Interpretaron piezas de Bethoveen, Mozart, Shostakovich y Haydn como parte del concierto “Regreso a los Clásicos”, la noche de este viernes, en el Teatro de la Ciudad
Si hace un par de semanas la Orquesta Filarmónica del Estado de Chihuahua (OFECh) había dejado una magnífica impresión entre su público al interpretar algo de lo más clásico de la música popular, como lo son algunos representativos temas de películas, la noche de este viernes lo volvió a hacer, pero a la inversa.
En esta ocasión, los dirigidos por el maestro Iván Del Prado ofrecieron un repertorio con algo de lo más popular de la música clásica, rindiendo así un homenaje a los grandes compositores de todos los tiempos, como Bethoveen, Mozart, Shostakovich y Haydn.
Lo anterior, como parte del concierto que precisamente fue denominado “Regreso a los Clásicos, y que se llevó a cabo en el Teatro de la Ciudad, con la magnífica actuación de los solistas Eduardo Herrera y Abraham Jurado, quienes siguieron fielmente la batuta del citado director de origen cubano.
Tanto el primero, sentado frente al piano, como el segundo, manejando el violoncello de una manera magistral, supieron llevar con armonía las partes del concierto que les correspondía, para cautivar a los asistentes con un programa tan completo como disfrutable al sentido del oído.
En ese sentido, durante el espectáculo se interpretaron piezas como la obertura “Coriolano” Op.
62 de Ludwig van Beethoven; el concierto para piano No.
20 K466, de Amadeus Mozart; el concierto para violoncello (donde Jurado mostró su calidad interpretativa) y orquesta No.
1 Op.
107 en Mi bemol mayor, de Dmitri Shostakovich y la sinfonía No.
101, “El reloj” de Joseph Haydn.
Si bien el propio Iván del Prado ha manifestado en más de una ocasión y de manera pública que lo que disfruta la gente y la Orquesta ofrece sobre el escenario es un trabajo de equipo (que por cierto se demostró en cada una de las melodías, ejecutadas con la sincronía) no es posible dejar de soslayo el trabajo de quien coordina los movimientos de los músicos integrantes de la agrupación.
Con su presencia y su quehacer sobre el templete Del Prado confirmó la energía y la pasión al dirigir que en innumerables ocasiones la crítica especializada le ha destacado, elementos que sin duda volvió a transmitir entre sus dirigidos la noche de este viernes para lograr una presentación tan redonda como la de hace quince días, sólo que esta vez, se reitera, con un programa enfocado en lo clásico.
Cabe señalar que, como ya se ha vuelto una agradable costumbre en los conciertos que ofrece la Filarmónica Estatal en esta temporada, y con la intención de que los asistentes conozcan más detalles del propio recital, momentos antes del mismo se ofreció una breve pero constructiva plática a cargo de los intérpretes, en el vestíbulo del recinto sede.
Si hace un par de semanas la Orquesta Filarmónica del Estado de Chihuahua (OFECh) había dejado una magnífica impresión entre su público al interpretar algo de lo más clásico de la música popular, como lo son algunos representativos temas de películas, la noche de este viernes lo volvió a hacer, pero a la inversa.
En esta ocasión, los dirigidos por el maestro Iván Del Prado ofrecieron un repertorio con algo de lo más popular de la música clásica, rindiendo así un homenaje a los grandes compositores de todos los tiempos, como Bethoveen, Mozart, Shostakovich y Haydn.
Lo anterior, como parte del concierto que precisamente fue denominado “Regreso a los Clásicos, y que se llevó a cabo en el Teatro de la Ciudad, con la magnífica actuación de los solistas Eduardo Herrera y Abraham Jurado, quienes siguieron fielmente la batuta del citado director de origen cubano.
Tanto el primero, sentado frente al piano, como el segundo, manejando el violoncello de una manera magistral, supieron llevar con armonía las partes del concierto que les correspondía, para cautivar a los asistentes con un programa tan completo como disfrutable al sentido del oído.
En ese sentido, durante el espectáculo se interpretaron piezas como la obertura “Coriolano” Op.
62 de Ludwig van Beethoven; el concierto para piano No.
20 K466, de Amadeus Mozart; el concierto para violoncello (donde Jurado mostró su calidad interpretativa) y orquesta No.
1 Op.
107 en Mi bemol mayor, de Dmitri Shostakovich y la sinfonía No.
101, “El reloj” de Joseph Haydn.
Si bien el propio Iván del Prado ha manifestado en más de una ocasión y de manera pública que lo que disfruta la gente y la Orquesta ofrece sobre el escenario es un trabajo de equipo (que por cierto se demostró en cada una de las melodías, ejecutadas con la sincronía) no es posible dejar de soslayo el trabajo de quien coordina los movimientos de los músicos integrantes de la agrupación.
Con su presencia y su quehacer sobre el templete Del Prado confirmó la energía y la pasión al dirigir que en innumerables ocasiones la crítica especializada le ha destacado, elementos que sin duda volvió a transmitir entre sus dirigidos la noche de este viernes para lograr una presentación tan redonda como la de hace quince días, sólo que esta vez, se reitera, con un programa enfocado en lo clásico.
Cabe señalar que, como ya se ha vuelto una agradable costumbre en los conciertos que ofrece la Filarmónica Estatal en esta temporada, y con la intención de que los asistentes conozcan más detalles del propio recital, momentos antes del mismo se ofreció una breve pero constructiva plática a cargo de los intérpretes, en el vestíbulo del recinto sede.
