Batopilas posee un pasado minero que en sus tiempos de bonanza le llevó a contar con adelantos tecnológicos importantes a nivel nacional, como la energía eléctrica
Batopilas es un pueblo minero de las Barrancas del Cobre que guarda en sus miles de historias que enriquecen este lugar con paisajes dignos de admirar, el sitio tiene paradas obligadas para conocer en este pueblo mágico del estado de Chihuahua.
Batopilas, es un destino legendario al ubicarse en la entrada a la Sierra Tarahumara y posee un pasado minero.
Su nombre proviene de la lengua tarahumara y se traduce como “río encajonado”, su origen se debe a la explotación minera que comenzó en el siglo XVII, ahí se extraía cobre y plata además está ubicado alrededor de ríos, cañadas y una abundante flora y fauna boscosa, pero, ¿sabías que Batopilas fue el segundo municipio del país en contar con energía eléctrica?
Batopilas fue famoso internacionalmente gracias a la riqueza de sus minas, incluso llegó a tener más de 50 mil habitantes, actualmente solo cuenta con una población de mil personas, el recuerdo de su bonanza minera se puede apreciar en viejas casonas y fincas antiguas con gran valor arquitectónico.
Actualmente Batopilas ha sido nombrado pueblo mágico desde octubre del 2012, debido a sus bellas construcciones coloniales, rodeadas de imponente naturaleza, pero, además de la belleza de los paisajes de este lugar, a Batopilas lo vuelve popular su clima tropical con lluvias constantes en verano, favoreciendo la producción de frutas que no se dan en otras partes del estado, y esto es gracias a su ubicación geográfica en una barranca rodeada de montañas, lo que le da un clima más húmedo y fresco que otras partes de la región.
Este sitio se agregó al programa de sitios mágico en el año 2012 debido a su historia y atractivos turísticos como: Las Barrancas del Cobre, Misión del Santo Ángel Custodio, Templo de la Virgen del Carmen, El Chepe y La Misión de Satevo por mencionar algunos.
A nivel mundial, la generación hidroeléctrica ocurrió en el año de 1882, en las rudimentarias instalaciones de las pequeñas centrales localizadas en Inglaterra, Estados Unidos y Francia; en nuestro país, apenas unos cuantos años después, se construyeron sus primeras instalaciones.
Es así, que Batopilas, municipio de Chihuahua, fue la primera central del país en 1889; por lo que a México se le considera pionero en la generación de energía eléctrica.
En México, las empresas eléctricas privadas eran las encargadas de suministrar la energía eléctrica a las principales ciudades, siendo los iniciadores de ello los empresarios mineros de Batopilas, Chihuahua, los cuales, en el año de 1889, comenzaron las obras pendientes para aprovechar las aguas del río del mismo nombre, con objeto de generar energía para las instalaciones de la explotación minera.
Un importante personaje en este sentido fue Alejandro R.
Shepard, quien acopló a los molinos de trituración dos generadores de vapor movidos por otras tantas turbinas hidráulicas de 15 horsepower (HP), debiendo construir una presa derivadora de 187 m de longitud junto con un canal de conducción de 3 mil 800 m, que tenía una sección rectangular, una bocatoma con rejillas y compuertas de control, y dos tuberías a presión de un metro de diámetro y 22 m de longitud, que alimentaban a las pequeñas turbinas para una caída de 16 metros.
Siendo uno de los municipios más remotos de la Sierra Madre Occidental, Batopilas está enclavado en el fondo de una barranca, por lo que las opciones para llegar hasta ahí incluyen el Tren Chepe, automóvil o viajar en autobús.
Para quienes deciden viajar en su automóvil particular, deben tener en cuenta que el trayecto desde la capital del estado toma alrededor de siete horas, atravesando una carretera con muchas curvas sinuosas que incrementan a medida que los viajeros se internan en lo profundo de la sierra.
La distancia entre Chihuahua y Batopilas es 397 kilómetros por carretera incluyendo un kilómetro en autopistas.
Por carretera toma aproximadamente siete horas y pasa a través de Cuauhtémoc, Rancho de Peña, Santa Isabel, Páramo de Morelos, San Juanito y Creel.
Mientra que partiendo de Parral, el trayecto es de aproximadamente cinco horas y media, saliendo por la carretera a Guachochi y atravesando las localidades de El Tule, Balleza, Guachochi, Rocheachi y La Lagunita.
