Festival Reencuentro con la Vida en La Colina
Globos blancos surcaron el cielo de Chihuahua, se trataba de las plegarias de cientos de deudos que se dieron cita en el cementerio La Colina.
Hombres, mujeres, niños y niñas, familias completas se dieron cita alrededor de la Glorieta del cementerio para recoger sus globos a los cuales les amarraron un papelito con los nombres de sus seres queridos, algunos colocaron algún pensamiento o una nota de amor.
Algunos más pusieron el nombre en el globo biodegradable.
En el marco del Festival Reencuentro con la Vida recordaron a las almas y corazones que partieron, cada globo representó un homenaje a quienes siguen presentes a pesar de la ausencia.
En cada globo depositaron el amor que sienten, porque no conoce de principios y finales, el amor se queda.
A cada deudo le pidieron cerrar sus ojos, sentir el viento y el sol, depositar en cada globo un abrazo, una caricia, un mensaje, con la seguridad de que les llegará hasta donde estén.
Elevaron una plegaria por los que dejaron huella, recuerdos y momentos imborrables.
Por aquellos que aunque no estén hacen brotar las lágrimas al pasar con un lugar especial, al ver una imagen o al oler una comida.
Cada globo que voló fue en honor a sus seres queridos que un día esperan volver a abrazar.
Tras lanzar los globos, los aplausos para sus muertos inundaron el ambiente.
Los sentimientos también brotaron al rememorar los momentos más felices al lado de sus familiares.
Globos blancos surcaron el cielo de Chihuahua, se trataba de las plegarias de cientos de deudos que se dieron cita en el cementerio La Colina.
Hombres, mujeres, niños y niñas, familias completas se dieron cita alrededor de la Glorieta del cementerio para recoger sus globos a los cuales les amarraron un papelito con los nombres de sus seres queridos, algunos colocaron algún pensamiento o una nota de amor.
Algunos más pusieron el nombre en el globo biodegradable.
En el marco del Festival Reencuentro con la Vida recordaron a las almas y corazones que partieron, cada globo representó un homenaje a quienes siguen presentes a pesar de la ausencia.
En cada globo depositaron el amor que sienten, porque no conoce de principios y finales, el amor se queda.
A cada deudo le pidieron cerrar sus ojos, sentir el viento y el sol, depositar en cada globo un abrazo, una caricia, un mensaje, con la seguridad de que les llegará hasta donde estén.
Elevaron una plegaria por los que dejaron huella, recuerdos y momentos imborrables.
Por aquellos que aunque no estén hacen brotar las lágrimas al pasar con un lugar especial, al ver una imagen o al oler una comida.
Cada globo que voló fue en honor a sus seres queridos que un día esperan volver a abrazar.
Tras lanzar los globos, los aplausos para sus muertos inundaron el ambiente.
Los sentimientos también brotaron al rememorar los momentos más felices al lado de sus familiares.