El Torneo de la Amistad: un legado vivo

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Los legados son memoria viva de conexión entre valores familiares, vínculos con la comunidad, ambición de un mejor futuro a través de mejorar nuestro presente.

Cuando los legados se viven con alegría, compromiso, entrega trascienden al círculo familiar o del negocio emprendido por los fundadores y logran ser un elemento de cohesión en la comunidad, como es el caso del Torneo de la Amistad que recientemente se celebró en Chihuahua, que cumplió 40 años y que sin duda ha representado un parteaguas en el estado, tanto por la derrama económica, como su nivel de participación y organización.

Personalmente, este torneo, donde mis hijos tuvieron la fortuna de participar, lo considero como un claro ejemplo de cómo los legados son un componente unificador en las comunidades y van más allá de un monumento, una frase motivadora o unas oficinas centrales.

Los legados exitosos nacen de la visión de crear algo que nos trasciende y para que esto sea posible hay que buscar el equilibrio entre los lazos familiares claros, asertivos, justos y equitativos; el éxito financiero del negocio y el esfuerzo de construir y aportar a las comunidades.

Por eso es tan valioso un torneo como el que tuvimos en Chihuahua: demuestra que es tan importante la planeación como los vínculos en la comunidad, así como distintas fuentes de financiamiento como el componente emocional.

Es muy importante resaltar que los legados basan su fuerza en esta parte emocional, lo que nos inspira a unirnos, a participar, a formar parte de algo que va más allá de un solo individuo o una sola familia, incluso, una sola entidad.
No son estáticos, ni cerrados: inspiran y crean futuro.

Legados así -que forman parte ya de una comunidad- se basan en seguir nutriendo esa parte emocional y humana para seguir creciendo e inspirando a nuevas generaciones.

El gran valor de tener este tipo de legados es que van más allá de inspirar sólo a los empresarios o sólo a las familias: son grandes motores sociales de orgullo, de pertenencia, de unirnos en la amistad para hacer frente a cualquier desafío para resolverlo (y celebrarlo) juntos.

Guillermo Monroy es experto en herencias, legados y fideicomisos

Autor del libro “Cómo hacer que su herencia trascienda”

gmonroy@horizontemx.
com

Los legados son memoria viva de conexión entre valores familiares, vínculos con la comunidad, ambición de un mejor futuro a través de mejorar nuestro presente.

Cuando los legados se viven con alegría, compromiso, entrega trascienden al círculo familiar o del negocio emprendido por los fundadores y logran ser un elemento de cohesión en la comunidad, como es el caso del Torneo de la Amistad que recientemente se celebró en Chihuahua, que cumplió 40 años y que sin duda ha representado un parteaguas en el estado, tanto por la derrama económica, como su nivel de participación y organización.

Personalmente, este torneo, donde mis hijos tuvieron la fortuna de participar, lo considero como un claro ejemplo de cómo los legados son un componente unificador en las comunidades y van más allá de un monumento, una frase motivadora o unas oficinas centrales.

Los legados exitosos nacen de la visión de crear algo que nos trasciende y para que esto sea posible hay que buscar el equilibrio entre los lazos familiares claros, asertivos, justos y equitativos; el éxito financiero del negocio y el esfuerzo de construir y aportar a las comunidades.

Por eso es tan valioso un torneo como el que tuvimos en Chihuahua: demuestra que es tan importante la planeación como los vínculos en la comunidad, así como distintas fuentes de financiamiento como el componente emocional.

Es muy importante resaltar que los legados basan su fuerza en esta parte emocional, lo que nos inspira a unirnos, a participar, a formar parte de algo que va más allá de un solo individuo o una sola familia, incluso, una sola entidad.
No son estáticos, ni cerrados: inspiran y crean futuro.

Legados así -que forman parte ya de una comunidad- se basan en seguir nutriendo esa parte emocional y humana para seguir creciendo e inspirando a nuevas generaciones.

El gran valor de tener este tipo de legados es que van más allá de inspirar sólo a los empresarios o sólo a las familias: son grandes motores sociales de orgullo, de pertenencia, de unirnos en la amistad para hacer frente a cualquier desafío para resolverlo (y celebrarlo) juntos.

Guillermo Monroy es experto en herencias, legados y fideicomisos

Autor del libro “Cómo hacer que su herencia trascienda”

gmonroy@horizontemx.
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