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#UnRetoMas
Por: Jesús Valenciano
Ningún país se puede sostener, ni mucho menos prosperar, si en su interior el garantizar algún recurso para un estado en particular significa perjudicar a otro estado.
En el caso del tan vital recurso del agua, tal y como lo mencionó el presidente de la Comisión de Agua del Congreso, “…no se puede garantizar un ciclo agrícola de otra región destruyendo el del sector productivo chihuahuense…” mucho menos si eso genera problemas para las miles de familias que dependen de dicho sector.
Hoy estamos repitiendo la misma película del 2019 con una serie de posicionamientos, derivados de un análisis sesgado, donde Tamaulipas ha creado un frente, encabezado por el gobernador Américo Villarreal, diputados federales, estatales, agricultores y empresarios de aquel estado para llevarse el agua de Chihuahua; atentando contra el desarrollo económico, los agricultores y las familias de nuestro estado.
Digo un análisis sesgado, pues su principal justificación es el cumplimiento del Tratado Internacional de Aguas del 44 que tenemos con nuestro vecino del norte (Estados Unidos); cuando en realidad, como lo mencionó el director de la Junta Central de Agua y Saneamiento, Mario Mata, históricamente el agua que se ha entregado para cumplir el tratado, siempre había sido suficiente hasta este sexenio, donde los problemas de abastecimiento tienen que ver más bien con la falta de gobernanza en la gestión hídrica a nivel nacional y en estados como Tamaulipas.
Recordemos que el agua es un derecho humano y “…no es válido que Tamaulipas quiera solucionar un problema que ellos mismos causaron, desde el momento que comprometieron sus aguas superficiales con el estado de Nuevo León…”, sobretodo cuando cuentan con mayor cantidad de este recurso y “…tienen garantizado su ciclo agrícola, donde sus cultivos… reciben precipitaciones de 700 milímetros anuales…”, según mencionan el presidente de la SRL unidad Conchos, Mariano Jáquez, y Gerardo Porras, presidente de la SRL San Pedro.
Si lo que realmente se busca es una distribución equitativa del agua, como lo mencionan el gobernador de Tamaulipas y representantes de su Secretaría Estatal de Recursos Hidráulicos, además de “…juntar, negociar y dialogar, evitando diferencias que a nada bueno nos conducirían” (Alfredo Lera, J.
, 2023), debieran hacer un esfuerzo por tecnificar el campo, mejorar su sistema agropecuario y sistema de agua potable, encementar sus canales de riego y generar estrategias de economía circular, que según el Ing.
Mata, con información del Diario Oficial de la Federación, “…simplemente con las pérdidas que tienen por evaporación e hipercolación completarían los metros cúbicos que se quieren llevar de Chihuahua”.
Chihuahua con menos agua tiene 20% más de cobertura universal en agua potable, eficiencia física y comercial.
Aquí sí hacen un esfuerzo nuestros líderes y agricultores, aún cuando este año (2023) el presupuesto federal destinará sólo 1% de recursos para programas de apoyo a la infraestructura agrícola, rehabilitación y modernización de las presas, en Chihuahua hemos buscado el cómo sí optimizar nuestra agua, aunque con esto dediquemos no sólo más recurso, sino también más tiempo y esfuerzo.
Invitamos a nuestros compatriotas tamaulipecos a hacer lo mismo aunado a una estrategia federal que, en vez de permitir la rivalidad entre sus propios estados, nos provea la posibilidad disponer del vital líquido; mediante infraestructura adecuada, atención a problemas como el robo del agua, mejores instalaciones de bombeo y cumplimiento del pago de usuarios.
Como lo mencioné en una de mis columnas a principios de 2020 “…el papel del gobierno debe ser de mediación, garantizando que el volumen de extracción no ponga en riesgo, ni la agricultura, ni economía, ni mucho menos la tranquilidad social” pues no se trata de colores o partidos, se trata de lo que es bueno para nuestros estados, que termina siendo bueno para México.
Maestro en Administración.
