre todo ¿Cuál es la realidad? Pues por desgracia aún queda mucho por avanzar.
Por un lado, tenemos que las mujeres aún no han llegado totalmente a la cúspide de la judicatura, es el grueso de la base, pero siguen sin acceder y por otro lado aún sigue habiendo muchos prejuicios.
Alguna situación he vivido de este estilo, pero siempre la he superado y he salido reforzada, con el apoyo de mis compañeros, hombres y mujeres.
Personalmente me da mucha rabia esa frase de que con un hombre se trabaja mejor que con una mujer.
En absoluto estoy de acuerdo, nada tiene que ver con el género sino con la persona, con la afinidad de carácter o como te complementas en la forma de trabajar o de entender la vida.
En el despacho, lógicamente, desde que entré, ha habido una evolución y no hacia una paridad, sino que ha ido cambiando y variando.
Cuando entre a trabajar en el despacho más o menos estábamos en la misma proporción, durante una época sí que fuimos más mujeres que hombres y los socios éramos paritarios, pero luego volvió a cambiar y el grueso del despacho era masculino.
Pero ahora, recientemente, tras la alianza estratégica con AF Tax&Legal, las tornas han cambiado y tanto en las oficinas como en la dirección hay más mujeres.
Tanto antes de realizar la alianza como ahora, que trabajamos codo con codo, se ve claramente que la política seguida nunca ha sido por el género sino por la valía y estoy totalmente de acuerdo con la misma.
Ahora bien, como decía, en la cúspide de la carrera judicial siguen prevaleciendo los hombres.
Durante muchos años esto ha sido así porque el porcentaje de hombres que estudiaba era mucho mayor, pero eso cambió y esas generaciones se han ido jubilando, sin embargo ¿Por qué siguen predominando?
Pues aquí ya creo que entran en juego los prejuicios y que las concepciones dentro del mundo del derecho y por desgracia en todos los ámbitos, aun tienen que cambiar mucho.
Debemos evolucionar, en todas las profesiones y sobre todo formar a los niños y a la juventud para que cesen estas creencias, que seamos todos iguales y, por tanto, que tengamos las mismas oportunidades.
Este es el objetivo que debemos fijarnos individualmente y como sociedad, debemos avanzar hacia una sociedad igualitaria en la que no haya discriminación ni diferencia alguna, pero de ninguna clase.
Creo que lo conseguiremos y espero verlo y como decía Séneca Ducunt volentem fata, nolentem trahunt, es decir, el destino guía a los que están dispuestos y arrastra a los que no están dispuestos.
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