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La gentrificación es un fenómeno que se refiere al proceso de cambio en el que un barrio o zona de una ciudad se transforma de una zona de clase trabajadora a una zona de clase media o alta.
Las principales causas de la gentrificación en México son diversas, pero se relacionan principalmente al desarrollo inmobiliario, al turismo y nuevos residentes.
En la cuestión inmobiliaria se relaciona al desarrollo de grandes proyectos inmobiliarios en zonas cercanas a centros urbanos o en áreas que antes eran consideradas marginales.
La construcción de nuevos edificios y la remodelación de antiguos pueden atraer a personas con un mayor poder adquisitivo, lo que a su vez eleva los precios de la propiedad y los alquileres.
La llegada de nuevos residentes es cuando personas de mayores ingresos se mudan a una zona determinada, la demanda de vivienda y servicios aumenta, lo que puede llevar a que los precios de las propiedades se incrementen.
El turismo también puede llevar a una gentrificación masiva, especialmente en zonas históricas o culturales.
Los turistas y visitantes a menudo buscan alojamiento en zonas cercanas a atracciones turísticas, y más ahora con el fenómeno de AirBnb donde a los propietarios les sale más rentable cancelar el contrato a sus actuales inquilinos para convertirlo en estancias temporales a turistas que pagan más por estancias cortas.
Esto desplaza a los antiguos residentes a zonas más alejadas que se ajusten a sus ingresos.
Obviamente, no todo es malo en este tema, existen muchos beneficios para las ciudades como la mejora de la infraestructura, el embellecimiento de las zonas urbanas, la mejora de calidad de vida de los sectores, etc.
El problema actualmente es que se mezclaron dos fenómenos: la gentrificación y el teletrabajo.
La pandemia vino a acelerar y formalizar la forma de trabajo remota de muchas personas que pueden hacer su labor desde la comodidad de sus casas.
Esto es un tema internacional que despertó en muchos extranjeros la oportunidad de ganar en dólares o euros y venirse a residir a México para gastar en pesos.
Eso es un sueño para muchos porque ganan mucho y gastan poco a comparación de sus países de origen.
El problema viene en que ellos rentan esos hogares y pueden pagar más, mientras que los locales tienen que irse a vivir más lejos.
Lo malo del asunto es que México se está viendo lento en generar leyes para que esos extranjeros que ya residen temporalmente en nuestro país, paguen impuestos aquí.
Muchos países europeos ya legislaron al respecto e incluso generaron visas especiales para teletrabajadores que quieran residir en sus países, con la obligación de pagar, al menos, el 26% de de sus ingresos que corresponden al impuesto sobre la renta.
Esta es una oportunidad para aumentar los ingresos fiscales de nuestro país, con un hecho que ya se está dando y del cual no estamos recibiendo beneficios fiscales pero sí los problemas que ocasiona la gentrificación por este motivo.
El mundo cambia todos los días, y las leyes no se pueden quedar atrás.
La gentrificación es un fenómeno que se refiere al proceso de cambio en el que un barrio o zona de una ciudad se transforma de una zona de clase trabajadora a una zona de clase media o alta.
Las principales causas de la gentrificación en México son diversas, pero se relacionan principalmente al desarrollo inmobiliario, al turismo y nuevos residentes.
En la cuestión inmobiliaria se relaciona al desarrollo de grandes proyectos inmobiliarios en zonas cercanas a centros urbanos o en áreas que antes eran consideradas marginales.
La construcción de nuevos edificios y la remodelación de antiguos pueden atraer a personas con un mayor poder adquisitivo, lo que a su vez eleva los precios de la propiedad y los alquileres.
La llegada de nuevos residentes es cuando personas de mayores ingresos se mudan a una zona determinada, la demanda de vivienda y servicios aumenta, lo que puede llevar a que los precios de las propiedades se incrementen.
El turismo también puede llevar a una gentrificación masiva, especialmente en zonas históricas o culturales.
Los turistas y visitantes a menudo buscan alojamiento en zonas cercanas a atracciones turísticas, y más ahora con el fenómeno de AirBnb donde a los propietarios les sale más rentable cancelar el contrato a sus actuales inquilinos para convertirlo en estancias temporales a turistas que pagan más por estancias cortas.
Esto desplaza a los antiguos residentes a zonas más alejadas que se ajusten a sus ingresos.
Obviamente, no todo es malo en este tema, existen muchos beneficios para las ciudades como la mejora de la infraestructura, el embellecimiento de las zonas urbanas, la mejora de calidad de vida de los sectores, etc.
El problema actualmente es que se mezclaron dos fenómenos: la gentrificación y el teletrabajo.
La pandemia vino a acelerar y formalizar la forma de trabajo remota de muchas personas que pueden hacer su labor desde la comodidad de sus casas.
Esto es un tema internacional que despertó en muchos extranjeros la oportunidad de ganar en dólares o euros y venirse a residir a México para gastar en pesos.
Eso es un sueño para muchos porque ganan mucho y gastan poco a comparación de sus países de origen.
El problema viene en que ellos rentan esos hogares y pueden pagar más, mientras que los locales tienen que irse a vivir más lejos.
Lo malo del asunto es que México se está viendo lento en generar leyes para que esos extranjeros que ya residen temporalmente en nuestro país, paguen impuestos aquí.
Muchos países europeos ya legislaron al respecto e incluso generaron visas especiales para teletrabajadores que quieran residir en sus países, con la obligación de pagar, al menos, el 26% de de sus ingresos que corresponden al impuesto sobre la renta.
Esta es una oportunidad para aumentar los ingresos fiscales de nuestro país, con un hecho que ya se está dando y del cual no estamos recibiendo beneficios fiscales pero sí los problemas que ocasiona la gentrificación por este motivo.
El mundo cambia todos los días, y las leyes no se pueden quedar atrás.
Osvaldo
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