Barrios de Chihuahua: La Industrial, símbolo de prosperidad 

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(Segunda parte)

Crónicas Urbanas de Chihuahua

En esta segunda parte de Crónicas Urbanas dedicada al barrio de la Industrial, mencionaba mi amigo don Arturo Holguín, nuestro entrevistado: “Un barrio tradicional, siempre se caracteriza porque existen personajes especiales, como el sabelotodo que discute sin fundamento; el mentiroso, que anda intrigando a todo mundo; el chismoso, que le gusta “amarrar navajas” con los vecinos, además de quienes siempre se han creído ricos, sin serlo y otros que, reconocen su triste realidad de estar “jodidos”; a los distintos indigentes, que van y vienen por las calles pidiendo pan o dinero; de aquellos teporochitos que, se mantienen haciendo escándalos por las calles o molestando a cualquier chica guapa que lamentablemente se le cruzó por su camino; a los enfermos y viejos guardianes de la enorme memoria colectiva existente en cada rincón de la Industrial que, nos ofrecen un cúmulo de buenos recuerdos.

“Sin embargo es importante afirmar que existen valores y tradiciones únicas que forman parte de la vida cultural de la Industrial, como aquellas vividas en medio de la actividad ferrocarrilera que dan sentido y cohesión a cada uno de sus habitantes; de su asistencia a los distintos templos religiosos del saber, así como las múltiples cantinas incrustadas en todo el perímetro del barrio; además, de una rica variedad de ofertas culinarias que se ofrecen en la calle.
Del mismo modo, persisten matices éticos o costumbres que la diferencian de otros barrios o colonias vecinas, como los casi desaparecidos matachines del Santo Niño, barrio hermano de la Industrial, que fueron fundados por don Macario Gómez Gracia, originario de Zacatecas y nacido en marzo de 1929 y para 1932, don Macario ya formaba filas y cuadros de matachines; considerado el monarca de la “Danza Chichimeca” del mismo barrio, quien dedicó su vida a María de Guadalupe, fundando el grupo de “Indios Chichimecas del Barrio Santo Niño”, tradición familiar que siguió hasta su muerte a los 100 años de edad el 4 de julio de 2020.

“También de las innumerables prácticas religiosas que siempre han conservado un profundo sentido de fe entre sus habitantes por medio de providencia divina, a través de sus santos patronos por los afanes de investigar y compartir la riqueza guardada en la comunidad obrera.
Sin duda, la Industrial es muy antigua, aunque no existe fecha exacta de su inicio, considero que fue fundada después de octubre de 1882, fecha en que pasó la primera máquina de ferrocarril por el puente del río Chuvíscar; su nombre se originó a partir del establecimiento en una zona comprendida entre la avenida Cristóbal Colon hacia el río Sacramento y desde la avenida Juárez hacia el norte, zona de la ciudad que fue destinada a la industria, instalándose fábricas como Harinas de Chihuahua, Avena Número 1; La Cervecería y la Fundidora Zarco que se encontraban ubicadas en la calle JJ Escudero entre la avenida Ahumada y las vías de ferrocarril que se consideraba zona industrial.

“La gente que tenía que ir a la fundidora a que le elaboraran alguna refacción o pieza de fierro, decían: “Vamos a la industrial”, de ahí el nombre de la colonia, sin embargo, al ser poblada parte de esta área a partir del río Chuvíscar y su identificación con la actividad ferrocarrilera, debido a que muchos habitantes eran empleados de la empresa, junto a decenas de trabajadores que laboraban en las fábricas de ahí mismo, por ello, fue que se le bautizó con el nombre de “Industrial”.
El barrio, inicialmente comprendió lo que ahora es de sur a norte del río Chuvíscar, a la calle Tabasco y, de oeste a este, la avenida Ferrocarril a la avenida La Junta.
Actualmente ya no se consideran estos límites, ya que se siguieron poblando a un lado del Chuvíscar formando una colonia que se le llamó posteriormente: Hacienda de la Flor y la “Loma” o “El Fortín”, donde se construyó la colonia “Ferrocarrilera” y posteriormente, el fraccionamiento “La Junta”, que comprende de las calles Campeche al norte, hasta la calle Yucatán y La avenida la Junta al este, hasta la calle La Paz; de La Paz, hacia el este, hasta donde se juntan el río Sacramento y Chuvíscar, sería la colonia Josefa Ortiz de Domínguez.

