Cavando su propia tumba

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No cabe duda de que el pez por la boca muere y por más que digan que la corcholata de López Obrador lleva 20 o 30 puntos de ventaja sobre la candidata opositora Xóchitl Gálvez, nosotros, los ciudadanos, tenemos otros números.
Cada día que pasa, si existió esa diferencia, ésta se va achicando.

“Para Navidad los habitantes de Acapulco ya van a estar felices”, dijo el inquilino de palacio, una mentira del tamaño del mundo, que sólo demuestra que no ha acabado de conocer la gravedad del problema devastador del huracán Otis.
Para Navidad faltan solamente 48 días, en ese tiempo Acapulco estará empezando su reconstrucción, que le llevará cinco o seis años, habiendo buena voluntad de ayudarlos, con créditos accesibles, dinero a fondo perdido para reparar toda la infraestructura hotelera, del puerto, de las naves pesqueras que eran el sustento de mucha gente.

Los 13 fideicomisos que López se quiere robar del Poder Judicial de la Federación, que tienen 15 mil millones de pesos, no son ni la quinta parte de lo que se necesita, según cálculos que hacen los que sí saben, pero es un buen comienzo.
Obrador le propuso a la Suprema Corte de Justicia que se usaran esos recursos para la reconstrucción de Acapulco, pensando que la presidenta Piña le iba a decir que no, pero ésta de inmediato dijo que sí, que pusieran por escrito cómo lo iban a operar y Obrador ya se quedó callado.

El ridículo que hizo el inquilino del palacio al ir a Acapulco por carretera y regresarse a la CDMX en cuanto logró llegar al puerto, es parte de la excavación de la tumba.
La gente se quedó bien enojada y la Guardia Nacional en lugar de poner orden le entró a la rapiña.
Puros puntos negativos.
La ayuda debería estar fluyendo, pero AMLO no permite sino es a través del Ejército para que se empaquete con bolsas o cajas de su gobierno, para que la gente crea que la ayuda es de Morena, pero ya no engaña a nadie, al contrario, les da coraje, porque la ayuda llega lentamente.
La gente de Acapulco saldrá a votar masivamente en contra de la corcholata de Obrador.

Morena trae problemas desde su corazón, ya que no es un partido democrático y eso le está acarreando muchas divisiones.
Para la CDMX, la corcholata Sheinbaum tiene sus querencias en el policía García Harfuch y palacio quiere a su marioneta Clara Brugada, quien seguramente saldrá adelante por la mano protectora de palacio.
Si queda García Harfuch, la corcholata tendrá hartos problemas con el resto de los chairos que sólo ven lo que su jefe ordena.
Está bueno el entuerto.

El gran tlatoani le entregó el bastón a la corcholata electa por él, pero no le dio el mando, ni piensa dárselo, ya que él sigue con su Mañanera eclipsando a la corcholata, que no brilla, ni brillará ya que además no tiene el carácter, ni el carisma para ganar el voto, es bastante mal encarada.
Siguen cavando su propia tumba.

Localmente, se van a dar con todo por la senaduría, entre Rafael Espino que se quiere reelegir y tiene muy buenos contactos en CDMX, Carlos Loera, que tiene popularidad, pero tiene en contra a Ariadna Montiel, secretaria del Bienestar, y Armando Cabada, que sólo tiene el apoyo del presidente nacional de Morena.
Se van a dar con todo.

Cavando su propia tumba.

No cabe duda de que el pez por la boca muere y por más que digan que la corcholata de López Obrador lleva 20 o 30 puntos de ventaja sobre la candidata opositora Xóchitl Gálvez, nosotros, los ciudadanos, tenemos otros números.
Cada día que pasa, si existió esa diferencia, ésta se va achicando.

“Para Navidad los habitantes de Acapulco ya van a estar felices”, dijo el inquilino de palacio, una mentira del tamaño del mundo, que sólo demuestra que no ha acabado de conocer la gravedad del problema devastador del huracán Otis.
Para Navidad faltan solamente 48 días, en ese tiempo Acapulco estará empezando su reconstrucción, que le llevará cinco o seis años, habiendo buena voluntad de ayudarlos, con créditos accesibles, dinero a fondo perdido para reparar toda la infraestructura hotelera, del puerto, de las naves pesqueras que eran el sustento de mucha gente.

Los 13 fideicomisos que López se quiere robar del Poder Judicial de la Federación, que tienen 15 mil millones de pesos, no son ni la quinta parte de lo que se necesita, según cálculos que hacen los que sí saben, pero es un buen comienzo.
Obrador le propuso a la Suprema Corte de Justicia que se usaran esos recursos para la reconstrucción de Acapulco, pensando que la presidenta Piña le iba a decir que no, pero ésta de inmediato dijo que sí, que pusieran por escrito cómo lo iban a operar y Obrador ya se quedó callado.

El ridículo que hizo el inquilino del palacio al ir a Acapulco por carretera y regresarse a la CDMX en cuanto logró llegar al puerto, es parte de la excavación de la tumba.
La gente se quedó bien enojada y la Guardia Nacional en lugar de poner orden le entró a la rapiña.
Puros puntos negativos.
La ayuda debería estar fluyendo, pero AMLO no permite sino es a través del Ejército para que se empaquete con bolsas o cajas de su gobierno, para que la gente crea que la ayuda es de Morena, pero ya no engaña a nadie, al contrario, les da coraje, porque la ayuda llega lentamente.
La gente de Acapulco saldrá a votar masivamente en contra de la corcholata de Obrador.

Morena trae problemas desde su corazón, ya que no es un partido democrático y eso le está acarreando muchas divisiones.
Para la CDMX, la corcholata Sheinbaum tiene sus querencias en el policía García Harfuch y palacio quiere a su marioneta Clara Brugada, quien seguramente saldrá adelante por la mano protectora de palacio.
Si queda García Harfuch, la corcholata tendrá hartos problemas con el resto de los chairos que sólo ven lo que su jefe ordena.
Está bueno el entuerto.

El gran tlatoani le entregó el bastón a la corcholata electa por él, pero no le dio el mando, ni piensa dárselo, ya que él sigue con su Mañanera eclipsando a la corcholata, que no brilla, ni brillará ya que además no tiene el carácter, ni el carisma para ganar el voto, es bastante mal encarada.
Siguen cavando su propia tumba.

Localmente, se van a dar con todo por la senaduría, entre Rafael Espino que se quiere reelegir y tiene muy buenos contactos en CDMX, Carlos Loera, que tiene popularidad, pero tiene en contra a Ariadna Montiel, secretaria del Bienestar, y Armando Cabada, que sólo tiene el apoyo del presidente nacional de Morena.
Se van a dar con todo.

Cavando su propia tumba.

Osvaldo

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El cambio climático está tocando la puerta

mar Nov 7 , 2023
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