Fentanilo: Qué es y cómo afecta esta droga al cuerpo humano

Los cárteles de Sinaloa y Cártel Jalisco Nueva Generación son los principales traficantes de este opioide

El aumento en el consumo de fentanilo se ha convertido en un grave problema de salud pública en Estados Unidos, y en México, el consumo de esta droga comienza a escalar, y de no atenderse a tiempo, puede causar los mismos estragos que en el país fronterizo, en el que se registraron 700 muertes relacionadas con el fentanilo a finales de 2013 y 2014.
El fallecimiento por el uso de opioides sintéticos, en especial del fentanilo, aumentó un 23% (de 58.
000 a 271,200) en un año.

En México se desconoce el número exacto de personas que han fallecido por sobredosis de fentanilo, pero un estudio realizado con los datos de centros para tratamientos de adicciones en el país, encontró que el número de personas que consumieron fentanilo aumento de 24 a 98 en el lapso de 2013 a 2020.

Se trata de un estupefaciente que es utilizado como analgésico o anestésico, pues es el más potente para su uso médico, siendo de 50 a 100 veces más fuerte que la morfina.
El fentanilo producido de manera ilegal y para uso no farmacéutico se vende como polvo, en papel secante, tabletas y combinado o sustituido por heroína, cocaína, metanfetaminas o MDMA.

Los opioides se elaboran directamente de la planta de amapola, pero el fentanilo se trata de un opioide sintético, esto quiere decir que es elaborado con un proceso químico.
Este opioide como fármaco, se elabora en laboratorios en donde científicos usan la estructura química para fabricar opioides semi o sintéticos.
De manera ilegal, el fentanilo se produce en laboratorios clandestinos y es mezclado con otras drogas como la heroína y la cocaína, lo que aumenta sus efectos y las probabilidades de una sobredosis.

Los cárteles de Sinaloa y Cártel Jalisco Nueva Generación son los principales traficantes de este opioide.
La DEA ya ha desmantelado varios laboratorios clandestinos.
Su producción ya presenta efectos secundarios en nuestro país, pues según la Comisión Nacional contra las Adiciones, en 2020 se registraron 1,735 muertes por sobredosis.
Aunque la mayoría de la producción de este estupefaciente va hacía la frontera, ya ha entrado al mercado de la heroína en ciudades fronterizas de México.

El fentanilo se utiliza como un fármaco con prescripción médica en pacientes que presentan dolores muy intensos, en especial, para aquellos que han pasado por una operación quirúrgica y pacientes que sufren de dolores crónicos que han generado resistencia a otros opioides.
Además, también es recetado a personas en etapa avanzadas de cáncer.
Como fármaco, lleva el nombre de Actiq, Duragesic y Sublimaze.

Algunos de los efectos de consumir esta droga son:

Entre los estados del país que están comenzando a presentar los estragos de la producción y comercialización del opioide sintético, se encuentra Chihuahua, Sinaloa y Baja California, pues se encuentran cerca de la frontera con Estados Unidos, país al que se dirige esta droga.
En la ciudad fronteriza de Tijuana, el fentanilo ya ha seducido a personas adictas a la heroína, que además mezclan esta droga con metanfetaminas.

En nuestro país aún no existe un panorama acerca de esta problemática que afecta a la salud pública, pues no se cuenta con los instrumentos de medición, capacidades y dictámenes forenses precisos para conocer las cifras exactas en materia de defunciones por sobredosis de fentanilo.

El aumento en el consumo de fentanilo se ha convertido en un grave problema de salud pública en Estados Unidos, y en México, el consumo de esta droga comienza a escalar, y de no atenderse a tiempo, puede causar los mismos estragos que en el país fronterizo, en el que se registraron 700 muertes relacionadas con el fentanilo a finales de 2013 y 2014.
El fallecimiento por el uso de opioides sintéticos, en especial del fentanilo, aumentó un 23% (de 58.
000 a 271,200) en un año.

En México se desconoce el número exacto de personas que han fallecido por sobredosis de fentanilo, pero un estudio realizado con los datos de centros para tratamientos de adicciones en el país, encontró que el número de personas que consumieron fentanilo aumento de 24 a 98 en el lapso de 2013 a 2020.

Se trata de un estupefaciente que es utilizado como analgésico o anestésico, pues es el más potente para su uso médico, siendo de 50 a 100 veces más fuerte que la morfina.
El fentanilo producido de manera ilegal y para uso no farmacéutico se vende como polvo, en papel secante, tabletas y combinado o sustituido por heroína, cocaína, metanfetaminas o MDMA.

Los opioides se elaboran directamente de la planta de amapola, pero el fentanilo se trata de un opioide sintético, esto quiere decir que es elaborado con un proceso químico.
Este opioide como fármaco, se elabora en laboratorios en donde científicos usan la estructura química para fabricar opioides semi o sintéticos.
De manera ilegal, el fentanilo se produce en laboratorios clandestinos y es mezclado con otras drogas como la heroína y la cocaína, lo que aumenta sus efectos y las probabilidades de una sobredosis.

Los cárteles de Sinaloa y Cártel Jalisco Nueva Generación son los principales traficantes de este opioide.
La DEA ya ha desmantelado varios laboratorios clandestinos.
Su producción ya presenta efectos secundarios en nuestro país, pues según la Comisión Nacional contra las Adiciones, en 2020 se registraron 1,735 muertes por sobredosis.
Aunque la mayoría de la producción de este estupefaciente va hacía la frontera, ya ha entrado al mercado de la heroína en ciudades fronterizas de México.

El fentanilo se utiliza como un fármaco con prescripción médica en pacientes que presentan dolores muy intensos, en especial, para aquellos que han pasado por una operación quirúrgica y pacientes que sufren de dolores crónicos que han generado resistencia a otros opioides.
Además, también es recetado a personas en etapa avanzadas de cáncer.
Como fármaco, lleva el nombre de Actiq, Duragesic y Sublimaze.

Algunos de los efectos de consumir esta droga son:

Entre los estados del país que están comenzando a presentar los estragos de la producción y comercialización del opioide sintético, se encuentra Chihuahua, Sinaloa y Baja California, pues se encuentran cerca de la frontera con Estados Unidos, país al que se dirige esta droga.
En la ciudad fronteriza de Tijuana, el fentanilo ya ha seducido a personas adictas a la heroína, que además mezclan esta droga con metanfetaminas.

En nuestro país aún no existe un panorama acerca de esta problemática que afecta a la salud pública, pues no se cuenta con los instrumentos de medición, capacidades y dictámenes forenses precisos para conocer las cifras exactas en materia de defunciones por sobredosis de fentanilo.

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