La marcha por el INE vs la marcha del ego

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Por Paco Navarro Pastrana

La marcha en defensa del INE ha sido la manifestación más contundente que ha habido en contra de la política pública que está impulsando el gobierno federal.
Los ciudadanos fueron pacientes con el Presidente y soportaron todos sus despropósitos hasta el domingo pasado, cuando de manera por demás clara salieron a decirle que en materia de democracia México no puede retroceder.
Y qué manera de decírselo.

Por más que el Presidente y su partido traten de minimizarlo, 640 mil mexicanos, sólo en la CDMX, se unieron para manifestar su rechazo a este intento de regresar las elecciones de Estado.
Más de 600 mil sólo en la capital del país.
Para obtener esta cifra me baso en lo dicho por Guillermo Valdés Castellanos, socio del Grupo de Economistas y Asociados (GEA), que hizo una medición en la que comparó la capacidad de personas en cada metro cuadrado donde fue la marcha, y su cálculo dio que asistieron más de 640 mil personas; por su parte, Rogelio Audiffred, presidente de Fuerza México, mencionó que de acuerdo con militares retirados expertos en "movimiento de masas" del extinto Estado Mayor Presidencial, asistieron más de 850,000 personas, ¡ocho veces la capacidad del Zócalo, los portales y el atrio de la Catedral de CDMX!, pero a eso además hay que sumarle todas las personas que se manifestaron a lo largo y ancho de la República Mexicana e incluso en nuestras embajadas.
Válidamente podemos afirmar que más de un millón de mexicanos y mexicanas salieron a la calle a defender su derecho a elegir libremente, a elegir en democracia, salieron a la calle a defender al INE.

El rechazo, que quede claro, es al intento de retroceder, a ese afán de volver a un pasado y a un ejercicio del poder unipersonal que en México ya es inadmisible.
¿Elecciones a modo donde un solo hombre, el Presidente, decida quién o quiénes deben gobernar? Es que es una vergüenza y un peligro tener que estar enfrentándonos a eso, en un país que ha padecido tanto por el presidencialismo.
En materia de democracia, la discusión y el debate, debe recaer sobre cómo hacer para fortalecerla, robustecerla, nunca para achicarla, mucho menos para atraparla.

Puedo apostar que los ciudadanos que se manifestaron estarían totalmente de acuerdo con la reforma si ésta estuviera encaminada a fortalecer al instituto, a ciudadanizarlo.
Es que en eso debemos centrar el debate y a eso debemos encaminar nuestro esfuerzo.
Es una pena escuchar a políticos que han participado en procesos organizados por el INE, que resultaron ganadores en esos procesos, que jamás se quejaron de absolutamente nada irregular, hablar y decir que el instituto no garantiza imparcialidad, cuando su capacidad está probada y su prestigio es, incluso, internacional.

Qué pena da ver a estos liberales de papel demeritando esta exigencia de los ciudadanos.
Pero, al mismo tiempo, alegra verlos tan descompuestos por el hecho de que muchísimos mexicanos y mexicanas en todo el país nos manifestamos de manera libre y espontánea en contra de una más de sus barbaridades.
Les aterra y a la vez les molesta toparse con la realidad de frente: han fracasado como gobierno y estos intentos de atrapar al INE es el intento perverso de aferrarse al poder a como dé lugar.
Es que les dolió, al Presidente le dolió tanto, que por eso ya convocó a su marcha, el 27 de este mes, con todo el poder del Estado, en una acción que raya en lo ridículo.
Pero que quede claro: La marcha del Presidente será para defender su ego, la de los ciudadanos fue por la defensa de su democracia.
Por eso lo relevante de esta manifestación y por eso el dolor que le causa, porque sabe que, si este tipo de expresiones continúan, es su fin.

Me quedo con un muy buen sabor de boca, pero también, la clase política ahora tenemos una responsabilidad muy grande.
Todos los partidos políticos y movimientos opositores no pueden, ni deben, hacerse a un lado.
La exigencia es al Presidente y a su partido para no retroceder, pues eso es lo que ellos quieren; pero a nosotros, a los partidos políticos que encabezamos la oposición, a nuestros diputados y senadores y a nuestro gobierno, la exigencia en cambio es para avanzar, para que el INE se fortalezca, para que nuestra democracia sea más firme, más sólida.
Por nuestra parte seguiremos trabajando para seguir siendo un factor de unión entre todos aquellos que no están de acuerdo con lo que está pasando en el país.

Que no se nos olvide: la defensa del INE es la defensa de México.

Lic.
Francisco “Paco” Navarro.