“En sus inicios, este barrio no estaba pavimentado y contaba con aproximadamente 100 familias en su mayoría ferrocarrileras, cada casa contaba con una noria para surtirse de agua y obtenían luz de aparatos de petróleo como el quinqué.
Muchas mujeres lavaban su ropa en el río Sacramento y los baños eran fosas sépticas y para el baño se calentaba el agua en tinas; la basura se juntaba y se tiraba en la loma, lugar que se conocía también como “El Fortín”, a la altura donde hoy se encuentra la Escuela Primaria Jesús García.
Se le conoció como tal, porque ahí durante la Revolución Mexicana se dominaba la ciudad y existía una especie de cuartel para los revolucionarios que tenían en su poder la ciudad de Chihuahua y vigilaban de norte a sur y de este a oeste.
Es hasta los años 1940 cuando llegan los servicios públicos de agua, luz y drenaje”.

“Sin duda hablar de la historia, la arquitectura y el urbanismo en la ciudad de Chihuahua a través de la colonia Industrial, inmediatamente nos hace ver una serie de construcciones icónicas de finales del siglo XIX y principios del XX.
Sin embargo, encontramos pocas referencias al nacimiento y desarrollo de ciertos sectores específicos y/o barrios relevantes en el crecimiento de mi Chihuahua, lo cual equivale a decir que es limitado el estudio referente a las lógicas de la configuración urbana, así como de las prácticas culturales en torno al espacio.
Ahora, respecto a los barrios o colonias locales, específicamente de la que estamos haciendo referencia, hay que decir que la mayor parte de las publicaciones siempre serán de carácter anecdótico, cosa que no es despreciable pero que no alcanza para una reconstrucción del pasado cultural del espacio público.

“El ingreso económico familiar –menciona don Arturo- procedía básicamente cuando los colonos se integraban como empleados del Ferrocarril, a la Fundición de Ávalos y a las fábricas que se ubicaban cerca.
Inicialmente el barrio de la Industrial no contaba con escuela primaria, por lo que los niños acudían a la Escuela Centenario, ubicada en el barrio del Santo Niño, y es hasta 1928 cuando se inicia formalmente la construcción de la Escuela Primaria José María Ponce de León en la avenida Hidalgo, entre las calles Nuevo León y Nayarit.
Entre los trabajadores que venían a la construcción de las vías y puentes del ferrocarril, había personas de raza negra y para ellos se construyó en las calles Durango, Chiapas, Ferrocarril y avenida Ahumada, unas habitaciones para confinarlos y se les puso el nombre del "Presidio Verde”, por eso, existía la versión entre los habitantes y trabajadores del ferrocarril del Santo Niño a manera de desprecio que decían: “Los de aquel lado de las vías son los negros y nosotros los blancos”.
Estas construcciones fueron después adquiridas por el señor Luis Lechuga Chapa, actualmente aún conserva su fachada original, aunque un poco modificadas.
Quién no recuerda aún algunas generaciones que todavía viven cerca de la estación de ferrocarril que estaba ubicada en las calles Guerrero, México y Michoacán, la cual albergaba las oficinas del despachador de trenes y los telegrafistas, así como un restaurante, bodegas del exprés y correos, ya que después de que los trenes de pasajeros tanto los que venían del sur y del norte, se paraban en la Estación Central, donde se vendían boletos y junto de ahí, se encontraban las bodegas de carga pesada, la oficina del jefe de estación, la sala de espera y el acceso al centro de la ciudad…Esta crónica continuará…

“Barrios de Chihuahua: La Industrial, símbolo de prosperidad”, forma parte de Crónicas Urbanas de Chihuahua.
Si desea la colección de libros “Los Archivos Perdidos de las Crónicas Urbanas de Chihuahua”, tomos del I al XIII adquiéralos en Librería Kosmos (Josué Neri Santos No.
111).
Si usted está interesado en los libros, mande un WhatsApp al 614 148 85 03 y con gusto le brindamos información.

Fuentes:

Profesor Rubén Beltrán Acosta.

Entrevista con el ingeniero Arturo Martínez Holguín.

