¿Humanos inmunes a la diabetes? Los osos podrían ayudarnos

Descubren pistas genéticas sobre cómo los osos pueden controlar su insulina

Expertos descubren ocho proteínas clave en los osos grizzly, las cuales permiten que no desarrollen la patología de la diabetes, proteínas que también se encuentran en los seres humanos.

Dicho esto, si una persona comiera decenas de calorías al día, aumentaría de tamaño y apenas se podría mover, por lo que los científicos se han preguntado porque este comportamiento no provoca diabetes en los osos grizzly.

Científicos de la Universidad Estatal de Washington han descubierto pistas genéticas sobre cómo estos animales pueden controlar su insulina, lo que podría llevar a obtener mejores tratamientos de la diabetes para las personas.

La insulina es una hormona que se encuentra en la mayoría de los mamíferos y que regula los niveles de azúcar en la sangre.

Sin embargo, si entra mucho azúcar en el torrente sanguíneo, con el tiempo las células dejan de responder y se vuelven resistentes a la insulina, siendo una de las enfermedades más registradas en México.

El equipo investigador pudo rescatar el secreto de los osos para controlar su insulina y descubrieron ocho proteínas clave que trabajan de forma independiente o conjunta para regular la insulina durante la hibernación.

Es conocido que cuando los osos empiezan a hibernar a principios del invierno, dependen de sus depósitos de grasa para mantenerse durante los meses de frío.
Su tasa metabólica, su ritmo cardíaco y su temperatura corporal disminuyen, y se vuelven resistentes a la insulina.

Sin embargo, los expertos fueron más allá, investigaron a unos osos hibernando y cuando estos despertaron, los alimentaron con agua y miel durante dos semanas, luego tomaron una muestra de sangre y la compararon con unas muestras de los mismos osos pero durante la primavera.

De todas las combinaciones estudiadas, el suero tomado de los osos hibernantes alimentados con miel fue el que más ayudó a delimitar las ocho proteínas clave implicadas en la regulación de la sensibilidad y la resistencia a la insulina.

Cabe destacar que lo que realizaron en el laboratorio fue combinar varios sueros sanguíneos con cultivos celulares de diversos tipos; por ejemplo, mezclaron un cultivo celular de tejido graso tomado de osos en hibernación con suero sanguíneo tomado de osos activos.
Esto permitió al equipo ver qué cambios genéticos se producían en las células.

Por lo que de todas las combinaciones estudiadas, el suero tomado de los osos hibernantes alimentados con miel fue el que más ayudó a delimitar las ocho proteínas clave implicadas en la regulación de la sensibilidad y la resistencia a la insulina.

Expertos descubren ocho proteínas clave en los osos grizzly, las cuales permiten que no desarrollen la patología de la diabetes, proteínas que también se encuentran en los seres humanos.

Dicho esto, si una persona comiera decenas de calorías al día, aumentaría de tamaño y apenas se podría mover, por lo que los científicos se han preguntado porque este comportamiento no provoca diabetes en los osos grizzly.

Científicos de la Universidad Estatal de Washington han descubierto pistas genéticas sobre cómo estos animales pueden controlar su insulina, lo que podría llevar a obtener mejores tratamientos de la diabetes para las personas.

La insulina es una hormona que se encuentra en la mayoría de los mamíferos y que regula los niveles de azúcar en la sangre.

Sin embargo, si entra mucho azúcar en el torrente sanguíneo, con el tiempo las células dejan de responder y se vuelven resistentes a la insulina, siendo una de las enfermedades más registradas en México.

El equipo investigador pudo rescatar el secreto de los osos para controlar su insulina y descubrieron ocho proteínas clave que trabajan de forma independiente o conjunta para regular la insulina durante la hibernación.

Es conocido que cuando los osos empiezan a hibernar a principios del invierno, dependen de sus depósitos de grasa para mantenerse durante los meses de frío.
Su tasa metabólica, su ritmo cardíaco y su temperatura corporal disminuyen, y se vuelven resistentes a la insulina.

Sin embargo, los expertos fueron más allá, investigaron a unos osos hibernando y cuando estos despertaron, los alimentaron con agua y miel durante dos semanas, luego tomaron una muestra de sangre y la compararon con unas muestras de los mismos osos pero durante la primavera.

De todas las combinaciones estudiadas, el suero tomado de los osos hibernantes alimentados con miel fue el que más ayudó a delimitar las ocho proteínas clave implicadas en la regulación de la sensibilidad y la resistencia a la insulina.

Cabe destacar que lo que realizaron en el laboratorio fue combinar varios sueros sanguíneos con cultivos celulares de diversos tipos; por ejemplo, mezclaron un cultivo celular de tejido graso tomado de osos en hibernación con suero sanguíneo tomado de osos activos.
Esto permitió al equipo ver qué cambios genéticos se producían en las células.

Por lo que de todas las combinaciones estudiadas, el suero tomado de los osos hibernantes alimentados con miel fue el que más ayudó a delimitar las ocho proteínas clave implicadas en la regulación de la sensibilidad y la resistencia a la insulina.

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