Alcalde de Delicias
#UnRetoMas
Por: Jesús Valenciano
Ningún país se puede sostener, ni mucho menos prosperar, si en su interior el garantizar algún recurso para un estado en particular significa perjudicar a otro estado.
En el caso del tan vital recurso del agua, tal y como lo mencionó el presidente de la Comisión de Agua del Congreso, “…no se puede garantizar un ciclo agrícola de otra región destruyendo el del sector productivo chihuahuense…” mucho menos si eso genera problemas para las miles de familias que dependen de dicho sector.
Hoy estamos repitiendo la misma película del 2019 con una serie de posicionamientos, derivados de un análisis sesgado, donde Tamaulipas ha creado un frente, encabezado por el gobernador Américo Villarreal, diputados federales, estatales, agricultores y empresarios de aquel estado para llevarse el agua de Chihuahua; atentando contra el desarrollo económico, los agricultores y las familias de nuestro estado.
Digo un análisis sesgado, pues su principal justificación es el cumplimiento del Tratado Internacional de Aguas del 44 que tenemos con nuestro vecino del norte (Estados Unidos); cuando en realidad, como lo mencionó el director de la Junta Central de Agua y Saneamiento, Mario Mata, históricamente el agua que se ha entregado para cumplir el tratado, siempre había sido suficiente hasta este sexenio, donde los problemas de abastecimiento tienen que ver más bien con la falta de gobernanza en la gestión hídrica a nivel nacional y en estados como Tamaulipas.
Recordemos que el agua es un derecho humano y “…no es válido que Tamaulipas quiera solucionar un problema que ellos mismos causaron, desde el momento que comprometieron sus aguas superficiales con el estado de Nuevo León…”, sobretodo cuando cuentan con mayor cantidad de este recurso y “…tienen garantizado su ciclo agrícola, donde sus cultivos… reciben precipitaciones de 700 milímetros anuales…”, según mencionan el presidente de la SRL unidad Conchos, Mariano Jáquez, y Gerardo Porras, presidente de la SRL San Pedro.
Si lo que realmente se busca es una distribución equitativa del agua, como lo mencionan el gobernador de Tamaulipas y representantes de su Secretaría Estatal de Recursos Hidráulicos, además de “…juntar, negociar y dialogar, evitando diferencias que a nada bueno nos conducirían” (Alfredo Lera, J.
, 2023), debieran hacer un esfuerzo por tecnificar el campo, mejorar su sistema agropecuario y sistema de agua potable, encementar sus canales de riego y generar estrategias de economía circular, que según el Ing.
Mata, con información del Diario Oficial de la Federación, “…simplemente con las pérdidas que tienen por evaporación e hipercolación completarían los metros cúbicos que se quieren llevar de Chihuahua”.
Chihuahua con menos agua tiene 20% más de cobertura universal en agua potable, eficiencia física y comercial.
Aquí sí hacen un esfuerzo nuestros líderes y agricultores, aún cuando este año (2023) el presupuesto federal destinará sólo 1% de recursos para programas de apoyo a la infraestructura agrícola, rehabilitación y modernización de las presas, en Chihuahua hemos buscado el cómo sí optimizar nuestra agua, aunque con esto dediquemos no sólo más recurso, sino también más tiempo y esfuerzo.
Invitamos a nuestros compatriotas tamaulipecos a hacer lo mismo aunado a una estrategia federal que, en vez de permitir la rivalidad entre sus propios estados, nos provea la posibilidad disponer del vital líquido; mediante infraestructura adecuada, atención a problemas como el robo del agua, mejores instalaciones de bombeo y cumplimiento del pago de usuarios.
Como lo mencioné en una de mis columnas a principios de 2020 “…el papel del gobierno debe ser de mediación, garantizando que el volumen de extracción no ponga en riesgo, ni la agricultura, ni economía, ni mucho menos la tranquilidad social” pues no se trata de colores o partidos, se trata de lo que es bueno para nuestros estados, que termina siendo bueno para México.
Maestro en Administración.
Alcalde de Delicias
Osvaldo
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