El año entrante

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Por: Mario Góngora Hernández

Esperamos que el próximo año, ese que tanto esperamos muchos de nosotros, sea un año de paz, de trabajo y de provecho para todos.

De dos personas que se asoman por la ventana de su casa, uno puede ver oscuridad, la tormenta y el lodo, mientras que otro puede ver el sol, las estrellas y la prosperidad.
Todo depende de a qué lugar dirige su mirada cada uno de ellos.

Muchos nos podemos quejar de que determinados grupos como en la secta de la 4t están intentando acabar con nuestra sociedad, con nuestras pertenencias y hasta con nuestra vida.
Todo lo que ha sucedido es que hombres sin capacidad ni intención para corregir en sus gobiernos lo que les corresponde, han fallado rotunda y miserablemente.

Las personas razonablemente prudentes y con sentido común pueden seguir adelante, seguros de que si cada uno de nosotros hacemos lo que nos corresponde en todos los aspectos, mañana, el año próximo y los que le siguen, serán sólo del que trabaja y se gana el pan honradamente.

La historia del mundo nos dice que ha habido catástrofes naturales, múltiples guerras y la población ha seguido en aumento, y a pesar de lo que muchos piensan, mejorando su estándar de vida notablemente.
Nuestros miedos, nuestras quejas y la lástima que sentimos por nosotros mismos son innecesarios.
¿Debemos tomar todas las precauciones posibles?¡Claro que sí!.
Lo que sucede es que muchos son víctimas de la pereza y se ven y sienten víctimas de los tiempos.
Si cada uno de nosotros hiciéramos lo que nos corresponde con los maleantes que nos acechan, el problema sería resuelto.
Pero no, queremos que sean las autoridades las que nos salven de todo, cosa que nunca harán.
Mejor prueba de esto son los acontecimientos que vemos a diario donde la GN está diseñada contra los ciudadanos y a favor del hampa.

Es bueno y natural desear más, siempre y cuando estemos dispuestos a trabajar más y economizar más.
No conozco a alguien realmente pobre que haya sido trabajador, constante e industrioso.

El camino para el año entrante no tiene que ser el del sufrimiento.
La violencia es una degradación del espíritu acarreada por la ambición y la codicia de algunos como el Presidente.
Es cierto que nacimos en un mundo material y materialista por izquierda y por derecha.
Pero en cada uno de nosotros está la posibilidad y el poder de reenfocar nuestros propósitos y ambiciones.
Tenemos que practicar la devoción por el trabajo, la eficiencia y la ambición mas no la codicia.
Encontraremos que lo que debemos esperar del mundo no es la prosperidad en sí, sino la oportunidad de prosperar dentro de una paz física y espiritual.

Sin duda alguna, las cosas volverán a su lugar, ya sea por acción propia o porque las haga volver a la normalidad la fuerza de los ciudadanos Todo es cuestión de tener un poco de calma.

Por: Mario Góngora Hernández

Esperamos que el próximo año, ese que tanto esperamos muchos de nosotros, sea un año de paz, de trabajo y de provecho para todos.

De dos personas que se asoman por la ventana de su casa, uno puede ver oscuridad, la tormenta y el lodo, mientras que otro puede ver el sol, las estrellas y la prosperidad.
Todo depende de a qué lugar dirige su mirada cada uno de ellos.

Muchos nos podemos quejar de que determinados grupos como en la secta de la 4t están intentando acabar con nuestra sociedad, con nuestras pertenencias y hasta con nuestra vida.
Todo lo que ha sucedido es que hombres sin capacidad ni intención para corregir en sus gobiernos lo que les corresponde, han fallado rotunda y miserablemente.

Las personas razonablemente prudentes y con sentido común pueden seguir adelante, seguros de que si cada uno de nosotros hacemos lo que nos corresponde en todos los aspectos, mañana, el año próximo y los que le siguen, serán sólo del que trabaja y se gana el pan honradamente.

La historia del mundo nos dice que ha habido catástrofes naturales, múltiples guerras y la población ha seguido en aumento, y a pesar de lo que muchos piensan, mejorando su estándar de vida notablemente.
Nuestros miedos, nuestras quejas y la lástima que sentimos por nosotros mismos son innecesarios.
¿Debemos tomar todas las precauciones posibles?¡Claro que sí!.
Lo que sucede es que muchos son víctimas de la pereza y se ven y sienten víctimas de los tiempos.
Si cada uno de nosotros hiciéramos lo que nos corresponde con los maleantes que nos acechan, el problema sería resuelto.
Pero no, queremos que sean las autoridades las que nos salven de todo, cosa que nunca harán.
Mejor prueba de esto son los acontecimientos que vemos a diario donde la GN está diseñada contra los ciudadanos y a favor del hampa.

Es bueno y natural desear más, siempre y cuando estemos dispuestos a trabajar más y economizar más.
No conozco a alguien realmente pobre que haya sido trabajador, constante e industrioso.

El camino para el año entrante no tiene que ser el del sufrimiento.
La violencia es una degradación del espíritu acarreada por la ambición y la codicia de algunos como el Presidente.
Es cierto que nacimos en un mundo material y materialista por izquierda y por derecha.
Pero en cada uno de nosotros está la posibilidad y el poder de reenfocar nuestros propósitos y ambiciones.
Tenemos que practicar la devoción por el trabajo, la eficiencia y la ambición mas no la codicia.
Encontraremos que lo que debemos esperar del mundo no es la prosperidad en sí, sino la oportunidad de prosperar dentro de una paz física y espiritual.

Sin duda alguna, las cosas volverán a su lugar, ya sea por acción propia o porque las haga volver a la normalidad la fuerza de los ciudadanos Todo es cuestión de tener un poco de calma.

Osvaldo

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vie Dic 23 , 2022
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