Batopilas es un pueblo minero de las Barrancas del Cobre que guarda en sus miles de historias que enriquecen este lugar con paisajes dignos de admirar, el sitio tiene paradas obligadas para conocer en este pueblo mágico del estado de Chihuahua.
Batopilas, es un destino legendario al ubicarse en la entrada a la Sierra Tarahumara y posee un pasado minero.
Su nombre proviene de la lengua tarahumara y se traduce como “río encajonado”, su origen se debe a la explotación minera que comenzó en el siglo XVII, ahí se extraía cobre y plata además está ubicado alrededor de ríos, cañadas y una abundante flora y fauna boscosa, pero, ¿sabías que Batopilas fue el segundo municipio del país en contar con energía eléctrica?
Batopilas fue famoso internacionalmente gracias a la riqueza de sus minas, incluso llegó a tener más de 50 mil habitantes, actualmente solo cuenta con una población de mil personas, el recuerdo de su bonanza minera se puede apreciar en viejas casonas y fincas antiguas con gran valor arquitectónico.
Actualmente Batopilas ha sido nombrado pueblo mágico desde octubre del 2012, debido a sus bellas construcciones coloniales, rodeadas de imponente naturaleza, pero, además de la belleza de los paisajes de este lugar, a Batopilas lo vuelve popular su clima tropical con lluvias constantes en verano, favoreciendo la producción de frutas que no se dan en otras partes del estado, y esto es gracias a su ubicación geográfica en una barranca rodeada de montañas, lo que le da un clima más húmedo y fresco que otras partes de la región.
Este sitio se agregó al programa de sitios mágico en el año 2012 debido a su historia y atractivos turísticos como: Las Barrancas del Cobre, Misión del Santo Ángel Custodio, Templo de la Virgen del Carmen, El Chepe y La Misión de Satevo por mencionar algunos.
A nivel mundial, la generación hidroeléctrica ocurrió en el año de 1882, en las rudimentarias instalaciones de las pequeñas centrales localizadas en Inglaterra, Estados Unidos y Francia; en nuestro país, apenas unos cuantos años después, se construyeron sus primeras instalaciones.
Es así, que Batopilas, municipio de Chihuahua, fue la primera central del país en 1889; por lo que a México se le considera pionero en la generación de energía eléctrica.
En México, las empresas eléctricas privadas eran las encargadas de suministrar la energía eléctrica a las principales ciudades, siendo los iniciadores de ello los empresarios mineros de Batopilas, Chihuahua, los cuales, en el año de 1889, comenzaron las obras pendientes para aprovechar las aguas del río del mismo nombre, con objeto de generar energía para las instalaciones de la explotación minera.
Un importante personaje en este sentido fue Alejandro R.
Shepard, quien acopló a los molinos de trituración dos generadores de vapor movidos por otras tantas turbinas hidráulicas de 15 horsepower (HP), debiendo construir una presa derivadora de 187 m de longitud junto con un canal de conducción de 3 mil 800 m, que tenía una sección rectangular, una bocatoma con rejillas y compuertas de control, y dos tuberías a presión de un metro de diámetro y 22 m de longitud, que alimentaban a las pequeñas turbinas para una caída de 16 metros.
Siendo uno de los municipios más remotos de la Sierra Madre Occidental, Batopilas está enclavado en el fondo de una barranca, por lo que las opciones para llegar hasta ahí incluyen el Tren Chepe, automóvil o viajar en autobús.
Para quienes deciden viajar en su automóvil particular, deben tener en cuenta que el trayecto desde la capital del estado toma alrededor de siete horas, atravesando una carretera con muchas curvas sinuosas que incrementan a medida que los viajeros se internan en lo profundo de la sierra.
La distancia entre Chihuahua y Batopilas es 397 kilómetros por carretera incluyendo un kilómetro en autopistas.
Por carretera toma aproximadamente siete horas y pasa a través de Cuauhtémoc, Rancho de Peña, Santa Isabel, Páramo de Morelos, San Juanito y Creel.
Mientra que partiendo de Parral, el trayecto es de aproximadamente cinco horas y media, saliendo por la carretera a Guachochi y atravesando las localidades de El Tule, Balleza, Guachochi, Rocheachi y La Lagunita.
