La Ley de Aguas Nacionales de 1992

Post Content

La Ley de Aguas Nacionales (LAN) de México es una de las leyes más importantes en el país en cuanto a la gestión y el uso del agua.
Esta ley se promulgó en 1992, reglamenta principalmente el Artículo 27º Constitucional y se ha convertido en la base legal para la gestión de los recursos hídricos del país.
Lo novedoso de la ley fue la ciudadanización de la gestión del agua superficial desde la fuente de abastecimiento hasta la parcela.
Con ello se logró eliminar la gran corrupción que había y en muchos lugares, como aquí en Chihuahua, los Distritos y las Unidades de Riego modernizaron y tecnificaron la infraestructura hidráulica.

La LAN establece que el agua es un recurso nacional que debe ser gestionado de manera sustentable y equitativa.
La ley establece, además, un marco regulatorio para la gestión del agua en todo el país, incluyendo la asignación, uso, conservación y protección de los recursos hídricos.
Uno de los aspectos más importantes es la gestión de derechos de agua.
La ley mandata que todos los usuarios del agua deben obtener un permiso de uso de agua de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Estos permisos se asignan en función de la disponibilidad de agua en una región determinada y se otorgan por un periodo de tiempo.
Además, la ley establece un sistema de asignación de derechos de agua que da prioridad a los usuarios que han estado utilizando el agua por más tiempo y marca la prelación en las concesiones (uso privado) y las asignaciones (uso público), la cual establece que el uso humano siempre será prioritario, pero lo principal es que esto no quita la certeza de inversión que dan las concesiones para el uso de particulares, sobre todo en el sector agropecuario.

La LAN también establece políticas y regulaciones para la conservación y protección de los recursos hídricos, además que todas las aguas superficiales y subterráneas son propiedad del Estado y fija medidas para prevenir la contaminación del agua y proteger los ecosistemas acuáticos.

La LAN es una herramienta importante para la gestión sustentable y equitativa de los recursos hídricos del país.
Sin embargo, su implementación efectiva ha sido un desafío.
La falta de monitoreo y cumplimiento de las regulaciones ha llevado a la sobreexplotación de los acuíferos y la contaminación del agua en algunas regiones.
Además, la asignación de derechos de agua ha sido criticada, por algunos de no ser equitativa.
Pero esto habla más de una mala aplicación de la ley, por la mala asignación de presupuesto, lo cual ha desmantelado a la Conagua.

En conclusión, la LAN es una ley importante para la gestión y uso sustentable del agua en el país.
La intención de Morena de sacar una iniciativa de Ley General de Aguas para derogar la LAN utilizando el derecho universal al agua potable, como pretexto, es sólo para desmantelar el sector agropecuario y establecer una gestión populista y comunal del agua que hará desaparecer la propiedad privada y la productividad.
Ya sabemos que lo que es de todos, no es de nadie.
La propiedad ejidal, con muy pocas excepciones, es el mejor ejemplo.

La Ley de Aguas Nacionales (LAN) de México es una de las leyes más importantes en el país en cuanto a la gestión y el uso del agua.
Esta ley se promulgó en 1992, reglamenta principalmente el Artículo 27º Constitucional y se ha convertido en la base legal para la gestión de los recursos hídricos del país.
Lo novedoso de la ley fue la ciudadanización de la gestión del agua superficial desde la fuente de abastecimiento hasta la parcela.
Con ello se logró eliminar la gran corrupción que había y en muchos lugares, como aquí en Chihuahua, los Distritos y las Unidades de Riego modernizaron y tecnificaron la infraestructura hidráulica.

La LAN establece que el agua es un recurso nacional que debe ser gestionado de manera sustentable y equitativa.
La ley establece, además, un marco regulatorio para la gestión del agua en todo el país, incluyendo la asignación, uso, conservación y protección de los recursos hídricos.
Uno de los aspectos más importantes es la gestión de derechos de agua.
La ley mandata que todos los usuarios del agua deben obtener un permiso de uso de agua de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Estos permisos se asignan en función de la disponibilidad de agua en una región determinada y se otorgan por un periodo de tiempo.
Además, la ley establece un sistema de asignación de derechos de agua que da prioridad a los usuarios que han estado utilizando el agua por más tiempo y marca la prelación en las concesiones (uso privado) y las asignaciones (uso público), la cual establece que el uso humano siempre será prioritario, pero lo principal es que esto no quita la certeza de inversión que dan las concesiones para el uso de particulares, sobre todo en el sector agropecuario.

La LAN también establece políticas y regulaciones para la conservación y protección de los recursos hídricos, además que todas las aguas superficiales y subterráneas son propiedad del Estado y fija medidas para prevenir la contaminación del agua y proteger los ecosistemas acuáticos.

La LAN es una herramienta importante para la gestión sustentable y equitativa de los recursos hídricos del país.
Sin embargo, su implementación efectiva ha sido un desafío.
La falta de monitoreo y cumplimiento de las regulaciones ha llevado a la sobreexplotación de los acuíferos y la contaminación del agua en algunas regiones.
Además, la asignación de derechos de agua ha sido criticada, por algunos de no ser equitativa.
Pero esto habla más de una mala aplicación de la ley, por la mala asignación de presupuesto, lo cual ha desmantelado a la Conagua.

En conclusión, la LAN es una ley importante para la gestión y uso sustentable del agua en el país.
La intención de Morena de sacar una iniciativa de Ley General de Aguas para derogar la LAN utilizando el derecho universal al agua potable, como pretexto, es sólo para desmantelar el sector agropecuario y establecer una gestión populista y comunal del agua que hará desaparecer la propiedad privada y la productividad.
Ya sabemos que lo que es de todos, no es de nadie.
La propiedad ejidal, con muy pocas excepciones, es el mejor ejemplo.

Osvaldo

Cartones

Entrada siguiente

Infancia y docencia

mié May 17 , 2023
Post Content

Puede que te guste

Generated by Feedzy