Cuidado con el bullying escolar

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Desafortunadamente el bullying escolar es un fenómeno persistente y creciente en el ámbito educativo nacional.
Los hechos pasados recientes en el Estado de México, donde lamentablemente una alumna perdió la vida a causa de la golpiza que le profirió una compañera han vuelto a prender las alarmas en las autoridades educativas y en los padres de familia y nos deja ver que el problema sigue latente y se debe actuar rápido para erradicarlo en nuestras comunidades escolares.
Para ello lo primero que hay que tomar en cuenta la realidad de la pospandemia que y consecuencias que estamos viviendo.
Los 25 meses de encierro y sin clases que se vivieron en el territorio nacional han desencadenado una serie de complicaciones entre las cuales está la agresividad y el deterioro emocional especialmente de los niños y adolescentes.
Si antes de la pandemia el acoso escolar ya era un problema latente hoy en día después de la pandemia podemos afirmar que se ha vuelto un problema viral.
La Unesco estima que 246 millones de niños y adolescentes podrían ser víctimas de la violencia al interior y alrededor de sus escuelas.
Siguiendo a la Unesco para proporcionar entornos de aprendizaje seguros aboga por un enfoque integral en materia de salud mental y socioemocional escolar que incluye las políticas y los sistemas así como una educación en las competencias emocionales.
Según datos de la Unicef el acoso y las peleas físicas entre compañeros interrumpen la educación de 150 millones de jóvenes entre 13 y 15 años.
Tres de cada 10 estudiantes admiten que acosan a sus compañeros.
Si bien las niñas y los niños corren el mismo riesgo de padecer acoso, las niñas tienen más probabilidades de ser víctimas de acoso psicológico y los niños de ser víctimas de violencia física y amenazas.
La Unicef recomienda a las diversas autoridades educativas: implementar políticas y leyes que protejan a los estudiantes de la violencia en las escuelas.
Reforzar las medidas de prevención y respuesta en las escuelas.
Instar a las comunidades y a las personas a que se sumen a los estudiantes para denunciar la violencia y trabajen para cambiar las costumbres en las aulas y las comunidades.
Realizar inversiones más efectivas y específicas en soluciones que hayan demostrado ayudar a los estudiantes y a las escuelas a permanecer seguros.
Recopilar datos desglosados de mayor calidad acerca de la violencia contra los niños dentro y fuera de las escuelas y compartir aquello que funcione.
Creo que juntos como sociedad tenemos que trabajar para acabar con la violencia dentro y fuera de las escuelas así como para construir juntos soluciones para erradicar el acoso en nuestras escuelas y familias.

Desafortunadamente el bullying escolar es un fenómeno persistente y creciente en el ámbito educativo nacional.
Los hechos pasados recientes en el Estado de México, donde lamentablemente una alumna perdió la vida a causa de la golpiza que le profirió una compañera han vuelto a prender las alarmas en las autoridades educativas y en los padres de familia y nos deja ver que el problema sigue latente y se debe actuar rápido para erradicarlo en nuestras comunidades escolares.
Para ello lo primero que hay que tomar en cuenta la realidad de la pospandemia que y consecuencias que estamos viviendo.
Los 25 meses de encierro y sin clases que se vivieron en el territorio nacional han desencadenado una serie de complicaciones entre las cuales está la agresividad y el deterioro emocional especialmente de los niños y adolescentes.
Si antes de la pandemia el acoso escolar ya era un problema latente hoy en día después de la pandemia podemos afirmar que se ha vuelto un problema viral.
La Unesco estima que 246 millones de niños y adolescentes podrían ser víctimas de la violencia al interior y alrededor de sus escuelas.
Siguiendo a la Unesco para proporcionar entornos de aprendizaje seguros aboga por un enfoque integral en materia de salud mental y socioemocional escolar que incluye las políticas y los sistemas así como una educación en las competencias emocionales.
Según datos de la Unicef el acoso y las peleas físicas entre compañeros interrumpen la educación de 150 millones de jóvenes entre 13 y 15 años.
Tres de cada 10 estudiantes admiten que acosan a sus compañeros.
Si bien las niñas y los niños corren el mismo riesgo de padecer acoso, las niñas tienen más probabilidades de ser víctimas de acoso psicológico y los niños de ser víctimas de violencia física y amenazas.
La Unicef recomienda a las diversas autoridades educativas: implementar políticas y leyes que protejan a los estudiantes de la violencia en las escuelas.
Reforzar las medidas de prevención y respuesta en las escuelas.
Instar a las comunidades y a las personas a que se sumen a los estudiantes para denunciar la violencia y trabajen para cambiar las costumbres en las aulas y las comunidades.
Realizar inversiones más efectivas y específicas en soluciones que hayan demostrado ayudar a los estudiantes y a las escuelas a permanecer seguros.
Recopilar datos desglosados de mayor calidad acerca de la violencia contra los niños dentro y fuera de las escuelas y compartir aquello que funcione.
Creo que juntos como sociedad tenemos que trabajar para acabar con la violencia dentro y fuera de las escuelas así como para construir juntos soluciones para erradicar el acoso en nuestras escuelas y familias.

Osvaldo

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Comunicación, transparencia y administración pública

mié Mar 22 , 2023
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