Don Roberto Santana Valdez.

(Segunda parte)

Crónicas Urbanas de Chihuahua

En esta segunda parte de Crónicas Urbanas dedicada al barrio de la Industrial, mencionaba mi amigo don Arturo Holguín, nuestro entrevistado: “Un barrio tradicional, siempre se caracteriza porque existen personajes especiales, como el sabelotodo que discute sin fundamento; el mentiroso, que anda intrigando a todo mundo; el chismoso, que le gusta “amarrar navajas” con los vecinos, además de quienes siempre se han creído ricos, sin serlo y otros que, reconocen su triste realidad de estar “jodidos”; a los distintos indigentes, que van y vienen por las calles pidiendo pan o dinero; de aquellos teporochitos que, se mantienen haciendo escándalos por las calles o molestando a cualquier chica guapa que lamentablemente se le cruzó por su camino; a los enfermos y viejos guardianes de la enorme memoria colectiva existente en cada rincón de la Industrial que, nos ofrecen un cúmulo de buenos recuerdos.

“Sin embargo es importante afirmar que existen valores y tradiciones únicas que forman parte de la vida cultural de la Industrial, como aquellas vividas en medio de la actividad ferrocarrilera que dan sentido y cohesión a cada uno de sus habitantes; de su asistencia a los distintos templos religiosos del saber, así como las múltiples cantinas incrustadas en todo el perímetro del barrio; además, de una rica variedad de ofertas culinarias que se ofrecen en la calle.
Del mismo modo, persisten matices éticos o costumbres que la diferencian de otros barrios o colonias vecinas, como los casi desaparecidos matachines del Santo Niño, barrio hermano de la Industrial, que fueron fundados por don Macario Gómez Gracia, originario de Zacatecas y nacido en marzo de 1929 y para 1932, don Macario ya formaba filas y cuadros de matachines; considerado el monarca de la “Danza Chichimeca” del mismo barrio, quien dedicó su vida a María de Guadalupe, fundando el grupo de “Indios Chichimecas del Barrio Santo Niño”, tradición familiar que siguió hasta su muerte a los 100 años de edad el 4 de julio de 2020.

“También de las innumerables prácticas religiosas que siempre han conservado un profundo sentido de fe entre sus habitantes por medio de providencia divina, a través de sus santos patronos por los afanes de investigar y compartir la riqueza guardada en la comunidad obrera.
Sin duda, la Industrial es muy antigua, aunque no existe fecha exacta de su inicio, considero que fue fundada después de octubre de 1882, fecha en que pasó la primera máquina de ferrocarril por el puente del río Chuvíscar; su nombre se originó a partir del establecimiento en una zona comprendida entre la avenida Cristóbal Colon hacia el río Sacramento y desde la avenida Juárez hacia el norte, zona de la ciudad que fue destinada a la industria, instalándose fábricas como Harinas de Chihuahua, Avena Número 1; La Cervecería y la Fundidora Zarco que se encontraban ubicadas en la calle JJ Escudero entre la avenida Ahumada y las vías de ferrocarril que se consideraba zona industrial.

“La gente que tenía que ir a la fundidora a que le elaboraran alguna refacción o pieza de fierro, decían: “Vamos a la industrial”, de ahí el nombre de la colonia, sin embargo, al ser poblada parte de esta área a partir del río Chuvíscar y su identificación con la actividad ferrocarrilera, debido a que muchos habitantes eran empleados de la empresa, junto a decenas de trabajadores que laboraban en las fábricas de ahí mismo, por ello, fue que se le bautizó con el nombre de “Industrial”.
El barrio, inicialmente comprendió lo que ahora es de sur a norte del río Chuvíscar, a la calle Tabasco y, de oeste a este, la avenida Ferrocarril a la avenida La Junta.
Actualmente ya no se consideran estos límites, ya que se siguieron poblando a un lado del Chuvíscar formando una colonia que se le llamó posteriormente: Hacienda de la Flor y la “Loma” o “El Fortín”, donde se construyó la colonia “Ferrocarrilera” y posteriormente, el fraccionamiento “La Junta”, que comprende de las calles Campeche al norte, hasta la calle Yucatán y La avenida la Junta al este, hasta la calle La Paz; de La Paz, hacia el este, hasta donde se juntan el río Sacramento y Chuvíscar, sería la colonia Josefa Ortiz de Domínguez.

