Después de 12 presentaciones, hoy finaliza el evento multidisciplinario que se estuvo presentando en el parque El Palomar
Hoy se llevará la 12 y última función de “La golondrina y su príncipe”, espectáculo multidisciplinario que inició el 11 de noviembre y el cual a lo largo de cada uno de los números ha logrado llamar la atención del público de Chihuahua, siendo este 4 de diciembre que le dirán adiós a este proyecto artístico que se realizó gracias a la mancuerna que hicieron el Gobierno del Estado y Gobierno Municipal, para traer esta puesta musical, original de Alberto Espino basada en escritos de Oscar Wilde.
El show dura dos horas y el cual está dividido en dos actos, con un intermedio de 20 minutos, a lo largo del desarrollo el talento local se hace presente con más de 70 actores quienes representan diversas artes que implica este espectáculo como: música, teatro, danza, escultura, pintura, arquitectura y cine, con una producción de Adriana Rodríguez.
Oscar Wilde, como narrador de la historia, presenta una ciudad fantástica europea del siglo XIX en la estética del steampunk, donde la diferencia entre las clases sociales es muy pronunciada.
En el Centro de la ciudad se erige la estatua de “El príncipe feliz”, esculpida en honor a un joven príncipe que vivió y murió rodeado de lujos, ajeno a las desgracias de su pueblo, y cuyo espíritu, según cuenta una leyenda, se encuentra atrapado en la estatua.
Una noche, una pequeña golondrina llega a dicha ciudad, al separarse de su parvada, que ya se ha ido hacia el sur en una migración postnupcial.
Busca refugio a los pies de la estatua cuando se percata de que el príncipe está llorando, pues ahora que es una estatua, puede observar el sufrimiento de la gente a causa de la pobreza.
Con la ayuda de su nueva amiga voladora podrá ayudarles; y así, poco a poco, el príncipe y la golondrina descubrirán su camino, la afirmación de su esencia y el surgimiento de un gran amor.
Todos los números fueron gratuitos para el público, quienes para poder acceder al foro sólo tenían que ir por sus boletos que se distribuían en varios puntos de la ciudad; con derecho a dos cortesías por persona
Hoy se llevará la 12 y última función de “La golondrina y su príncipe”, espectáculo multidisciplinario que inició el 11 de noviembre y el cual a lo largo de cada uno de los números ha logrado llamar la atención del público de Chihuahua, siendo este 4 de diciembre que le dirán adiós a este proyecto artístico que se realizó gracias a la mancuerna que hicieron el Gobierno del Estado y Gobierno Municipal, para traer esta puesta musical, original de Alberto Espino basada en escritos de Oscar Wilde.
El show dura dos horas y el cual está dividido en dos actos, con un intermedio de 20 minutos, a lo largo del desarrollo el talento local se hace presente con más de 70 actores quienes representan diversas artes que implica este espectáculo como: música, teatro, danza, escultura, pintura, arquitectura y cine, con una producción de Adriana Rodríguez.
Oscar Wilde, como narrador de la historia, presenta una ciudad fantástica europea del siglo XIX en la estética del steampunk, donde la diferencia entre las clases sociales es muy pronunciada.
En el Centro de la ciudad se erige la estatua de “El príncipe feliz”, esculpida en honor a un joven príncipe que vivió y murió rodeado de lujos, ajeno a las desgracias de su pueblo, y cuyo espíritu, según cuenta una leyenda, se encuentra atrapado en la estatua.
Una noche, una pequeña golondrina llega a dicha ciudad, al separarse de su parvada, que ya se ha ido hacia el sur en una migración postnupcial.
Busca refugio a los pies de la estatua cuando se percata de que el príncipe está llorando, pues ahora que es una estatua, puede observar el sufrimiento de la gente a causa de la pobreza.
Con la ayuda de su nueva amiga voladora podrá ayudarles; y así, poco a poco, el príncipe y la golondrina descubrirán su camino, la afirmación de su esencia y el surgimiento de un gran amor.
Todos los números fueron gratuitos para el público, quienes para poder acceder al foro sólo tenían que ir por sus boletos que se distribuían en varios puntos de la ciudad; con derecho a dos cortesías por persona
