Hacia una Cultura de Paz | Adiós a los nacimientos navideños

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En diciembre se festeja la navidad, una de las celebraciones más importantes dentro del cristianismo que conmemora el nacimiento de Jesús.
En ese mes, la ciudad de viste de colores rojo y verde y en las plazas públicas, se colocan belenes o nacimientos, árboles de navidad, coronas, campanas, Santo Closes y demás símbolos alusivos principalmente a la religión católica.
Recientemente causó revuelo que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) aceptara para análisis, el proyecto de prohibir la instalación de nacimientos navideños, así como cualquier adorno alusivo a una convicción religiosa particular en lugares públicos y gubernamentales, por atentar contra la libertad religiosa y los principios constitucionales de un estado laico de igualdad y no discriminación.

En México predomina la religión católica.
De acuerdo con el NEGI en el 2020, se registraron (en personas de cinco años y más) que existen 90,224,559 personas que profesan la religión católica; 16, 118, 762 que tienen una religión distinta a la católica; y 9, 156, 555, que no tienen religión.
Con estas cifras, quitar los adornos navideños pareciera un escándalo, principalmente para católicos, por considerar que estarían violando su derecho a profesar su religión.
Algunos aluden a que más que un símbolo religioso, los pesebres se han convertido en un símbolo de identidad cultural no necesariamente religioso por tanto, deberían permanecer.

Los símbolos son muy importantes para la Iglesia Católica.
En el siglo XVI, Martín Lutero denunció los abusos de la Iglesia que condujo a crear una nueva religión cristiana (el protestantismo).
La Iglesia Católica comenzó a perder feligreses por irse con Lutero y organizó en 1528 el Concilio de Trento para reestructurarse y diseñar estrategias para recuperar a los “clientes perdidos”.
Con la contrarreforma, identificaron las debilidades del protestantismo para las atacarlas y volver a crecer.
En un mundo donde pocos sabían leer, el arte era la mejor forma de comunicar un mensaje a gran escala.
Comenzaron así a usarlocon intenciones propagandísticas y de “marketing”.
La gente, comenzó a regresar a las Iglesias parra exaltar sus sentidos con tanta belleza en el edificio; el arte se convirtió en el principal vehículo para compartir el mensaje de Dios.

La libertad religiosa es un derecho humano.
Aunque exista una minoría de una sola persona, se le debe tomar en cuenta e incluirla, no esperar a que esa luche por sus derechos para incluirse.

Es debatible el razonamiento de que un nacimiento no implica profesar la fé católica y es parte de la cultura.
También mencionar que en México hay una sola cultura, es un error, porque son tan abundantes y cada una define sus propios símbolos, que es imposible encajarían en un sólo grupo.
De acuerdo con el INEGI, la Iglesia Católica ha perdido referente al censo de 2010, el 5% de sus “clientes”.
Con estos datos, pienso satíricamente si no estaremos perpetuando la estrategia de la Iglesia en del siglo XVI para que prevalezca una religión y usar las festividades como “marketing” y quizá manipular (quizá por eso AMLO no está de acuerdo con que haya cambios a estas “tradiciones”).

Queda para análisis profundo reflexionar dónde empieza lo religioso y dónde la tradición.
El análisis de quitar los nacimientos es un caso sin precedente.
Le corresponde a la SCJN analizar si los símbolos que se exhiben violan garantías y los derechos de las minorías y repensar las liberdades religiosa dentro de un contexto de derecho humanos.
Por lo pronto, disfrute de sus vacaciones decembrinas.

En diciembre se festeja la navidad, una de las celebraciones más importantes dentro del cristianismo que conmemora el nacimiento de Jesús.
En ese mes, la ciudad de viste de colores rojo y verde y en las plazas públicas, se colocan belenes o nacimientos, árboles de navidad, coronas, campanas, Santo Closes y demás símbolos alusivos principalmente a la religión católica.
Recientemente causó revuelo que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) aceptara para análisis, el proyecto de prohibir la instalación de nacimientos navideños, así como cualquier adorno alusivo a una convicción religiosa particular en lugares públicos y gubernamentales, por atentar contra la libertad religiosa y los principios constitucionales de un estado laico de igualdad y no discriminación.

En México predomina la religión católica.
De acuerdo con el NEGI en el 2020, se registraron (en personas de cinco años y más) que existen 90,224,559 personas que profesan la religión católica; 16, 118, 762 que tienen una religión distinta a la católica; y 9, 156, 555, que no tienen religión.
Con estas cifras, quitar los adornos navideños pareciera un escándalo, principalmente para católicos, por considerar que estarían violando su derecho a profesar su religión.
Algunos aluden a que más que un símbolo religioso, los pesebres se han convertido en un símbolo de identidad cultural no necesariamente religioso por tanto, deberían permanecer.

Los símbolos son muy importantes para la Iglesia Católica.
En el siglo XVI, Martín Lutero denunció los abusos de la Iglesia que condujo a crear una nueva religión cristiana (el protestantismo).
La Iglesia Católica comenzó a perder feligreses por irse con Lutero y organizó en 1528 el Concilio de Trento para reestructurarse y diseñar estrategias para recuperar a los “clientes perdidos”.
Con la contrarreforma, identificaron las debilidades del protestantismo para las atacarlas y volver a crecer.
En un mundo donde pocos sabían leer, el arte era la mejor forma de comunicar un mensaje a gran escala.
Comenzaron así a usarlocon intenciones propagandísticas y de “marketing”.
La gente, comenzó a regresar a las Iglesias parra exaltar sus sentidos con tanta belleza en el edificio; el arte se convirtió en el principal vehículo para compartir el mensaje de Dios.

La libertad religiosa es un derecho humano.
Aunque exista una minoría de una sola persona, se le debe tomar en cuenta e incluirla, no esperar a que esa luche por sus derechos para incluirse.

Es debatible el razonamiento de que un nacimiento no implica profesar la fé católica y es parte de la cultura.
También mencionar que en México hay una sola cultura, es un error, porque son tan abundantes y cada una define sus propios símbolos, que es imposible encajarían en un sólo grupo.
De acuerdo con el INEGI, la Iglesia Católica ha perdido referente al censo de 2010, el 5% de sus “clientes”.
Con estos datos, pienso satíricamente si no estaremos perpetuando la estrategia de la Iglesia en del siglo XVI para que prevalezca una religión y usar las festividades como “marketing” y quizá manipular (quizá por eso AMLO no está de acuerdo con que haya cambios a estas “tradiciones”).

Queda para análisis profundo reflexionar dónde empieza lo religioso y dónde la tradición.
El análisis de quitar los nacimientos es un caso sin precedente.
Le corresponde a la SCJN analizar si los símbolos que se exhiben violan garantías y los derechos de las minorías y repensar las liberdades religiosa dentro de un contexto de derecho humanos.
Por lo pronto, disfrute de sus vacaciones decembrinas.

Osvaldo

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Vas bien López, vas bien

mar Dic 13 , 2022
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