“En sus inicios, este barrio no estaba pavimentado y contaba con aproximadamente 100 familias en su mayoría ferrocarrileras, cada casa contaba con una noria para surtirse de agua y obtenían luz de aparatos de petróleo como el quinqué.
Muchas mujeres lavaban su ropa en el río Sacramento y los baños eran fosas sépticas y para el baño se calentaba el agua en tinas; la basura se juntaba y se tiraba en la loma, lugar que se conocía también como “El Fortín”, a la altura donde hoy se encuentra la Escuela Primaria Jesús García.
Se le conoció como tal, porque ahí durante la Revolución Mexicana se dominaba la ciudad y existía una especie de cuartel para los revolucionarios que tenían en su poder la ciudad de Chihuahua y vigilaban de norte a sur y de este a oeste.
Es hasta los años 1940 cuando llegan los servicios públicos de agua, luz y drenaje”.

“Sin duda hablar de la historia, la arquitectura y el urbanismo en la ciudad de Chihuahua a través de la colonia Industrial, inmediatamente nos hace ver una serie de construcciones icónicas de finales del siglo XIX y principios del XX.
Sin embargo, encontramos pocas referencias al nacimiento y desarrollo de ciertos sectores específicos y/o barrios relevantes en el crecimiento de mi Chihuahua, lo cual equivale a decir que es limitado el estudio referente a las lógicas de la configuración urbana, así como de las prácticas culturales en torno al espacio.
Ahora, respecto a los barrios o colonias locales, específicamente de la que estamos haciendo referencia, hay que decir que la mayor parte de las publicaciones siempre serán de carácter anecdótico, cosa que no es despreciable pero que no alcanza para una reconstrucción del pasado cultural del espacio público.

“El ingreso económico familiar –menciona don Arturo- procedía básicamente cuando los colonos se integraban como empleados del Ferrocarril, a la Fundición de Ávalos y a las fábricas que se ubicaban cerca.
Inicialmente el barrio de la Industrial no contaba con escuela primaria, por lo que los niños acudían a la Escuela Centenario, ubicada en el barrio del Santo Niño, y es hasta 1928 cuando se inicia formalmente la construcción de la Escuela Primaria José María Ponce de León en la avenida Hidalgo, entre las calles Nuevo León y Nayarit.
Entre los trabajadores que venían a la construcción de las vías y puentes del ferrocarril, había personas de raza negra y para ellos se construyó en las calles Durango, Chiapas, Ferrocarril y avenida Ahumada, unas habitaciones para confinarlos y se les puso el nombre del "Presidio Verde”, por eso, existía la versión entre los habitantes y trabajadores del ferrocarril del Santo Niño a manera de desprecio que decían: “Los de aquel lado de las vías son los negros y nosotros los blancos”.
Estas construcciones fueron después adquiridas por el señor Luis Lechuga Chapa, actualmente aún conserva su fachada original, aunque un poco modificadas.
Quién no recuerda aún algunas generaciones que todavía viven cerca de la estación de ferrocarril que estaba ubicada en las calles Guerrero, México y Michoacán, la cual albergaba las oficinas del despachador de trenes y los telegrafistas, así como un restaurante, bodegas del exprés y correos, ya que después de que los trenes de pasajeros tanto los que venían del sur y del norte, se paraban en la Estación Central, donde se vendían boletos y junto de ahí, se encontraban las bodegas de carga pesada, la oficina del jefe de estación, la sala de espera y el acceso al centro de la ciudad…Esta crónica continuará…

“Barrios de Chihuahua: La Industrial, símbolo de prosperidad”, forma parte de Crónicas Urbanas de Chihuahua.
Si desea la colección de libros “Los Archivos Perdidos de las Crónicas Urbanas de Chihuahua”, tomos del I al XIII adquiéralos en Librería Kosmos (Josué Neri Santos No.
111).
Si usted está interesado en los libros, mande un WhatsApp al 614 148 85 03 y con gusto le brindamos información.

Fuentes:

Profesor Rubén Beltrán Acosta.

Entrevista con el ingeniero Arturo Martínez Holguín.

Don Roberto Santana Valdez.

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