Por Paco Navarro Pastrana

La marcha en defensa del INE ha sido la manifestación más contundente que ha habido en contra de la política pública que está impulsando el gobierno federal.
Los ciudadanos fueron pacientes con el Presidente y soportaron todos sus despropósitos hasta el domingo pasado, cuando de manera por demás clara salieron a decirle que en materia de democracia México no puede retroceder.
Y qué manera de decírselo.

Por más que el Presidente y su partido traten de minimizarlo, 640 mil mexicanos, sólo en la CDMX, se unieron para manifestar su rechazo a este intento de regresar las elecciones de Estado.
Más de 600 mil sólo en la capital del país.
Para obtener esta cifra me baso en lo dicho por Guillermo Valdés Castellanos, socio del Grupo de Economistas y Asociados (GEA), que hizo una medición en la que comparó la capacidad de personas en cada metro cuadrado donde fue la marcha, y su cálculo dio que asistieron más de 640 mil personas; por su parte, Rogelio Audiffred, presidente de Fuerza México, mencionó que de acuerdo con militares retirados expertos en "movimiento de masas" del extinto Estado Mayor Presidencial, asistieron más de 850,000 personas, ¡ocho veces la capacidad del Zócalo, los portales y el atrio de la Catedral de CDMX!, pero a eso además hay que sumarle todas las personas que se manifestaron a lo largo y ancho de la República Mexicana e incluso en nuestras embajadas.
Válidamente podemos afirmar que más de un millón de mexicanos y mexicanas salieron a la calle a defender su derecho a elegir libremente, a elegir en democracia, salieron a la calle a defender al INE.

El rechazo, que quede claro, es al intento de retroceder, a ese afán de volver a un pasado y a un ejercicio del poder unipersonal que en México ya es inadmisible.
¿Elecciones a modo donde un solo hombre, el Presidente, decida quién o quiénes deben gobernar? Es que es una vergüenza y un peligro tener que estar enfrentándonos a eso, en un país que ha padecido tanto por el presidencialismo.
En materia de democracia, la discusión y el debate, debe recaer sobre cómo hacer para fortalecerla, robustecerla, nunca para achicarla, mucho menos para atraparla.

Puedo apostar que los ciudadanos que se manifestaron estarían totalmente de acuerdo con la reforma si ésta estuviera encaminada a fortalecer al instituto, a ciudadanizarlo.
Es que en eso debemos centrar el debate y a eso debemos encaminar nuestro esfuerzo.
Es una pena escuchar a políticos que han participado en procesos organizados por el INE, que resultaron ganadores en esos procesos, que jamás se quejaron de absolutamente nada irregular, hablar y decir que el instituto no garantiza imparcialidad, cuando su capacidad está probada y su prestigio es, incluso, internacional.

Qué pena da ver a estos liberales de papel demeritando esta exigencia de los ciudadanos.
Pero, al mismo tiempo, alegra verlos tan descompuestos por el hecho de que muchísimos mexicanos y mexicanas en todo el país nos manifestamos de manera libre y espontánea en contra de una más de sus barbaridades.
Les aterra y a la vez les molesta toparse con la realidad de frente: han fracasado como gobierno y estos intentos de atrapar al INE es el intento perverso de aferrarse al poder a como dé lugar.
Es que les dolió, al Presidente le dolió tanto, que por eso ya convocó a su marcha, el 27 de este mes, con todo el poder del Estado, en una acción que raya en lo ridículo.
Pero que quede claro: La marcha del Presidente será para defender su ego, la de los ciudadanos fue por la defensa de su democracia.
Por eso lo relevante de esta manifestación y por eso el dolor que le causa, porque sabe que, si este tipo de expresiones continúan, es su fin.

Me quedo con un muy buen sabor de boca, pero también, la clase política ahora tenemos una responsabilidad muy grande.
Todos los partidos políticos y movimientos opositores no pueden, ni deben, hacerse a un lado.
La exigencia es al Presidente y a su partido para no retroceder, pues eso es lo que ellos quieren; pero a nosotros, a los partidos políticos que encabezamos la oposición, a nuestros diputados y senadores y a nuestro gobierno, la exigencia en cambio es para avanzar, para que el INE se fortalezca, para que nuestra democracia sea más firme, más sólida.
Por nuestra parte seguiremos trabajando para seguir siendo un factor de unión entre todos aquellos que no están de acuerdo con lo que está pasando en el país.

Que no se nos olvide: la defensa del INE es la defensa de México.

Lic.
Francisco “Paco” Navarro.

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vie Nov 18 , 2022
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