29 años y casi 8 meses

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Por: Juan Humberto Ortíz

El 1 de enero de 1994 entró en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte entre México, Canadá y los Estados Unidos, convirtiéndose en ese entonces en el mayor bloque económico del orbe, y sinceramente, en México, ¿qué hemos logrado?

Bueno, pues mucho pero también muy poco.
Por un lado, nos hemos convertido en una potencia exportadora.
México por sí solo exporta la mitad del total de las exportaciones de toda América Latina junta.
Además, hemos desarrollado una infraestructura interior medianamente importante, pero que no corresponde con el nivel de nuestro potencial económico.
Y es que no hemos sabido aprovechar el gran potencial que nos ha ofrecido dicho tratado.
Durante el periodo mencionado, hemos tenido un crecimiento económico de 2.
4 por ciento promedio anual.
Una miseria, para el tamaño de nuestro país y su potencial, ya que deberíamos haber estado creciendo a un ritmo mínimo de 6 por ciento promedio anual.
¿Por qué no?

El principal síntoma, no la causa, de esta problemática es que la distribución del ingreso entre los individuos es extremadamente desigual.
El hecho es que el trabajo como factor productivo genera la mayor parte del ingreso.
El salario y las prestaciones constituyen alrededor del 70 por ciento del ingreso total del país.
La tierra, el capital y las habilidades empresariales integran el resto.

Ahora bien, conocer la distribución del ingreso entre los factores de producción no nos dice cómo se reparte éste entre los individuos.
La distribución se da de acuerdo a las capacidades de los individuos y las oportunidades que estén a su alcance y que sepan aprovechar.
Si no tenemos buenos sistemas político, educativo, de salud, de justicia, de seguridad, que ofrezcan oportunidades a una población educada y capacitada, nunca se podrá mejorar la distribución del ingreso.
Cada persona que veamos con un carrito de paletas, seguramente es alguien que no tuvo una alimentación adecuada desde pequeño, que seguramente desertó de la escuela primaria por necesidad y por lo tanto nunca tuvo oportunidades laborales adecuadas.
Y obviamente, no cuenta con una pensión.

Las décadas perdidas: De acuerdo al Fondo Monetario Internacional (FMI), México es el país más rezagado en reducir su brecha de ingresos con Estados Unidos entre las economías de América Latina.
En un lapso de 50 años de 1972 a 2022 otras economías de menor tamaño como República Dominicana, Panamá, Chile y Colombia han reducido en mayor medida la diferencia respecto de los ingresos que tienen las economías avanzadas, como Estados Unidos.
México ocupa el séptimo puesto en PIB per cápita en América Latina.

En términos per cápita tenemos una de las consecuencias más trágicas de lo que ha sido el desempeño de la economía mexicana respecto de otros países tras la pandemia.
Tomará mucho tiempo recuperar la capacidad de crecimiento, y eso si se echan a andar las estrategias adecuadas para recuperar la capacidad de crecimiento, que hoy se ve como algo muy incierto si repite el actual régimen en el poder.

De manera urgente, se deberá mejorar la estructura del sistema educativo para fortalecer el capital humano, y ante todo eliminar la inseguridad que está destrozando las entrañas del país.

Maestro en Finanzas.
Economista

Por: Juan Humberto Ortíz

El 1 de enero de 1994 entró en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte entre México, Canadá y los Estados Unidos, convirtiéndose en ese entonces en el mayor bloque económico del orbe, y sinceramente, en México, ¿qué hemos logrado?

Bueno, pues mucho pero también muy poco.
Por un lado, nos hemos convertido en una potencia exportadora.
México por sí solo exporta la mitad del total de las exportaciones de toda América Latina junta.
Además, hemos desarrollado una infraestructura interior medianamente importante, pero que no corresponde con el nivel de nuestro potencial económico.
Y es que no hemos sabido aprovechar el gran potencial que nos ha ofrecido dicho tratado.
Durante el periodo mencionado, hemos tenido un crecimiento económico de 2.
4 por ciento promedio anual.
Una miseria, para el tamaño de nuestro país y su potencial, ya que deberíamos haber estado creciendo a un ritmo mínimo de 6 por ciento promedio anual.
¿Por qué no?

El principal síntoma, no la causa, de esta problemática es que la distribución del ingreso entre los individuos es extremadamente desigual.
El hecho es que el trabajo como factor productivo genera la mayor parte del ingreso.
El salario y las prestaciones constituyen alrededor del 70 por ciento del ingreso total del país.
La tierra, el capital y las habilidades empresariales integran el resto.

Ahora bien, conocer la distribución del ingreso entre los factores de producción no nos dice cómo se reparte éste entre los individuos.
La distribución se da de acuerdo a las capacidades de los individuos y las oportunidades que estén a su alcance y que sepan aprovechar.
Si no tenemos buenos sistemas político, educativo, de salud, de justicia, de seguridad, que ofrezcan oportunidades a una población educada y capacitada, nunca se podrá mejorar la distribución del ingreso.
Cada persona que veamos con un carrito de paletas, seguramente es alguien que no tuvo una alimentación adecuada desde pequeño, que seguramente desertó de la escuela primaria por necesidad y por lo tanto nunca tuvo oportunidades laborales adecuadas.
Y obviamente, no cuenta con una pensión.

Las décadas perdidas: De acuerdo al Fondo Monetario Internacional (FMI), México es el país más rezagado en reducir su brecha de ingresos con Estados Unidos entre las economías de América Latina.
En un lapso de 50 años de 1972 a 2022 otras economías de menor tamaño como República Dominicana, Panamá, Chile y Colombia han reducido en mayor medida la diferencia respecto de los ingresos que tienen las economías avanzadas, como Estados Unidos.
México ocupa el séptimo puesto en PIB per cápita en América Latina.

En términos per cápita tenemos una de las consecuencias más trágicas de lo que ha sido el desempeño de la economía mexicana respecto de otros países tras la pandemia.
Tomará mucho tiempo recuperar la capacidad de crecimiento, y eso si se echan a andar las estrategias adecuadas para recuperar la capacidad de crecimiento, que hoy se ve como algo muy incierto si repite el actual régimen en el poder.

De manera urgente, se deberá mejorar la estructura del sistema educativo para fortalecer el capital humano, y ante todo eliminar la inseguridad que está destrozando las entrañas del país.

Maestro en Finanzas.
Economista

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