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Por: Ernesto Visconti Elizalde
“Volverse editorialista, así de manera abrupta, delata advierte y resulta…buscar un fin futurista”.
Los que tenemos muchos años participando en las páginas de opinión de rotativos y otros medios, sentimos la necesidad de expresar nuestros puntos de vista en el caleidoscopio de sucesos y problemáticas sociales; y lo hacemos así, de manera espontánea y gratuita, a sabiendas que nadie a su vez nos ha pedido ninguna opinión –hay excepciones de ‘personas destacadas’ que sí reciben remuneración o estipendio y son requeridas por algunos medios para su participación-.
De esta manera la actividad se hace rutinaria y duradera.
Pero de pronto advertimos que en las páginas de opinión aparecen nuevos colaboradores que de inicio como los toreros incipientes, son espontáneos que se arrojan al ruedo editorial, y que soportan algunas corridas, para luego renunciar al compromiso rutinario.
Y existen otros contertulios también espontáneos, que guardan un destacado nivel social o económico, y que como fuegos fatuos aparecen sólo cerca de los períodos electorales para placearse y con ello publicitarse.
A estos editorialistas los podemos considerar “de temporal u oportunistas”, para diferenciarlos de los que somos “de riego” o permanentes.
Resulta gracioso ver que destacados hombres y mujeres de negocios inician sus aportaciones, sobre todo cuando existe una oportunidad política a la vista; el propósito es posicionarse hasta el próximo período electoral, para abandonar si se resulta perdedor; o continuar si se resulta ganador; pero ya de manera esporádica.
Mientras más alto sea el nivel alcanzado, mayor interés habrá de continuar; a muchos políticos en funciones les escriben otros sus editoriales, pues carecen de tiempo o interés suficiente para realizarlos ellos mismos.
El asunto es permanecer en la opinión pública –máxime si se tiene futuras pretensiones-.
Como ejemplo, hace apenas unos días, salió publicado un artículo de opinión del Sr.
Ricardo Salinas Pliego, conocido y encumbrado empresario del país; y a pesar de vivir en la ciudad de México, su colaboración apareció en todos los estados de la nación; así, de manera abrupta; lo que nos habla de su poder económico y de su pretensión política.
A mayor nivel económico, mayor será la pretensión electoral.
Sin ser mago, les puedo aseverar que el Sr.
Salinas buscará la presidencia de la República y muy probablemente por el PAN, o algún nuevo partido.
Con su colaboración se puso en la picota pública; y por ello ha recibido múltiples “memes” sobre el pago del adeudo fiscal de sus empresas; poniéndose al tú por tú mediático y llenando de imprecaciones y dicterios a sus interlocutores.
Lo que nos indica que hay que tener algo más que logística y dinero para alcanzar las metas políticas.
Otros temas y opiniones en Facebook Ernesto Visconti Elizalde.
Por: Ernesto Visconti Elizalde
“Volverse editorialista, así de manera abrupta, delata advierte y resulta…buscar un fin futurista”.
Los que tenemos muchos años participando en las páginas de opinión de rotativos y otros medios, sentimos la necesidad de expresar nuestros puntos de vista en el caleidoscopio de sucesos y problemáticas sociales; y lo hacemos así, de manera espontánea y gratuita, a sabiendas que nadie a su vez nos ha pedido ninguna opinión –hay excepciones de ‘personas destacadas’ que sí reciben remuneración o estipendio y son requeridas por algunos medios para su participación-.
De esta manera la actividad se hace rutinaria y duradera.
Pero de pronto advertimos que en las páginas de opinión aparecen nuevos colaboradores que de inicio como los toreros incipientes, son espontáneos que se arrojan al ruedo editorial, y que soportan algunas corridas, para luego renunciar al compromiso rutinario.
Y existen otros contertulios también espontáneos, que guardan un destacado nivel social o económico, y que como fuegos fatuos aparecen sólo cerca de los períodos electorales para placearse y con ello publicitarse.
A estos editorialistas los podemos considerar “de temporal u oportunistas”, para diferenciarlos de los que somos “de riego” o permanentes.
Resulta gracioso ver que destacados hombres y mujeres de negocios inician sus aportaciones, sobre todo cuando existe una oportunidad política a la vista; el propósito es posicionarse hasta el próximo período electoral, para abandonar si se resulta perdedor; o continuar si se resulta ganador; pero ya de manera esporádica.
Mientras más alto sea el nivel alcanzado, mayor interés habrá de continuar; a muchos políticos en funciones les escriben otros sus editoriales, pues carecen de tiempo o interés suficiente para realizarlos ellos mismos.
El asunto es permanecer en la opinión pública –máxime si se tiene futuras pretensiones-.
Como ejemplo, hace apenas unos días, salió publicado un artículo de opinión del Sr.
Ricardo Salinas Pliego, conocido y encumbrado empresario del país; y a pesar de vivir en la ciudad de México, su colaboración apareció en todos los estados de la nación; así, de manera abrupta; lo que nos habla de su poder económico y de su pretensión política.
A mayor nivel económico, mayor será la pretensión electoral.
Sin ser mago, les puedo aseverar que el Sr.
Salinas buscará la presidencia de la República y muy probablemente por el PAN, o algún nuevo partido.
Con su colaboración se puso en la picota pública; y por ello ha recibido múltiples “memes” sobre el pago del adeudo fiscal de sus empresas; poniéndose al tú por tú mediático y llenando de imprecaciones y dicterios a sus interlocutores.
Lo que nos indica que hay que tener algo más que logística y dinero para alcanzar las metas políticas.
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Osvaldo
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