El triángulo chino para transformar al mundo con Asean-10 y las seis petromonarquías árabes
A mi juicio, la cumbre sepulta el teorema bélico del Choque de civilizaciones del burócrata del Departamento de Estado Samuel Huntington.
Global Times puntualiza las virtudes de los tres integrantes: “CCG con sus amplias reservas de energía (nótese el retorno triunfal de los hidrocarburos) y los Fondos Soberanos de Riqueza de multibillones de dólares (¡la gran moda!)”; la “fortaleza manufacturera del Asean y su mercado emergente de consumidores de casi 700 (¡mega-sic!) millones”, y la “asombrosa capacidad industrial de China, su innovación tecnológica y su conocimiento en la construcción de infraestructura”.
Tampoco hay que subestimar los alcances de EU con el bloque del Asean, cuando Washington sigue siendo la principal fuente de “inversiones directas foráneas (FDI, por sus siglas en inglés)” con US$480 mil millones (¡mega-sic!) en 2023: ¡casi el doble de las inversiones combinadas de EU en China, Japón, Sudcorea y Taiwán!
El analista ruso Ladislav Zemánek (LZ), experto del Club de discusión de Valdai, juzga que la cumbre del “gran triángulo” tiene el “potencial de reconfigurar el panorama geopolítico de Asia”.
LZ no soslaya que “China es el principal socio tanto del Asean como del CCG” cuando el “Asean superó a la Unión Europea (sic) como principal socio de China”, mientras “Pekín importa más de la tercera parte de su crudo del CCG”.
El premier malasio, Anwar Ibrahim, recalcó la “visión de diálogo intercultural entre las civilizaciones islámica y confuciana”.
El diálogo civilizatorio del “gran triángulo” sepultó a Samuel Huntington y a Francis Fukuyama juntos.
Copyright © 1996-2025 DEMOS, Desarrollo de Medios, S.A. de C.V. Todos los Derechos Reservados. Derechos de Autor 04-2005-011817321500-203.
