De acuerdo con la Agencia Internacional de Energía, la producción y el uso de combustibles fósiles liberaron a la atmósfera más de 120 millones de toneladas cúbicas de metano en 2023. Sin embargo, la AIE se mostró optimista ante la posibilidad de que nuevos satélites sirvan para mejorar la vigilancia y transparencia en cuanto a fugas de metano.
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